Advertencia: la entrada de hoy, por lo menos en su primera parte, es políticamente incorrecta, por lo que puede herir la sensibilidad de algún lector. Como no tengo ninguna intención de disculparme, si así fuera, le aconsejo que no siga leyendo o que escriba un comentario. Advertidos estáis.
A. y yo fuimos ayer a Primark. Para quien no sepa qué es eso, le diré que es una cadena irlandesa de tiendas de ropa que en Barcelona -que yo sepa- tiene dos centros, ambos en sendos centros comerciales: "l'Illa Diagonal" y "Diagonal Mar". El primero de los centros comerciales está situado en la Diagonal de Barcelona (de ahí su nombre), en la parte alta de la ciudad. El segundo, en cambio, está en la Diagonal de Barcelona (de ahí su nombre), pero en la parte baja. ¿A cuál fuimos nosotros? ¡Exacto, a la de la parte baja!
Por el número de gente que allí había parecía que regalaban las cosas y os puedo asegurar que aunque los precios (y la calidad) no son altos, regalar, lo que se dice regalar, no regalaban nada (bueno sí, ideas no para una entrada de un blog, sino para un blog entero dedicado al tema). Sin embargo, el problema no es que hubiera mucha gente, sino que la gente que allí había se comportaba (no todos, pero sí muchos) como auténticos salvajes. Vi cosas que hasta entonces nunca había visto: ropa por el suelo (que la gente pisaba), gente probándose pantalones (encima de los que llevaban puestos) en medio de la tienda, gente probándose camisetas (quitándose la que llevaban puesta) en medio de la tienda, multitud de productos en estantes y percheros diferentes ... Reconozco que no me atrevía a acercarme a la sección de ropa interior porque me temía lo peor, podría ser testigo de un espectáculo dantesco.
Otro dato relevante es que el público-cliente que había en la tienda era, en un elevadísimo porcentaje, de origen foráneo. Vamos, que estaba lleno de magrebíes, pakistaníes, indios y sudamericanos. El que quiera tacharme de racista es muy libre de hacerlo, pero solo me limito a dar datos objetivos. ¿Estoy diciendo yo que éstos eran unos salvajes? No, también vi españoles (canis en su mayoría) comportándose como bestias. Eso sí, las personas que vi probándose prendas delante de todo el mundo eran magrebíes y sudamericanos (y en ambos casos, hombres).
Finalmente comentaros que la tienda de la parte alta está mucho más ordenada y que la mayoría de clientes que allí suele comprar (o no), que yo lo he visto, son españoles y guiris (extranjeros, en su mayoría europeos)
Cambiando de tema, el domingo vimos la Final de la Eurocopa en casa de D. y J., acompañados por J. y M. y los niños de todos. En total éramos 6 adultos y 17 niños (vino un amigo de S., hijo de D. y J.), sino "solo" serían 16. Os dejo una imagen que -parcialmente- recoge el espectáculo. En ella aparecen Q. con una camiseta de la selección española con el número 9 a la espalda y el nombre de ... ¡Torres! Sí, lo sé, me he pasado toda la Eurocopa machacándolo (a Torres), pero se la regaló un tío suyo a P. después de la Eurocopa de 2008 (por eso ahora le cabe a Q.). A su lado, con un disfraz de vaquero (chaleco marrón) está S. A su lado, con una camiseta del Sevilla y unas letras (él decía que como no tenía una "del España", se ponía una "del Sevilla") está JP. Al lado de éste, con una camiseta de "el Niño" (no Torres, por favor), está Mi. y detrás, con una sudadera azul con capucha, P. Bueno, después de tanta pista, este blog es un poco menos anónimo.
Y para acabar, otra imagen. Esta vez es de la nota que ayer me dejó S. Le ha dado por escribir y pone cosas como ésta: "Papa tastimu". Vendría a ser un "Papá, t'estimo", que traducido al castellano es "Papá, te quiero" Baboso que es uno.
Lamento que no fueras a la sección de ropa interior, Páterfamilias: el blogreportero ha de llegar al fondo de la noticia, por muy cani que sea.
ResponderEliminarSimpático lo del partido. Creo que tus vecinos italianos no pudieron pitar mucho.
Bonito lo del papel. Cuando murió mi padre descubrimos, entre sus cosas, una caja donde había guardado durante años y años este tipo de notas de mis hermanos y mías, desde que eramos niños hasta que nos fuimos de casa. Es tiempo de empezar la colección.
Me aúno al reclamo de Fernando, queremos el blogoreportaje completo jajaja
EliminarHe de decir que como sudamericana no me siento ofendida, porque aquí también tenemos gente huachafa (tus canis) así que no pasa nada, eso ocurre en todos lados. A lo mejor, en la parte alta no es que todos sean europeos, lo que pasa es que los sudamericanos no llevamos ticket en la frente y usualmente no saben de dónde somos. A mí en Chile, me preguntan si soy de Santiago, en Argentina que si de Buenos Aires, en Guayaquil, que si de Quito y en mi propia ciudad me preguntan que si soy española o de qué país soy.
