Ayer os amenacé con que hoy os contaría lo relativo a los frutos que pudimos ver (y probar) en Lastanosa. Debo aclarar antes de empezar que existían otro tipo de comestibles que, por tener dueño y hallarse dentro de una propiedad privada, nos abstuvimos -lógicamente- de coger. Allá va la (exigua) lista:
- Almendras: Al llegar a la casa, la dueña que nos la alquiló nos dejó una bolsa llena de almendras para nosotros. Debían pelarse, pero eso no era ningún problema, al revés, nos tuvo un tiempo entretenidos. Una vez peladas A. (es cierto, en los posts de animales ni la había nombrado) nos hizo unas almendras garrapiñadas buenísimas.
En nuestras pequeñas excursiones cogimos algunas almendras de los árboles, las coscamos (es como en Lastanosa llaman a quitar aquella piel verde que las envuelve) y las cascamos. Todavía estaban un poco verdes, pero muy ricas.
- Higos: Había muchas higueras y, la mayoría, daba sus frutos. La más abundante la que daba higos morados. Cogimos de éstos y de los verdes (en cuanto a su color, no a su punto de madurez). Uno de los primeros días, volviendo de la piscina, se me ocurrió explicarle a JP qué eran los higos y le enseñé cómo se cogían y comían. Error. A pesar de que yo le decía "Pero, higo bío, no comas más", cada día se zampaba unos cuantos. Sorprendentemente no tuvo ningún problema gástrico.
- Moras: Es la clásica excursión con niños pequeños cuando no sabes qué hacer con ellos. El único problema es que hay que convencerlos de que no es bueno comer muchas y que la mayoría deben guardarse en la bolsa que a tal efecto llevamos. Je nos llevó a un lugar de los alrededores del pueblo y, la verdad, estaba lleno. En un rato cogimos moras suficientes como para que A. hiciera varios botes de mermelada buenísima.
- Manzanas: El día que fuimos a coger moras nos encontramos con un manzano en tierra de nadie. Estaba más solo que la una y si guardabas silencio podías oír a las manzanas susurrando algo así como "cógeme, cógeme" y, claro, las cogimos. No me preguntéis si eran tipo golden, reineta o de la bruja de Blancanieves porque ni siquiera las probé.
- Regaliz de palo: Un día nos comentó Je. que cuando era pequeño, cerca del río, cogían regaliz de palo. Desde ese día nuestro hijo P., gran devorador de esta raíz, nos insistía para ir a cogerla. El primer día que lo intentamos no conseguimos alcanzar nuestro objetivo por lo agreste del paraje (me gusta esta frase), así que tuvimos que dejarlo para otra ocasión. Esta vez nos acompañaron A. y M., Mi., Q. y los dos pequeños, JP y S. Como era cerca del río, los mosquitos se pusieron las botas y alguno de los que íbamos debió chutar un panal de avispas, así que ya podéis imaginar el resultado: A. (2 picaduras), M (1), JP (1) y S (1). Efectivamente, A. resultó ser la ganadora.
Volviendo a la regaliz de palo, gracias a Je. y su formación botánica conseguimos identificar la planta de la regaliz de palo (recuerdo que al tratarse de una raíz no suele estar muy a la vista). Usamos una navaja tipo Curro Jiménez y conseguimos sacar algún trozo. Al parecer es a finales de otoño, primeros de invierno la mejor época para cogerla.
No podría calificarse a Los Monegros como la "Despensa de Aragón", pero lo cierto es que alguna que otra "golosina" puedes llevarte a la boca.
¡¡Pater!! ¿cómo has podido olvidar los Polvorones de la Abuela? ... ya sabes, muy típicos de los Monegros, de esos que un día caluroso, donde los botijos están más que secos, la la saliva de tu boca está en proceso de solidificación por el calor de Agosto, y una simpática abuelita os ofrece esos Polvorones...¡pa comerselos!
ResponderEliminarVaya. es la primera vez que leo acerca de una excursión exclusivamente para recolección y consumición de frutas o frutos secos. la verdad...suena genial! siempre que se tenga buena compañia y buen tiempo, parece mas que un buen plan.
ResponderEliminarSe me hizo la boca agua imaginandome eses higos...! a saber que fruta me espera a mi en tierras montañosas...
un saludo pater!
Agreste paraje = Frecuente meteoro
ResponderEliminarJajaja, Tomae, no debe haber nada mejor que un polvorón en Los Monegros
ResponderEliminarLewis, qué detalle pasarte por aquí a despedirte. Espero que vaya muy bien y que aproveches tus ratos libres -que los tendrás- para contarnos cosas en tu blog. Mucha suerte!
Jajajajaja, Primogénito. Muy bueno, jajajaja ...
Formidable elenco; en especial los higos y las almendras me comería uno detrás de otro.
ResponderEliminarY el regaliz de palo me recuerda mi infancia.
Lo que más me ha gustado de tu post de hoy es A..
ResponderEliminarMe la llevaría a mi casa para que me enseñe a sacarle provecho a todas esas delicias uqe os habéis encontrado es Lastanosa.
Qué buen gusto tienes Pater!
Cuidado con los higos, Modestino. A mí los higos me gustan, pero las almendras ... ¡buenísimas!
ResponderEliminarTienes razón, Leles. Eres muy perspicaz y te has dado cuenta de que A. es la auténtica protagonista de la entrada. Las garrapiñadas y la mermelada estaban deliciosas.
A. elabora garrapiñadas; A. convierte en mermelada el botín de la excursión de las moras... A es la "A"uténtica malabarista de tu numerosa familia, Pater.
ResponderEliminarRegaliz de palo...¡Cómo me recuerda a mi infancia! Y yo que creí que os aburriríais como ostras en Lastanosa. Me alegro de haberme equivocado.
Un saludo, Pater.
Hasta hoy no había leído tus últimas entradas, Pater, gracias por dejarme tan bien!!! A.
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