viernes, 5 de julio de 2013

Vestir para la ocasión

Ayer tenía una reunión en un despacho de abogados de Barcelona, visitaba a mi amigo P. en su oficina de una entidad bancaria para realizar una serie de operaciones derivadas de uno de los concursos de acreedores en los que figuro como administrador concursal, visitaba a mi amigo R., que me ayuda mucho en este tema y aprovechaba para plantearle algunas dudas sobre estos procedimientos y para acabar quedé con mi amigo J. para comer. J. acaba de montar un negocio con su hermano y esperemos que le vaya bien. Se trata, resumidamente, de un centro médico de adelgazamiento y tratamientos por el estilo. Este párrafo es solo el preámbulo de la entrada de hoy para situarnos en el tema a tratar.

Como todos sabéis (y si no os lo digo ahora) yo soy un señor. Pero no en el sentido que le da un niño cuando habla (hay señores, señoras, niños y niñas), sino en el sentido más amplio del término y referido sobre todo al porte, al saber ser y estar. Mi experta economista (entre otras cosas) sabe también mucho de esto, así que cualquier duda al respecto, por favor, dirigíos a ella que muy gustosamente os la solucionará. Y el ser un señor implica, entre otras cosas, estar "sometido" a ciertos cánones independientemente de las circunstancias del momento. Me explico. Como tenía que hacer esa serie de gestiones en Barcelona me vestí para la ocasión sin descuidar, eso sí, las más elementales normas del señor:

- Pantalón azul marino. Aparentemente ligero por ser prenda veraniega.

- Camisa blanca. Comprada hace menos de 2 años en un establecimiento de una cadena de tiendas de moda propiedad del español más rico del momento. Es importante resaltar este (aparentemente insignificante) hecho porque el talle de la camisa no es el estandar, es muy ajustado.

- Corbata azul marino

- Americana de rayas (como la de la imagen)

- Mocasines

Además, por lo que pudiera pasar, cargué con el ordenador portátil (es el único que tengo) y un expediente, todo ello metido en una cartera de esas especiales para ordenadores y que, sí, que cabe de todo, pero cuando la coges pesa un quintal. Me la colgué al hombro (dando una imagen equivocada de abogado laboralista) y me fui hacia la ciudad condal.

Ya en el tren empecé a pasar calor (el aire acondicionado funcionaba a muy baja potencia) y en Barcelona ya fue la bomba. En cada desplazamiento sudaba la gota gorda porque -para los que no lo sepáis- la humedad en Barcelona hace que el calor sea de lo más pegajoso.

Esta mañana, aprovechando que es viernes, que no tengo previsto recibir a nadie en el despacho y, sobre todo, escarmentado por la experiencia de ayer, he decidido vestirme "casual wear" (recordando mis años de servicio en una Empresa de Servicios de Inversión cuando pertenecíamos a un gran banco suizo). Sin embargo, cuando mi hijo P. y yo nos hemos cruzado por el pasillo de casa me dice "¿Dónde vas tan quillo?"

7 comentarios:

  1. ¿Qué significa "quillo"?

    Te comprendo muy bien. En verano dejo mi americana y mi corbata en el despacho y de la oficina a casa y de casa a la oficina voy en mangas de camisa. Tan malo es ir mal vestido como ir bien vestido pero sudando como un cerdito.

    Mi última experiencia engorrosa fue en junio de 2012, cuando fue la Primera Comunión de mi sobrino y tuve que llevar traje todo el día. Menos mal que salió un día fresco y apenas sudé.

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  2. Hola Pater:

    Aqui Ingenierocomehuevosdehormigayestasemanatambienmuchoskebabs. Respiro...

    Te falta añadir a la descripción de "señorío" que las mangas de la camisa eran largas, no?. No te veo con corbata y mangas de camisa, como hacemos lo sufridos trabajadores de las empresas industriales...

    Un abrazo para ti (y también al Troll).

    I.

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  3. Te entiendo, no sabes como, con lo del calor pegajoso.

    Oye, foto de ese conjunto tan "quillo"?

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  4. Guauuuuu, Páter. A ver si te vamos a tener que mandar con el "quillo" de Sunsi ;)
    Saludos.

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  5. jajaja si es que es cuanto dejas tu estio propio....llamas la atención :P
    Besazo

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  6. Pues la chaqueta me parece muy bonita. Y el conjunto que describes.

    Sí, señor.

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  7. Este P no tiene perdón!!!!
    anda, ve y dile, que siga tendiendo la ropa y que su padre jamás, JAMÁS, va como un quillo, brasevisto!!!!

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