lunes, 5 de octubre de 2015

Las Urgencias médicas

Sí, ya sé que tocaba una entrada sobre la visita que este verano hicimos a una granja de conejos, pero es que si no escribo sobre esto, exploto.

Mi madre vuelve a estar ingresada (bueno, está en un box de Urgencias) como viene siendo habitual en los últimos tiempos. Los hermanos que vivimos cerca nos vamos turnando como podemos para hacerle compañía y ocuparnos de nuestro padre (el Alzheimer va a un ritmo rapidísimo) mientras ella no está. Lo cierto es que esos ratos que paso en Urgencias me hacen ser un privilegiado espectador de lo que allí se vive y, lo siento, debo ser muy cortito, soy incapaz de entender. Ruego encarecidamente que si entre mis lectores/as hay algún médico, auxiliar sanitario o -da lo mismo la categoría- conocedor del mundo de las Urgencias, no se ofenda por lo que pueda leer, me lo haga saber y me saque de dudas.

Vaya por delante que suelo ser de los moderados en mi estancia (como acompañante) en Urgencias. Vamos, soy de la opinión de que si eres muy exigente, serás el blanco de todas las iras de los que allí trabajan y, sobre todo, no te harán ni caso (y por ende, al paciente). una vez puestos en antecedentes, explicaré mi visión sobre este mundo:

- Historial: No nos ha ocurrido una vez, ni dos, ni tres, sino varias que, a pesar de que tienen a la vista su historial, confunden medicación (dependiendo de la dolencia que tengas, un error en la medicación puede tener consecuencias fatales) e intentan darle una pastilla totalmente contraindicada con otra de las que toma (ya sabéis, el famoso Sintrom). Gracias a Dios, la mayoría de las veces estamos alguno allí (o mi madre se da cuenta) y les advertimos. Las preguntas son ¿se miran el historial?, ¿cuando hay cambios de guardia, no miran las anotaciones que han hecho los del anterior turno?

- Si no te quejas, pasan de ti. Si lo haces, pasan más. ¿Qué actitud es la correcta? Como ya os he adelantado, acostumbro a ser muy educado y (quizá excesivamente) prudente, lo que me lleva a dudar de que sea ésta la actitud adecuada, atendiendo a los resultados. Con un ejemplo se entenderá mejor. Ayer tarde mi madre pidió una cuña (como, entre otras cosas, está deshidratada y debe beber agua y tiene puesta una vía con suero, es normal que tenga ganas a menudo). Llegó un enfermero a y se la trajo. Cuando volvió a recogerla le dijo, con educación, pero con un evidente tono de fastidio, que debía aguantar más, que no le llamara para hacer tan poca cantidad. La siguiente vez que la pidió aguantó bastante más (o eso me dijo, que todo puede ser) y esta vez vino una enfermera. Se la puso y, al irse, nos dijo, cuando acabe, me avisáis. Y así lo hicimos. Como sonaba el timbre y no venía nadie, la vi saliendo de otro box mientras decía "¡¿Que no hay nadie más, que tengo que encargarme yo de tod ..?!" Y se calló al verme fuera del box. Entró donde estaba mi madre, apagó el timbre y dijo que ahora volvía. Pasó bastante rato y no venía. Mi madre se quejaba de que estaba muy incómoda y apretó el timbre mientras yo estaba fuera buscándola. Apareció como de la nada y gritándome me dijo "Ya os he dicho que ahora pasaba" y, de mala leche, entró y se la quitó.

Entiendo el estrés que pasan en su trabajo (tampoco es para tanto) y soy consciente de los recortes sufridos en la Sanidad (aunque abusen de este manido argumento, que sirve para justificar absolutamente todo), pero ...

- Poca información. El médico -que sé que tiene a varios pacientes a su cargo- pasa muy de vez en cuando a informar y, en general todos los profesionales que allí trabajan dan poca información. Cuando se te ocurre preguntar (de verdad, con exquisita educación), notas en su cara el fastidio que les provoca tener que informar. No sé, ayer mismo, se me ocurrió preguntar si le darían algo de cenar (no comía desde el día anterior) y tuvo que ir a buscar la pauta para poder contestarme.

- Creen (los profesionales que allí trabajan) que están solos. El volumen de voz empleado es alto ... y más teniendo en cuenta que se trata de un lugar en el que la gente no está muy fina. Con esos prolongadísimos silencios que se dan ahí, te acabas enterando de la vida y milagros de las enfermeras. Mención aparte merece esas entradas sorpresivas en el box a las tantas de la madrugada al grito de "Hola, guapa, venimos a pincharte" que si no has ingresado por un infarto, provoca que cambies de unidad porque ya te lo han inducido.

- Esas llamadas a la enfermera que no acude mientras escuchas risas que provienen  de una sala en la que en la puerta dice "Prohibido el paso". Soy consciente de que tienen derecho a algo de descanso y a cierta intimidad, pero de ahí a ignorar esos timbres a base de risotadas, no lo entiendo.

- Ese trato a las personas mayores que podría resumirse en:

a) Hablarles a gritos. Ser mayor no significa ser sordo. Este axioma les cuesta entenderlo.
b) Intentar corroborar todo lo que les dice el paciente con miradas y gestos cómplices al acompañante.
c) Uno que se da especialmente en Cataluña. Dirigirse en catalán al paciente y cuando éste contesta en castellano (y es mayor, insisto), tratarlo como si no tuviera estudios.

