lunes, 3 de octubre de 2011

La importancia del buen ejemplo

Está claro que los niños son como esponjas y absorben todo cuanto ven y oyen. Y, como en la mayoría de las cosas, eso en sí mismo es bueno ... o puede ser malo. Es ideal, por ejemplo, para aprender un idioma. Es bueno para recibir una buena educación. Un mal ejemplo, sin embargo, puede resultar nefasto. Sin darnos cuenta, ese niño que observa nuestro comportamiento va asimilando una serie de actuaciones que hará propias y las desarrollará como tales. Todos hemos oído esa frase que, referida a un niño, dice algo así como "Claro, lo que ve en casa"

Nuestros hijos, como todos los niños, han ido adoptando ciertos comportamientos fruto de lo visto o vivido en casa. De entre ellas cabe destacar su afición por el Sevilla FC. Mi familia política no se lo cree. Están convencidos que ha habido un "lavado de cerebro" porque viviendo en Cataluña es del todo imposible que un niño sea sevillista.

Estoy de acuerdo en que yo he puesto de mi parte, lo que discuto con ellos es lo del "lavado de cerebro". Quizá con el que más hice -conscientemente- fue con P., pero con los demás ya estaba todo ganado. Ellos han visto a su padre siguiendo a este equipazo, a su hermano mayor haciendo lo mismo, las peleas por coger al Sevilla cuando se juega a la Play, las equipaciones que de este equipo hay por casa, etc. Pues lo normal es que ellos también quieran serlo, ¿no? Además, habría que añadir el poco esfuerzo (libertad dirán otros equivocadamente) que A. ha hecho en este campo. Ella, que es del Barça, no ha hecho nada para que alguno de sus hijos sientan algún cariño por este equipo. Para no ser injustos, cabría decir que algo ha hecho: quejarse cuando ha visto que todos sus hijos son sevillistas ... hasta la muerte y, claro, ya es tarde.

Hablando de este tema, me ha venido a la cabeza una vez que P. cuando iba a P-3 o P-4 vino del colegio muy preocupado y me dijo "en mi clase no hay nadie del Sevilla". Mi reacción podría haber sido decirle que eso era normal porque no vive en Andalucía, pero no, lo que hice fue poner cara de sorpresa y decirle "¿Qué dices?, ¿en serio?" Mientras él iba asintiendo con la cabeza, le dije que vaya colegio raro al que iba. Imagino que no entendió nada, pero al menos no se sintió un bicho raro. Ayudó mucho el hecho de llevarlo a Sevilla a ver un partido cuando tenía 6 años. El día del partido se puso su equipación y cuando veía a un seguidor de nuestro equipo gritaba "¡¡Mira, uno del Sevilla!!". A medida que nos acercábamos y se veían a más seguidores ... "¡¡Mira. otros ... y otro ... y allí más ...!!" Estaba que no cabía en sí de gozo. Cuando entró en el estadio y vio la cantidad de sevillistas que había, casi lloraba de alegría. Después, y por mediación de un hermano mío, bajó al campo y se hizo una foto con todo el equipo.

El ejemplo no sirve sólo para los niños. Los adultos también toman nota de lo que ven y buena prueba de ello es la foto que ilustra este post. Creo que si clicáis en ella se amplía y podréis comprobar que se trata de unas cajas que A. compró para la ropa sucia y que se separa por "ropa de color", "ropa clara" y ropa blanca" y las etiquetas de ropa blanca y de color son equipaciones del Sevilla.


Por cierto -¡cómo no!- esas cajas las compró en ... ¡Ikea!


Nota.- Primogénito se ha comprometido a escribir una entrada (por aclamación popular) en un plazo no superior a dos semanas.


Psssss, ahora que no nos oye, tampoco os paséis con los piropos que al final ya sé cómo acaba esto: "Tu hermano sí que escribe bien, no tú, payaso. Anda, déjale el blog a él y dedícate a otra cosa"

4 comentarios:

  1. ¡qué letra más bonita tiene Agripina!

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  2. Jajajaja, pues entre la bonita letra de Agripina, y el buen hacer en la escritura de Primogénito, vamos a dejar al pobre Pater mal parado...
    En cuanto a lo de "lo que ven en casa", pues mejor di ¡lo que ven en el campo!. Porque vamos, si al niño en vez de esa cosilla que pusieron al lado de un famoso centro comercial (:P), lo llegas a llevar al Bernabéu, te aseguro que ya le podrías haber estado haciendo lavado de cerebro para el resto de su vida que no hubiera servido de ná. Sevillistas...

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  3. Sí, Tomae, muy buena letra. No es fácil saber teclear en el ordenador.

    Sara M. vamos por partes: existía (y existe) un gran estadio de fútbol en la ciudad de Sevilla. Después, al lado, construyeron un centro comercial.

    Al Bernabéu también lo llevé. Fuimos a ver, junto con A., Ma., y Mi. la final de Copa del Rey que el Sevilla jugó y ganó contra ... ¿el Madrid? Ah, no perdona, contra el Getafe. ;-)

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  4. Pobre Agripina!!! es más sufridora por el Sevilla que vosotros. Desde luego... no tenéis compasión, todos contra una. Y aún por encima es del Barça!!. ya le podéis hacer un altar en casa a la mejor A. del mundo.
    Pater... estás seguro que no hubo lavado de cerebro??? jajajajajaaja
    Bicos

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