ResponderEliminarA veces uno piensa que por el color de la piel alguien es de un sitio o de otro, te sorprenderías. A mí me pasó con un cura, yo lo oí la primera vez y salí fastidiada de allí diciéndo algo así como esto "qué se ha creído ese cura, tremendo cholo (peruano típico, digamos de color marrón como dicen los niños) y hablando como español". Lo comenté y (luego de reirse) me dijeron que no, que el cura no era cholo, que era español por los cuatro costados y que el color se debía (quizá) a alguna mezcla mora. Yo me quedé de piedra, así que desde ahí, yo mejor le pregunto a la gente ¿de dónde eres?
(esto me salió como un post: MENOS MAL QUE NO ME SENTÍ OFENDIDA jajajajaja)...
...
A mí cuando mi niño me pone esas cosas me dan ganas de comérmelo a besos, pero no se me ha ocurrido (idiota que es una) hacer lo mismo que el papá de Fernando, aún estoy a tiempo.
¿Cómo lleva S la varicela? ¿ya contagió a todos los chicos del barrio? jajaja...
Gracias por mostrarnos a tus niños, yo me he hecho una idea de lo adorables que son... aunque usen gayumbos en la piscina :-P
Yo sólo entré al Primark y salí espantada. Estará muy barato pero la calidad es como de mercadillo. Qué monos los niños viendo el partido y la nota es como para comérselo. Como decía mi padre: cuando son pequeños te dan ganas de comértelos y cuando crecen te arrepientes de no habértelos comido.;) Un beso.
ResponderEliminarPrimark también hay en Madrid. Yo no he estado nunca, pero mis sobrinas sí (bueno, mis sobrinas van a todas partes donde se venda ropa). Ellas le llaman el sitio de los rumanos, y quieren que yo vaya con ellas un día para reirse de mí (no soporto las aglomeraciones).
ResponderEliminarTengo entendido que al lado de la rumana te encuentras a la Pitita de turno. Y me lo creo. Voy a ir un día y a competir con tu post. Te avisaré.
(Qué mono lo de testimu)
Lo de Primark es increíble.
ResponderEliminarEs cierto lo que dices. En Madrid he llegado a ver una mujer musulmana con 5 si cinco bolsas de esas que coges a la entrada metiendo cosas dentro como una poseída y llevárselas a los hombres que iban con ella y se lo probaban en una esquina de la tienda.
Si te sirve de consuelo he estado en una en Londres y es igual, cantidades ingentes de personas de todo tipo y condición.
La familia preciosa. Un lujo completo. Felicidades.
Lo qur tú haces con las notas, yo lo hago con el arbol de navidad.
Besazo
Sobraba la advertencia. Describes lo que has visto, guste o no. Y es algo que percibo enmi isla. Hay tiendas a las que o acudes nada más abrir, o a las dos horas o elmespectáculo es bochornoso. Es cuestión de educación. He visitado grandes almacenes en varias ciudades americanas, y te aseguro que, desde primera hora hasta la última, el,orden y la rectitud de los posibles compradores era la tónica general.
ResponderEliminarQue maravilla cualquier acontecimiento que junte a niños y grandes, un placer dejarnos ese huequitompara "veros"
Bueno, pues a mí me encanta Primark. Pero claro, es que siempre he ido en días entre semana, a la hora de comer, y en centros comerciales en las afueras, así que mi "visión" del asunto creo que no vale ;) Pero de verdad he encontrado auténticos chollos.
ResponderEliminar¡Yo también vi el partido más o menos así! En un club al que normalmente vamos, todos los niños con banderas, vuvucelas, equipaciones etc., y todos, mayores incluídos, pintados (unos mejor que otros, Leles). Lo pasamos muy bien, y decirte que, ahora que lo has explicado, ¡por fín pongo cara a tus hijos!
Lo de las notas, pues como ya casada me encontré varios dibujos míos, tengo montooooones de dibujos de mis niños guardados. Cada vez que me han hecho alguno que medio mereciera la pena, le he puesto la fecha, y ¡al cajón!. También tengo guardada alguna nota personal, cartas a los Reyes o al Ratoncito Pérez etc. Lo que no tengo, aunque lo leí en su momento, es un "diario de gracias". Vaya, escrito en alguna libreta las ocurrencias que tienen los niños. Cuando lo leí me entusiasmé y escribí un par de días. Luego lo fuí dejando, y ahora me arrepiento un montón :(( Algunos de vosotros todavía estáis a tiempo.
P.D.: Marga, aquí va el post número dos comentando al principal ;)