Hoy el Sevilla FC se juega el último cartucho que le queda para permanecer en una competición europea. Tiene una cita (dentro de un rato, a las 18 h, hora española) dificilísima en Oporto. Juega contra el anfitrión, uno de los mejores equipos de Europa actualmente, con el resultado de la ida en contra (1-2). Es decir, el Sevilla debe marcar dos goles para seguir soñando.
Desde que la semana pasada jugaran en el Sánchez Pizjuán y el Sevilla cosechara un pésimo resultado e injusto con el juego desplegado por uno y otro equipo, no me he hecho ilusiones. Es más, daba por perdida la eliminatoria y así me evitaba más disgustos. Sin embargo, desde ayer, tengo otra vez dentro ese gusanillo propio de las grandes citas. Hay algo dentro de mí que me dice que podemos hacer la "machada" y dar la vuelta a la eliminatoria. Me da un poco de rabia porque el tortazo puede ser descomunal, pero en el fondo reconozco que me gusta. Eso es señal de que estamos ahí.
Faltan unos cuantos minutos para que empiece el partido y los nervios se apoderan de mí. Estaré en el despacho intentándolo seguir a través del ordenador y con la espada de Damocles encima porque hay una clienta que me ha "amenazado" con pasarse esta tarde por el despacho a traer unos documentos y otra que me pidió hora para hoy a las 19 h. Mira que hay momentos ...
(Son las 22:53 h y el partido hace unas horas que ha acabado. El Sevilla ha ganado 0-1, pero el resultado es insuficiente: el Sevilla está eliminado de la Europa League. ¡Qué le vamos a hacer!)
(Son las 22:53 h y el partido hace unas horas que ha acabado. El Sevilla ha ganado 0-1, pero el resultado es insuficiente: el Sevilla está eliminado de la Europa League. ¡Qué le vamos a hacer!)
Anímate, Paterfamilias, ojalá todos los males fueran como éste.
ResponderEliminarAhora ¡a por el Atleti el sábado, a asegurarse la plaza en UEFA (por lo menos)!