Ayer, una vez más, pasé todo el día en Barcelona y puedo decir que resultó provechoso.
Sin embargo, quería escribir sobre un tema que ya en su día me llamó la atención y que ayer se agudizó. Desde hace tiempo existen en mi ciudad (y en otras) unos contenedores de recogida de ropa usada. Cuando empezaron a proliferar, éstos eran metálicos pintados de color amarillo o de madera y, a pesar de su novedad, enseguida supimos que se trataba de una iniciativa solidaria de ayuda a los más necesitados. Pasó el tiempo y esos contenedores (u otros, no lo sé) pasaron a ser de color naranja con una inscripción que decía "Roba amiga" (no que le quites algo a tu amiga, sino "Ropa amiga" en catalán). Evidentemente, la buena fe con la que la mayoría de la gente actúa te lleva a pensar que la finalidad de esos contenedores es la misma que los anteriores.
Hace unos meses, un amigo me comentaba que estaba colaborando con otro en el vaciado de esos contenedores. Me contaba en qué consistía este trabajo y, como si nada, me dijo que la llevaban a un almacén situado en Barcelona donde se seleccionaba la que estaba en mejor estado y de ahí pasaba a una tienda en la que se vendía como ropa de segunda mano. Me quedé muy sorprendido y convencido de que se había equivocado, cuando, repreguntado sobre su fin, me confirmó que se vendía en tiendas de ropa de segunda mano.
Ayer, en Barcelona, pasé por una de estas tiendas y vi a una de esas furgonetas entrando en el almacén de ésta para vaciar los kilos de ropa que -estoy convencido de ello- la gente deposita allí creyendo que hace una obra de caridad. Ya sé que con esa iniciativa se crean puestos de trabajo y otra serie de beneficios para la sociedad, pero me parece que la mayoría de la gente que deposita la ropa (normalmente en buen estado y prueba de ello es que se vende después) lo hace convencida que su finalidad es otra.
En definitiva, esa ropa que entregamos convencidos de que se va al llamado tercer mundo (o aquí al lado, que estamos igual de necesitados) resulta que la recoge alguien que se lucrará con su venta. Es decir, esta actividad le producirá unos beneficios sin haberse gastado nada.
El que lo entienda que me lo explique.
A ver si al final resultará que "Roba amiga" significa lo mismo en catalán que en castellano.
La calle está llena de jovencitos -y jovencitas- vestidos de colores y que venden suscripciones a instituciones varias, unas conocidas y otras desconocidas ... siempre me pregunto en qué medida en algunos casos pueden estar abusando de la inclinación humana a la solidaridad.
ResponderEliminarCierto. Eso nos pasa a todos... vamos, creo yo
EliminarPater, a las personas con recursos limitados a veces les da apuro que les regalen la ropa. Si la pueden comprar a un precio asequible se les da dignidad. De todos modos, me gustaría saber si después de pagar a quienes organizan y seleccionan la ropa, alguien saca un partido económico sobre esta labor.
ResponderEliminarEsa era la intención de mi post y, sobre todo demostrar que la gente cree que a la ropa que allí deposita se le da otro destino.
EliminarCreo que incluso mucha ropa la llevan a otros países donde la venden. Sin duda, hay gente que se beneficia de ello. Un beso.
ResponderEliminarNo estoy seguro, pero no me extrañaría.
EliminarYo llevo la ropa a la parroquia para asegurarme de que acaba en buenas manos.
ResponderEliminarEs lo más seguro, eso sí.
Eliminarwww.es.robaamiga.cat
ResponderEliminarAquí lo cuentan.
Doble vertiente: social y medioambiental
Saludos y enhorabuena por tu blog.
Gracias por el enlace y por la felicitación
EliminarCaramba.
ResponderEliminarEso ocurre en el contenedor de mi parroquia. A veces pasas por delante y hay chicos rumanos metidos hasta la cintura, a ver qué sacan. Por un lado te da rabia, pero por otro piensas que a lo mejor lo necesitan más que la gente ayudada por Cáritas.
Si lo sacan para ellos, de acuerdo, pero si es para venderlo ...
