Después de comer, mientras fregaba la sartén que he usado para hacerme esas pechugas a la plancha que me he comido, pensaba en una entrada para hoy. No os creáis que es un tema baladí, que los que estamos tocados por una varita mágica que nos hace especialmente sensibles, sufrimos mucho con éste y otros temas.
Así estaba yo cuando me fijo que el estropajo tiene espuma, pero no la misma espuma que solía tener cuando el producto aplicado era aquél que se anunciaba con una especie de competición entre dos pueblos situados uno más arriba que el otro (o uno más abajo que el anterior). Miro el envase y ... efectivamente, es otra marca. ¿Será verdad lo que dicen en el anuncio? ¿Una gota de aquél cunde más? Estando absorto en tan profundo pensamiento (ya sabéis, los tocados por esa varita mágica, somos así), noto que la piel de mis manos se va pareciendo cada vez más a las de un bebé. Sorprendido por tan extraordinario acontecimiento, dirijo mi mirada a la etiqueta del envase y leo "con áloe vera". Respiro aliviado.
De vez en cuando, me vienen pensamientos mundanos a la cabeza: "¿En cuántos puntos se habrá situado la prima de riesgo?", "¿habremos conseguido colocar deuda?", "¿cómo habrá cerrado el Ibex?" Si alguno pensaba que por el hecho de ser especiales, los tocados por la varita no tenemos tentaciones, estáis muy equivocados.
Intento abstraerme de lo mundano y detecto unas manchas en la tapicería de uno de los sofás (los niños son así). Mentalmente y a una velocidad endiablada repaso los diferentes productos de limpieza que recuerdo existen en casa. ¡Sí!, juraría que teníamos uno para limpiar tapicerías. Me dirijo a donde intuyo debe estar y, cómo no, allí está. Leo las instrucciones y lo aplico con un estropajo (como alguno ya estará pensando mal, le aclaro que es distinto al de la cocina) sobre las manchas. Dejo el cojín secándose en la terraza (tranquilos/as, no está al sol). Empiezo a notar el cansancio. Como somos solo unos pocos los elegidos, la mayoría de vosotros desconoceréis que esto es agotador, el tener una exquisita sensibilidad no es tarea fácil (por eso somos pocos)
La tentación es muy fuerte, pero una vez más -esta vez el esfuerzo es titánico- consigo librarme de ella y me dispongo a recoger la ropa que tendí por la mañana. Empiezo a plegar prendas y a guardarlas en las cestas de cada uno de los miembros de la familia del "tocado" (¿por una varita o del ala?). Al borde de la extenuación coloco los últimos gayumbos de JP y, arrastrándome, llego al sofá (al que todavía está entero porque no he tenido que limpiar uno de sus cojines). Allí me siento a ver las noticias.
No sé qué me pasa, me comporto como un cualquiera y no tengo remordimientos. Empiezo a encontrarle el gustillo a mi nueva situación y poco a poco voy olvidando mi anterior condición.
Estoy convencido de que esta mañana, mientras tendía, me ha dado demasiado el sol
jajajaja Pater, se llama RELAX, y es esa sensación de que tenemos tiempo para nosotros en paz. Disfrútalo, te queda poco.
ResponderEliminarEl calor a alguna gente le aplatana. A mí me da vida. Renazco como las flores del campo. :)
Besazo
Vaya, parece que los martes al sol no te sientan demasiado bien...
ResponderEliminarNo es por nada, pero te ha salido un post de Rodríguez. Y no te pega nada.
ResponderEliminarBuen chico, todo lo tienes considerado, ¡hasta lo del sol que destiñe! El rato frente a la TV, ¿realmente te hace realajar? ¡Dame el tip! mira que con las noticias que nos dan....
ResponderEliminarDiscrepo abiertamente con Carmen, me ja encantado este post. Me da envidia, pero no como en el caso del Iphone, sino de la buena. Qué rico, claro, ya sé, eso de no tener chamba es jodido, pero poderse abstraer, tener piel de bebé, dedicarse a los propios, cansa, pero qué rico es... (y encima si te provoca te puedes tumbar al sofá y jugar con el Iphone... arghhhh me renació la envidia...)
ResponderEliminarA estará encantada contigo. Como dice Dolores, ten cuidado con el sofá que engancha.:) Un beso.
ResponderEliminar¿Eres tú el de la foto, Páterfamilias? Se te ve joven y apuesto.
ResponderEliminarNo friegues los platos sin guantes. Aunque el bote diga que el detergente tiene aloe vera, es veneno para la piel, la abrasa. Usa siempre los guantes, es más saludable.
Odio quitar las manchas de la tapicería, y nunca me queda bien, siempre se nota distinto al resto del tapizado. A lo mejor por eso no tuve hijos.
Recoger la ropa lavada y seca es de las mejores cosas de la casa. El olor de la ropa aireada es mejor que el mejor de los perfumes de París.