sábado, 29 de septiembre de 2012

Me doy de mí

No sé si es que me estoy volviendo vanidosillo o es que la situación ya empieza a ser preocupante, pero lo cierto es que debo tomar una determinación lo antes posible. ¿Hago algo? Y si lo hago, ¿cuándo empiezo?

En mi vida me había encontrado en esta situación: he engordado. ¿Cuánto? Ni idea, ni me pesaba antes y ahora me guardo muy mucho de hacerlo. ¿Y cómo lo sé? Pues, aunque sea de letras, soy capaz de detectar ciertos indicios, inequívocos por otra parte, de que mi cuerpo se está dando de sí. Alguno de estos síntomas son:

- Cada vez que me encuentro con un amigo (es siempre el mismo), me dice "Estás más gordo" No, no me molesta que me lo diga, simplemente me toca los c......, pero como es tan majo, no se lo tengo en cuenta (el próximo día le soltaré una ...)

- La ropa no me sienta tan bien como antes. Estoy convencido de que a base de lavarla encoge. Aunque tampoco puedo fiarme mucho de mi criterio porque aún cuando voy a comprar pantalones y un/a dependiente/a me pregunta mi talla, le contesto que un 38. Si iba con A. me miraba con cara de pena y después, dirigiéndose el idiota preguntón, le decía, "quiere decir una 44". Si iba solo, el meteme-en-todo, me miraba con incredulidad y contestaba con un "¿Perdón?", dando a entender que quizá me había equivocado.

A veces, al ir a acostarme me siento "magdalena". Tengo calzoncillos (boxer, siempre boxer) que la goma superior arruga la tela de la prenda en cuestión y al quitármelos por la noche, me dejan unas marcas en la piel igualitas a una magdalena cuando le quitas el papel.

- El imitar a una mujer embarazada me sale muy bien y con muy poco esfuerzo. Ojo, no es una barriga cervecera, lo que pasa es que mi vientre ya no es plano y si antes ya la imitaba bien con el simple gesto de "sacar barriga" y pegar las palmas de las manos en las lumbares, ahora es más fácil.

- Mi estilizada figura ya no lo es tanto. Vamos, que tengo unos michelines que han decidido acompañarme permanentemente. Si antes, cuando iba por la calle, el murmullo que me acompañaba era porque la gente, al verme, comentaban entre sí "¿Has visto qué figura?", ahora me acompaña el silencio.

- Sudo más. El hecho no es alarmante porque los que somos cuerpo glorioso sudamos colonia, pero el aspecto puede llevar a que alguien se lleve una imagen equivocada de mí.

- Cuando juego a padel ya no llego a todas las bolas. Bueno, nunca lo he hecho. Quiero decir que cuando juego a padel llego a menos bolas. Esa transformación de mi cuerpo serrano quizá tenga algo que ver, pero tampoco se trata de deslomarse por una pelotita amarilla. Además, para eso ya tengo un compañero, ¿no?

A ver, tampoco hay que exagerar. Todavía voy andando, no rodando, a los sitios, los del departamento de marketing de Michelin no me han llamado para ofrecerme ser la imagen de su nueva campaña, sigo entrando de frente en cualquier habitación... Además, cuando le pregunto a A. si me ve más gordo siempre me dice "estás guapísimo"

Es posible que haya llegado el momento de hacer un poco de régimen. Creo que primero me pesaré y teniendo en cuenta la altura (¿va así?), veré cuántos kilos debo perder.

Suerte que la báscula no es de aquellas que una voz decía tu peso. Imaginaos por un momento que me peso y se oye "Por favor, de uno en uno"

19 comentarios:

  1. Todos hemos pasado por ahí. Pero es bueno cuidarse: el pan, las bebidas con gas, la mantequilla, ... muchas veces más que dietas lo que viene bien es controlar los usos alimenticios.
    Te lo dice alguien que llegó a pasar de los 100 y tuvo sustico.
    A ver si le ganais al Barça.

    ResponderEliminar
  2. Bibendum. Se llama Bibendum.

    Ja, ja, ja, ja!

    (tiene razón Modestino. Menos cocacolas)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así que Bibendum. No tenía ni idea. Gracias, amiga francófila

      Eliminar
  3. Aquí Ingenierocomehuevosdehormiga (hembra) des de Brasil.

    Primero de todo: bienvenido al club. Sé de un remedio muy eficaz: tener unos amigos cabroncetes que te regalen un salto en paracaídas. El peso máximo es de 90 kgs y lo conseguí, 88,7 kgs, aunque tuve que cancelar el salto para venir a las tierras que nos repartimos con los portugueses en Tordesillas.

    Ah, por aquí comen como bestias,... Y les estoy yendo a la zaga. Al volver tendré que seguir la dieta, no hace falta descubrir la sopa de ajo:

    Comer menos, limitar comidas guarras y hacer mucho ejercicio.

    Y no discutir con la mujer, yo no lo hago nunca.... ;-)

    Bueno, el partido de hoy quizá haya contribuido a bajar algunos gramillos con los insultos que habrás proferido a Mateu Lahoz y Cesc.

    Una abraçada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajaja. Lo del paracaídas ni se me pasa por la cabeza, la verdad. Lo de cuidar la alimentación, pues nada, habrá que ponerse.

      A ver si el viernes llegas a tiempo para vernos

      Eliminar
  4. La cruda realidad. Uno de los efectos de la madurez. Hay que pasar algo de hambre, moverse muchísimo y, lo poco que se coma, que sea sanísimo. Vamos, un asco. Pero hay que ponerse "en peso" antes de pisar edades màs avanzadas, pues se harà màs complicado perder gramos.
    Al final llegas a un acuerdo entre tu cuerpo, la comida y la ropa. ;)😄😃😀

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero alcanzar ese acuerdo. De momento, las posturas, parecen distanciadas

      Eliminar
  5. AyyyyyyPater! ahora me caes más muchísimo mejor, esos kilos de más nos unen; un palo sí, porque ya hay que cuidarse para el resto de los días...y dile a tu amigo que no sea taladro, en el mundo femenino no se admiten estos comentarios!
    Un abrazo de sacarina!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que... yo no tengo.

      Era simple (fina) ironía...

      Eliminar
    2. ¿Sacarina? La probé un día y ... andevasaparar

      Explícame eso de que ahora te caigo mejor. ;-)

      Anónimo (ingenierocome ...), creo que ha habido un malentendido y que Marta llama taladro al amigo que cada vez que me ve me dice que estoy más gordo

      Eliminar
  6. Normal, Pater, normal... es que pasar por 6 partos tiene estas consecuencias... :)

    La prueba de fuego es el cinturón. Es un arma maldita que se empeña en recordarnos los kilos que vamos engordando...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tú sí que sabes M&M.

      Eso, el cinturón tiene mucha culpa

      Eliminar
  7. Con la edad todos nos vamos redondeando. Sólo ten cuidado de no pasarte. Un beso.

    ResponderEliminar
  8. Lo importante es el interior de los seres humanos, nuestra belleza interior, Páterfamilias.

    Al menos, eso hemos pensado siempre los feos.

    ResponderEliminar
  9. Insisto... hablar de estas nimiedades no llevan a ningún sitio :P
    Besazo

    ResponderEliminar

Recuerda que es un blog para todos los públicos. Si vas a dejar tu comentario, procura que no sea ofensivo ni de mal gusto, así como que sea respetuoso con las opiniones de los demás. Muchas gracias