EliminarA ver, de primera impresión dije: INDIGNANTE. Luego leí los comentarios y me calmé un poco.
ResponderEliminarPor un lado, creo que lo importante para una persona es dar, entregar algo, ser generoso es lo que te hace virtuoso. Lo que hagan con lo que des, ya no es (no debe ser) tu asunto, tú ya lo diste, con la consecuente energía positiva inyectada al mundo.
Lo que hagan ellos (los de la roba amiga, los del kilo de alimentos, los de cáritas, los que fueran) es su responsabilidad no solo ante el Justo Juez sino ante las personas necesitadas que no reciben lo que ya les pertenece.
¿Sabes qué te digo? que no me gustaría para nada ser uno de esos intermediarios, la carga negativa por no hacer las cosas bien (llámalo pecado, karma o negatividad) es demasiado alto y no compensa. Y el super esfuerzo que demanda hacer las cosas bien, ¿cómo lo compensas? Porque si lo tomas como un trabajo profesional, ¿cuánto es lo que debes ganar? ¿como un alto funcionario del gobierno alemán o como un trabajador español con sueldo mínimo? ¿Cuál es la línea que separa el aprovecharse de los recursos que están ahí y el justo pago por un trabajo esforzado y bien hecho?
Complicado...
Pues mirado como tú haces, pues es verdad, es complicado.
EliminarAqui Ingenieroquecomehuevosdehormigas (hembra):
ResponderEliminarAnte todo me alegro que haya resultado provechoso.
Pero me has "fotut" con lo de la "roba amiga" pues ayer mismo fui a echar unas bolsas con ropa mía y de los niños. Seguro que la tienda no es para fines sociales, para gente problemática?.
Gracias.
EliminarSí, sí, es así (ya he publicado una aclaración en mi siguiente post)
Yo, la que sirve y está en buen estado, la llevo a la iglesia. Y la que voy a tirar, la dejo en el punto limpio. Nunca he pensado nada más allá.
ResponderEliminarY haces bien, tanto en dejarla en esos sitios, como en no pensar más allá ;-)
EliminarPues a mí tampoco me ha gustado nada la idea :(
ResponderEliminarA ver, si quieren ser solidarios, ¿dónde va el dinero que se obtiene de esas ventas? Desde mi punto de vista, debería ser gente que trabajara sin remuneración alguna, igual que hay gente en Cáritas que se dedica a clasificar, ordenar, etc. la ropa que llega a sus manos, y luego, a entregarla al que lo solicita. Es cierto que si se paga algo, aunque sea ridículo, a lo mejor la gente se siente más "digna", pero es que me parece que no están los tiempos para esas tonterías.
Y hablando de ropa usada, hay algo que no entiendo. Yo normalmente, la ropa que se le queda pequeña a mis hijos, la doy a quien sé que la necesita. Y hay veces que amigas me han ofrecido cosas, bien de uniformes o similares, que a mí me venían bien y las he aceptado. Pero tengo gente alrededor que no lo hace, parece que es que lo tienen que comprar y tener nuevecito porque si no, pues no queda bien. ¿Alguien que me explique el lado malo de reciclar cosas de conocidos?
Uf, si te contara yo el circuito que recorre ropa de mis hijos (y sobre todo uniformes). Hay tantas familias implicadas ... y no solo familiares, también amigos.
EliminarYo tampoco entiendo a esos que no la aceptan estando en buen estado. Allá ellos.
Complicado pasarte la ropa de S. para Martín porque al ser el pequeño, ha heredado un montón. ;-)
ResponderEliminarMe parece perfecto lo que haces.
Los beneficios de las tiendas van destinados a fines sociales! A parte de dar trabajo a personas en riesgo de exclusión socual. Podéis informaros aquí, saludos!
ResponderEliminarw110.bcn.cat/portal/site/MediAmbient/menuitem.7120b3cf16112e13e9c5e9c5a2ef8a0c/?vgnextoid=5471fdb88886a310VgnVCM10000072fea8c0RCRD&vgnextfmt=formatDetall&lang=es_ES
Todo es un fraude
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