Soy de la opinión de que en lo que respecta a la educación de los hijos cada uno hace lo que (buenamente) puede. Existe gente que se dedica a dar consejos (aunque no se los pidas) acerca de cómo es preciso actuar ante una u otra situación. Otros van más allá y simplemente se limitan a corregirte cuando creen que has hecho algo mal. Espero no haber caído nunca en ninguna de estas dos situaciones.
Sin embargo, como en la mayoría de las cosas en la vida, existen unos mínimos que cualquiera está capacitado para entender porque son de sentido común (ya sé que es el menos común de los sentidos, pero bueno). Otra cosa es que luego quieras hacerlo, pero saberlo, (casi) todos lo sabemos. Por ejemplo, sabemos que a un niño hay que educarlo en recoger su cuarto después de haber jugado, pero eso nos lleva más trabajo. Es mucho más fácil recogerlo uno mismo que intentar que sea tu hijo el que lo haga. Por lo visto yo soy de los que tiendo a actuar así, según me ha hecho saber en más de una ocasión A. Y seguramente tiene razón. Está claro que yo debo ser de esos "comodones" que prefiere recoger los juguetes a tener que "pelearse" con el niño para que los recoja.
Ayer, durante otra barbacoa (ya lo sé, Modestino, esto no debe ser bueno), hablábamos sobre casos de "educadores familiares" (esta expresión, reconozco, ya me cuesta asimilarla) que, como su nombre indica, se dedican a aconsejar o enseñar a otros cómo afrontar la educación de sus hijos y mientras tanto, su casa es un desastre. Gracias a Dios son pocos los casos, pero, como las meigas, "haberlos haylos". Os puedo decir que, de verdad, da pena, mucha pena. Los pocos casos que conozco son gente buena que, animados por un noble instinto de ayudar a los otros, han descuidado lo más próximo. Además, si hablamos en términos estrictamente marketinianos, es un auténtico desastre porque, el que conoce esa situación, automáticamente piensa (modo ironía ON) "Sí, sí, ya veo lo bien que va esto que nos cuentas, sólo hace falta ver a tu familia" (modo ironía OFF)
Ya me estoy enrollando otra vez, cuando lo que quería contaros (y me ha dado pie a esta entrada) es la situación de la que he sido testigo directo este mediodía. Iba yo por la calle con mi camisa de manga larga, mi corbata y mi americana cuando he visto a una mujer con sus dos hijos pequeños. La mujer tendría treinta y pico años y los niños 3 y 5 aproximadamente. Estaba ella apoyada en una pared (supongo que descansando un poco de este calor que, a tenor de los comentarios y noticias en la tele, nunca antes habíamos tenido) y el pequeño de sus hijos se alejaba de ella. La madre le decía, "Ven para acá" y el niño -lógicamente- ni caso. La siguiente frase de la madre ha sido "Ven pacá o no vas a Eurodinnei". El niño, ni caso. Es entonces cuando la madre, con un absoluto desprecio del sentido común o en una muestra de su agotamiento psíquico, le ha dicho "Ea!, yastá, no vas a Eurodinnei. Ehtáh castigao". El niño, como quien oye llover, ni se ha inmutado.
Ya sé que el primer pensamiento que os viene a la cabeza es que cualquiera va a Eurodisney (yo también me he preguntado lo mismo, pero ha quedado inmediatamente contestada al recordar que nosotros no hemos ido). Pero, por favor, no dejéis que el árbol os impida ver el bosque (tenía ganas de escribirlo, lo siento), lo preocupante de esta situación es que la mujer le soltara eso a su niño. ¿Alguien en sus cabales cree que el niño obedecerá ante tal amenaza? El niño en cuestión -que está en sus cabales- ha sido el primero en no creerse a su madre.
Lo que decía, sentido común.
Es cierto también que es mal fácil verlo en cabeza ajena que en la propia, pero ese es otro tema.
Por supuesto, primero dejar claro que en muchas cosas yo seré de esas de "mira quién me va a aconsejar", pero me voy a permitir dar mi opinión acerca de dos puntos. Primero, respecto a las amenazas. Algún buen psicólogo dijo una vez, seguro que hace ya mucho tiempo, que no amenaces con algo que no vas a cumplir. Esto yo lo intento siempre; el problema es cuando me sacan de mis casillas, y mi "amenaza" consiste en no jugar a la NDS en un mes, o sin tele dos fines de semana. No es que no quiera cumplirlo, es que se me olvida :(
ResponderEliminarY el otro punto que quería comentar es acerca de la sinceridad. Igual que no me gusta amenazar con mentiras, no me gusta mentirles con algo que les gusta para que se callen. Véase el ejemplo:
- Mamá, ¿podemos ir a casa de X?.
- Si, claro, luego (pensamiento real: no te lo crees ni tú, con la de cosas que tengo yo que hacer).
Pues ese tipo de cosas, yo no puedo hacerlas. Por una parte no me sale, por otra uno de mis hijos tiene una "libreta apuntadora de promesas mental" que no veas, pero sobre todo, quiero que aprendan que no les miento. No sé qué se gana diciéndoles a todo que si, para luego no cumplirlo. Creo que lo único que se consigue es que los niños pierdan la fé en sus padres.
Recuerdo hace unos años, cuando entre unos cuantos matrimonios que andábamos juntos, una de las madres les prometió a todos los niños que si, que saldríamos más tarde a tomar algo juntos. Una hora después su teléfono ardía, todos los padres, hartos ya, habíamos dicho a nuestros hijos que llamaran a esta madre y que ella se encargara de decirles la verdad. A partir de ese día expliqué en casa que qué preferían, y me dieron la razón.
¡Otro tocho!.
Qué bien le va a este post la etiqueta "ufff", Pater. Así, como quien no quiere la cosa (¿o sí?), has dejado caer verdades como puños, ideas que también comparto.
ResponderEliminarIntuyo que estáis en el asunto de los COF's. Qué buenos recuerdos... No sé si tú lo ves igual. En realidad, Pater, son "moderadores". No es que dude de su preparación para orientar... pero su función es llevar a cabo una sesión participativa con la didáctica del método del caso. Y no hay más. Cuando se consideran a sí mismos "autoridad moral" para darte recetas que, además, no existen... bfff... La paja y la viga.
¿Vosotros tampoco habéis ido a Eurodinnei? Hala... que nos van a colocar en una vitrina con una pegatina en la frente que ponga "raras avis" jajaja... ¡Y sin trauma!
Un saludo, Pater. Gracias por las oraciones ...
Sara M, comparto tu comentario y a mi me pasan muchas de las cosas que ahí dices. A veces, hemos llegado al punto de no saber qué castigo poner porque somos de la idea de que tiene que ser uno que se pueda cumplir.
ResponderEliminarSunsi, la verdad es que la entrada no iba en concreto por los COF's. La mayoría de los que hemos hecho nos han servido y mucho (recordamos con especial cariño el primero de todos). ¿Podríamos hacer una quedada de los que no han ido a Eurodinnei? Tampoco creo que sea una locura, no seremos tantos ... ;-)
Pues yo también me apunto a la kdd...
ResponderEliminargracias por tu comment en el blog de ,248 www.248barcelona.blogspot.com , por error, lo he suprimido. saludos. / ,248
ResponderEliminar