martes, 12 de julio de 2011

La normalidad de lo inusual

Reconozco que he sido muy escrupuloso en el título para evitar herir susceptibilidades, porque lo lógico habría sido titularlo "La normalidad de la anormalidad", pero, claro, ya se sabe lo que pasa después.

Hace tiempo vi en la televisión autonómica catalana un programa que trataba sobre los días y meses anteriores y posteriores a un hecho concreto en determinadas personas. El programa que vi era sobre madres adolescentes y, como decía, hacía un seguimiento de una de ellas, mientras otras explicaban su experiencia.

Un tiempo después, volví a toparme con este mismo programa y esta vez trataba de personas que se han cambiado de sexo.

Hace poco, en TVE vi un programa (no recuerdo su nombre) que, más o menos con el mismo formato, es decir, siguiendo el día a día de los protagonistas, trataba sobre gemelos. Los había de varias edades y -¡cómo no!- había una pareja de gemelos que eran homosexuales.

La última fue la semana pasada y también en TVE. Existe un programa llamado "En familia" y trataba sobre cómo pasaban sus vacaciones diferentes familias. La primera de estas "familias" era una pareja de homosexuales que "tenían" dos hijos a través de lo que ellos insistentemente llamaban "vientres subrogados" (un vientre de alquiler, vamos). Después ya aparecieron una familia con dos niñas, una pareja de recién casados y un matrimonio de jubilados.

Lo sorprendente y denominador común de todos estos programas era el esfuerzo que hacían en tratar como "normal" lo que no lo es. Así, por ejemplo, este último programa empezó con el reportaje de los homosexuales sin que en ningún momento se hiciera la más mínima mención a su condición. Cuando llevaban ya un rato de reportaje y el espectador empezaba a ver algo poco habitual, la reportera les preguntó "¿Y vosotros creéis que vuestros hijos tienen más posibilidades de ser homosexuales por la familia en la que se han criado?". Uno de los progenitores (no sé si el A o el B) respondió (con cierta tensión en su rostro y en sus palabras) "que eso habría que habérselo preguntado a mis padres. Ya los has visto, ellos son heterosexuales y yo, en cambio, soy homosexual", para después, como un eslogan aprendido de carrerilla, añadir "Lo que hay que hacer es luchar contra la maldad en el mundo, contra esos padres que les dicen a sus hijos que lo nuestro no es normal"

En el programa sobre los gemelos debieron realizar una ardua tarea en la búsqueda de una pareja en que ambos fueran homosexuales. Se repitió la situación anterior y la reportera les preguntó si había influido en el otro que uno de ellos fuera homosexual.

Es verdad que no veo mucho la televisión y que quizá he tenido mala suerte para ir a parar a estos programas, pero echo de menos cierta normalidad. Sé que las familias no son noticia (a este paso lo seremos), pero intentar vendernos la idea de que ciertas uniones o situaciones son normales me sigue pareciendo un ejercicio, cuando menos, arriesgado.

En cuanto a los programas de TV3 tampoco me sorprendió del todo. Ya nos tienen acostumbrados a este tipo de televisión.

No sé si esta entrada escandalizará a alguno, pero no recuerdo haber escrito ningún insulto, ni menospreciar a colectivo alguno. Simplemente me he limitado a escribir mi visión sobre unos (de los pocos) programas de televisión que pude ver.

(No os podéis imaginar la rabia que me da tener que escribir un párrafo como el anterior)

2 comentarios:

  1. Esto es exacto, Paterfamilias. Alguien dijo que no hay mejor clase de Educación para la Ciudadanía que la televisión. El primer día que ves algo raro dices "qué barbaridad", el segundo piensas "bueno, tampco es tan extraño", el tercero hasta te cae simpática la situación.

    Haces bien en matizar, y eso que aún no hay Ley de Igualdad de Trato: si la llega a haber -lo que parece dudoso- te cerrarían el blog por tratar como desigual lo que, según ellos, es igual.

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  2. Pater... que no me está dando tiempo a pasar por vuestros blogs. No quería desaprovechar la oportunidad de este post para decirte que ¡¡¡BINGO!!!

    Solo un apunte. Empieza una serie que parece divertida. A mí me encanta, por ejemplo, los "Misterios de Laura"... Pues la historia es que ya están los ciudadanos diciendo "verás tú cómo al final sale alguno; siempre igual".Ya no hace falta que lo diga yo; son ellos, que están hartos...

    Echo de menos "Médico de familia"...

    Un saludo, Pater

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