jueves, 3 de febrero de 2011

Invadidos por la informática

A raíz de mi experiencia en la compra de un disco-duro-con-reproductor-multimedia, me dediqué a pensar cuándo y cómo entró la informática en mi vida. Y, la verdad, soy incapaz de contestar ambas preguntas. Lo que sí tengo son recuerdos varios de mi experiencia en el asunto.

Como cuestión previa, cabe señalar dos cosas. La primera de ellas es que no soy un experto (ni siquiera aficionado) del tema (estaría en aquel gigantesco grupo que formamos los que tenemos un conocimiento "a nivel usuario") y, la segunda, que observando a cualquiera de  los niños de hoy en día (lo veo con mis hijos) hay una desigualdad abismal entre las dos generaciones.

Soy incapaz de recordar cuándo fue la primera vez que oí el término "informática", pero mis recuerdos se sitúan en una asignatura optativa de mi etapa escolar. Evidentemente, yo no opté por ella. Tuve mis dudas, pero éstas se disiparon rápidamente cuando averigué que no se trataba de probar juegos, sino de "programar" (¡guau!, programar, pensé)

Recuerdo también cuando en casa entró un "ordenador". Era un Sinclair ZX Spectrum y el (único) uso que hacíamos del mismo era para jugar. Todavía recuerdo el sonido que hacía cuando, una vez conectado al televisor, lo encendías. Aquello era el "no-va-más", podías jugar a aquellos juegos que antes sólo veías en los Salones Recreativos que, dicho sea de paso, no frecuentaba.

Pasó el tiempo, nos hicimos mayores y ya en mi época universitaria, mi padre compró un Macintosh, de Apple. Era el ordenador de casa (ahora es algo habitual, pero en aquella época sonaba muy bien). Lo usé en alguno de mis trabajos y para archivar documentos. Allí empecé a conocer a ese selecto grupo de fanáticos ("frikis" se llaman ahora) de Apple. La mayoría de ellos preferiría morir a tener que usar un dispositivo de cualquier otro fabricante.

Ya en mi primer trabajo profesional tenía mi propio PC, vamos que no viví la época de redactar demandas en una máquina de escribir con papel de copia. Una suerte, la verdad.

A partir de ahí, la velocidad con la que la informática en general pasó a ser parte de nuestras vidas es impresionante. Yo mismo me sorprendo (de mi mismo) cuando en una conversación cualquiera utilizo términos como "software", "icono", "dispositivo", "usb", "web", "e-mail", "blog", "periodismo digital", "arroba", "facebook", "mouse", "Intro" y un largo etcétera. Haced la prueba, he puesto esta lista de palabras a medida que iban brotando, sin ningún orden preestablecido. Veréis que ahora forman parte de nuestro vocabulario habitual.

A veces pienso que aquellas películas de ciencia-ficción que veíamos de niños y que -yo al menos- pensaba que eran una exageración fruto de la imaginación sin límite del director, se harán realidad y, no sé, tendremos un robot que nos ayude a ... lo que queráis.

1 comentario:

  1. Está muy bien reflejado, Paterfamilias. Hemos tenido la suerte de vivir una revolución, supongo que dentro de unos siglos se estudiará nuestra época como una étapa de cambio profundísimo. Somos afortunados de vivirlo, aún a costa de no ser expertos en infórmatica, como les pasa ahora a los jóvenes.

    Yo empecé a ser usuario de informática en la oficina, y recuerdo que aquellas pantallas negras, luego azules, con la regleta del F1, F2, nos parecían un adelanto asombroso: lo eran. Luego vino el ratón, las pantallas intuitivas, ..., todo.

    Sí, somos afortunados de haber vivido este cambio histórico.

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