Espero no haber sido muy duro con este colectivo e, insisto, agradecería cualquier explicación al respecto

PS He olvidado mencionar otro punto importantísimo: Distinguir a un médico de entre todos los empleados que pululan por allí. ¿Tan difícil es poner una placa o coser en el bolsillo, su nombre o simplemente la palabra 'médico'? Todos van de blanco (¿tan difícil es que los médicos vayan de verde o al revés?) y ya no los distingues ni siquiera por ser el que más bolis lleva en el bolsillo.

15 comentarios:

  1. Si yo te contara... cuatro años entrando y saliendo del hospital con mi padre dan para mucho... Paciencia. Un beso.

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  2. Gracias a Dios mis visitas a urgencias han sido muy escasas y con niños, exactamente una con Primogénito a sus 3 añitos decidió pillar una salmonelosis y nos dio un susto de muerte, y Peque dos veces, la primera con su primer ataque de ansiedad severo un 31 de diciembre y otra cuando pilló la mononucleosis. Así que no sé exactamente si lo que cuentas es habitual en todos los sitios o típico catalán jejejee
    Espero todo vaya mejor. Besines

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    1. Pues me parece a mí que debe ser algo muy común.
      Ya le han dado el alta

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  3. Lo primero, que tu madre se ponga bien. Lo segundo, para saber quién es médico, háblales siempre de tú a los profesionales del hospital. El, o la que te ponga cara de perdonarte la vida es el galeno/galena. Yo lo hice con un médico estando mi padre ingresado y al final se venía todos los días a la habitación a ver los encierros de San Fermín en la tele. Se ve que todos sus compañeros/as eran antitaurinos, pero nos lo ganamos.
    Un abrazo y besos para tu madre.

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    1. Muchas gracias, Naranjito. Ayer le dieron el alta
      jajajaja Buena idea

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  4. Es una situación muy difícil , te entiendo y coincido con tus tips. Siempre poco personal!
    Que tu mamá mejore. !

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  5. Lo primero de todo, que se recupere tu madre y que sea leve para vosotros, bien sé yo que ser acompañante de hospital es muy duro.
    Me sorprenden algunas cosas de las que cuentas, porque no coinciden con mi "experiencia hospitalaria". Tengo la inmensa suerte de haber sido ingresada muy pocas veces (una gripe A durante el embarazo y mis dos partos que fueron cesáreas), pero he acompañado mucho, a mis abuelos primero y después a mi marido, hasta convertirnos en unos profesionales del ingreso hospitalario. El trato siempre ha sido exquisito, desde el último celador hasta el jefe de servicio, pasando por enfermeras y auxiliares, médicos y limpiadoras (gracias, Hospital Marqués de Valdecilla y Residencia Cantabria, en Santander). En lo que coincido totalmente es en la manía que tienen de no informar ni al paciente ni a los familiares, que hay que sacarles todo con sacacorchos. Oiga, ¿tan difícil es decir qué es lo que tiene y el pronóstico?
    Lo dicho, que sea leve para todos.
    Un abrazo

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    1. Muchas gracias, Sara. Bueno, pues me alegro de que haya alguien que no viva esas mismas experiencias

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  6. Tremendo
    en primer lugar, espero que tu madre se recupere. En segundo, qué alegría estar cerca y ser varios para ayudar, en genera abandonamos a nuestros mayores.
    En tercero..... no has sido duro, sino realista. Pocas han sido mis experiencias con la sanidad, pública yprivada, pero les falta un año de HUMANIDAD. Que si, que es muy duro (soy familia de medicos: cirujanos, urologos, ginecologas, geriatra, del trabajo, de familia, enfermera.... hay de todo) pero es vocacional, y no tenemos la culpa de sus problemas laborales y/o personales.
    En general, en nuestra sociedad falta formación HUMANIDAD y EDUCACIÓN que se podría empezar en las familias y apoyar en el cole.
    en fin.......

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    1. Muchas gracias, Pilar.

      Es eso, les falta humanidad. Hemos visto enfermeras buenas profesionales, pero que tratan al paciente igual que si fuera una mercancía.

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  7. Vaya, pues siento que esté otra vez en el hospital :(
    Mira, la semana pasada tuvimos nosotros que andar de hospitales por el niño. El trato en Urgencias, genial. Todos, quizá las que menos las enfermeras; pero todos los médicos (hicieron falta un par de especialistas), genial. Le pusieron un vendaje compresivo en una pierna, y revisión en planta a los 5 días. Pues cuando volvimos a la revisión, la pobre médico tuvo que "acusar" a la enfermera delante de nosotros para hacerla sentir culpable: la tipa pretendía que ingresáramos en el hospital de día (¿sabéis la cantidad de tiempo que se pierde en eso?) porque según ella, quitarle la venda era cosa de Urgencias. ¡Cortar una venda! De verdad no sé cómo no se le cayó la cara de vergüenza. Al final lo hizo, pero desde luego de muy mala gana. Como si a los que fuésemos allí es que nos gustara.
    Bueno, espero que tu madre esté mejor. Y ánimo para vosotros mientras, que ya sé cómo trastoca eso a todas las familias alrededor.

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    1. Ayer le dieron el alta. Vaya tela lo de la venda !!!!
      Muchas gracias

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  8. En México no es mejor, en los hospitales públicos. Profesionales muy buenos en su campo, pero muchos a los que hace falta capacitación... y educación. Sin contar con la falta de recursos, que provoca situaciones muy penosas.
    Qué bien que tu madre haya sido dada de alta.

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