Fin de semana cosmopolita

Este ha sido un fin de semana sueco y, para acabar, irlandés.

El sábado por la mañana estuvimos en Ikea con la idea de comprar un mueble estantería para el cuarto de los pequeños que sustituyera a una estantería que no acababa de cumplir con su función. Y ya que estábamos allí compramos un mueble para el ordenador que "pegara" un poco más con el resto del salón (vamos, algo menos cutre que el mueble que teníamos), unas cortinas y algunas tonterías más.

A A. se le ocurrió que sería una buena idea ir con JP y S, que para ellos sería como una fiesta. Al llegar, los "colocamos" en la zona infantil ("Bosque animado" o algo así se llama, aunque escrito en sueco que siempre queda más guais) y ahí empezó el drama: ¡había lista de espera!, como en la sanidad pública. Una vez operados colocados los niños, nos entregaron un "busca" y nos advirtieron que teníamos 1 hora para realizar las compras. Los más astutos sabrán que una hora da para visitar solo una parte de Ikea y si tenemos en cuenta que ayer se dio cita en ese establecimiento una muy importante parte de la población catalana, no sorprende que a punto de empezar a hacer cola para pagar se oyera por los altavoces un mensaje que decía "Los padres de JP y S. acudan a la zona infantil".

Como se hacía muy tarde comimos allí un perrito caliente que los pequeños agradecieron como si de un banquete se tratara. A. tenía razón, fue una fiesta para ellos.

Tras la odisea sueca y tras descansar un rato en casa, dedicamos parte de la tarde a montar ese mueble. Montarlo es lo de menos (salvo que hubo que usar una sierra para hacer un espacio a un inoportuno tubo de la calefacción), el problema es que, ya que lo montas, rediseñas la habitación (¡qué acertado estuvo ese publicista de Ikea con aquel slogan de "Rediseña tu vida"!) y aprovechas para tirar un montón de cosas inútiles.

Después tocó montar las cortinas. Esta actividad es uno de los peores castigos con los que te puedes encontrar. Pensar que si al llegar al infierno te nombrarán "cortinero" del averno y el hecho de no saber ni el día ni la hora, hace que uno luche mucho más por evitarlo. No me atrevo a colgar las fotos porque con tanto mueble Ikea estoy seguro que cuando uno vaya a Google y clique "decorar la casa con Ikea" o "catálogo Ikea", éste le redireccionará a mi blog y tampoco es eso.

Esta mañana ha tocado montar el mueble del ordenador y, la verdad sea dicha, ha quedado muy bien. Ahora estoy escribiendo esta entrada con el ordenador en su nuevo espacio y, no sé, parece que hasta voy más rápido.

Por la tarde hemos estado en casa de D. y J. quienes muy amablemente nos han invitado a una calçotada (sí, debemos ser de los primeros). Como sabéis, D. es irlandés, lo cual ha servido para rematar este fin de semana cosmopolita. Lo hemos pasado muy bien.

La BSO de hoy vuelve a ser de una película de dibujos animados, "Bee movie" y se trata de una versión de la conocida canción de los Beatles "Here comes de sun" cantada por Sheryl Crown.