jueves, 30 de agosto de 2012

Cuando no se sabe de fútbol

El otro día, P. y yo fuimos a Blanes a pasar la ITV de nuestra furgoneta (verde). Como salimos con tiempo suficiente, al pasar por Lloret de Mar le propuse a P. parar en unas tiendas típicas para turistas que exhibían camisetas de equipos de fútbol. No entraré a discutir si eran auténticas o no (por el precio lo dudo) porque no es el objeto de esta entrada.

Entramos en la primera de las tiendas y rápidamente salió a nuestro encuentro un ciudadano paquistaní (no sabría deciros exactamente de qué región) que, al vernos mirar unas cuantas camisetas, nos preguntó qué buscábamos. Intentamos quitárnoslo de encima con un educado "Estamos mirando", pero él pareció no entenderlo (mentira cochina, hace como que no lo entiende) y siguió agobiándonos. Le pregunté si además de camisetas del Barça y del R. Madrid tenía alguna más y me señaló las de otros equipos extranjeros. "No, no de España" y va el listo y me saca una de la selección. "No, ¿no tienes camisetas de otros equipos de la Liga española?" Si ya me estaba molestando el dependiente con su acoso, se ganó definitivamente mi antipatía cuando con una sonrisa boba me dice "¿Qué otros equipos hay?" P., que estaba pasando del dependiente y miraba camisetas, y yo contestamos al unísono "¿El Sevilla?" Y nos fuimos de esa tienda. Mientras nos íbamos acerté a oír cómo el dependiente preguntaba a otro si tenían camisetas del Sevilla. 

Llegamos a la segunda de las tiendas, situada al lado de la anterior, cuando otro dependiente paquistaní (puedo prometer y prometo que no era el mismo) nos pregunta qué queremos. Intentamos esquivarlo con el clásico "Estamos mirando", pero como al anterior, esta frase parece no afectarles lo más mínimo, porque se quedó a nuestro lado enseñándonos camisetas. Le pregunté si tenía camisetas de otro equipo español (que no fuera el Barça o el Madrid) y me dice "Del Espanyol, no". "No, no, de otro equipo español" e insiste "No, Espanyol, no". Hartos de tanta incultura futbolística, decidimos irnos de allí, mientras el tipo nos perseguía diciendo que no tenían "del Espanyol no, pero sí de España" Lamentable.

Las siguientes tiendas las miramos desde fuera sin ganas de entrar al comprobar la nacionalidad de sus dependientes y el miedo a sufrir un acoso sin cuartel por parte de los mismos.

P. y yo comentamos lo molesto que resulta esa agresividad en el trato hacia sus clientes y llegamos a la conclusión de que quizá con los extranjeros resulte eficaz, pero con nosotros y con la mayoría de la gente que conozco, no.

Pero si grave es eso, peor aún es que unos ciudadanos del mundo (os aseguro que no eran virtuales, sino reales) dedicados al comercio y que de entre sus productos ofrecen camisetas de equipos de fútbol, no solo no tengan la camiseta del Sevilla, sino que ni siquiera parecían conocerlo. A punto estuve de preguntar por el propietario del establecimiento y advertirle de la sabandija que tenía por empleado, pero temí por su puesto de trabajo, vi una familia detrás de ese ignorante y no di el paso. Bueno que es uno.

Tras pasar la inspección del vehículo, volví a casa a descansar con mis bermudas favoritas.


Por si no se lee bien, debajo del escudo del más grande equipo del mundo, pone "Somos de todos". A punto estoy de añadir a boli "menos de esos paquistaníes indeseables", pero creo que estropearía las bermudas.

12 comentarios:

  1. Uyuyuyyyyyy, yo sé de uno que no se ha relajado lo suficiente durante las vacaciones...

    Pater, en primero de Economía a uno le explican una cosa muy sencillita... la ley de la oferta y la demanda...

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    1. jajajajajaja Sí, me he relajado mucho.

      Ah, es que yo no estudié Económicas, aunque también hay una cosa que se llama sentido común (y eso no se enseña en ninguna Universidad) ;-)

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    2. A ver, Pater, si yo tuviera un negocio de souvenirs, de espacio limitado, en Barcelona... y tuviera que decidir qué camisetas truchas (porque en eso estamos de acuerdo, son truchas truchas) puedo tener a la venta en mi negocio... y encima soy inmigrante (que seguramente jamás en mi vida había oído hablar de fútbol antes de venir a España, eso sí, pregúntame lo que quieras sobre criquet)...

      ...Obviamente tendría las del Madrid, las del Barca, la de España y la del Espanyol. Y ya.

      Eso sí, si te consuela, seguro que en la capital hispalense, las tiendas de chinos o de pakistaníes tienen camisetas del Sevilla... y del Betis, claro... ejem, ejem...

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    3. ¡Jo, veo que no se pilla la ironía de mi entrada! :-(

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  2. Quizá en la zona no haya mucha demanda de productos de tu gran equipo, Páterfamilias. Maldito nacionalismo.

    Felicidades por las bermudas. A simple vista se ve que son de las auténticas.

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    1. Bueno, la entrada era en tono jocoso. Ya sé que por aquí es difícil encontrarla, peor para ellos ;-)

      Sí, las bermudas son auténticas. Me las regalaron hace poco.

      Me alegro que estés de vuelta.

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  3. ¡¡jajajaja pobre!! Yo lo del acoso de os dependientes lo sufrí la última vez en Fuerteventura y casi me pego con uno de una perfumería. Creo que también eran paquistanies, es horrible.
    Con respecto a la camiseta, pues bueeeeno es que es imperdonable que no conozcan al mejor equipo del mundo ¡¡¡joder!!! :P
    Besazo

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  4. qué bien te sientan las vacaciones y las bermudas!

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    1. Gracias, Marta. Explícaselo a MadreYMas, que no sé si lo ha entendido ;-)

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  5. Hombre, se ve que no te entendían. La próxima vez búscate una tienda de marca de verdad, preferiblemente en Sevilla.:) Un beso.

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