Ayer tuve que asistir a un cliente del Turno de Oficio en una declaración ante el Juzgado de Instrucción. Se trataba de un cliente de nacionalidad argentina al que ya asistí en Comisaría allá por el mes de mayo de 2009. Recuerdo que por aquel entonces ya me dijo que tenía un abogado particular, por lo que no volví a acordarme de este individuo.
Pasados dos años y pico se ha demostrado que -por lo menos hoy- no tiene ese abogado particular. No sé si me mintió o ha ido a peor fortuna, pero lo cierto es que debía encargarme yo de su asunto.
Sin entrar en el fondo del tema, sólo os diré que mi cliente está imputado por un delito de allanamiento de morada. Según su versión (que dista algo de la realidad), él fue a un inmueble de su propiedad que habían "prestado" (firmaron un contrato de arrendamiento, pero bueno) a un conocido y empleado suyo para que pudiera residir allí con la condición de que debía abandonarlo en cuanto se lo dijeran porque estaba a la venta. Los hechos se remontan a abril de 2009 cuando mi cliente acudió a su piso para enseñárselo a un posible "comprador" (no era tal, sino un amigo suyo) después de haber quedado con el inquilino. Al llegar, llamó repetidas veces al timbre y como quiera que no abrían, utilizó su llave para entrar. En ese momento vio un bolso y otras pertenencias que hacían presagiar que allí había alguien. Efectivamente, al llegar a uno de los dormitorios, se encontró con una mujer (entonces "compañera sentimental" o no del inquilino), quien salió dando gritos. Ésta y el inquilino denunciaron los hechos.
Bueno, ya me he alargado demasiado. Quería contar otra cosa, pero antes debía situaros.
Me encontraba yo en el Juzgado esperando a que mi cliente llegara, cuando aparecieron dos hombres que hablaban entre sí y uno de ellos con un fuerte acento argentino, ¿sabés, no? Su actitud era un poco chulesca. Me dirigí a él y le pregunté si era Fulanito de Tal (en verdad no se llama así, pero por aquello del secreto profesional y por mantener el anonimato en el blog) y sorprendido me dijo que sí, preguntándome que cómo lo sabía. Lógicamente y por obviedad, me callé.
Le dije que recordaba que en el año 2009 me había dicho que tenía un abogado particular y si todavía lo mantenía (no fuera que yo me estuviera ocupando de los meros trámites y después llegara su flamante abogado y me pidiera la venia para comparecer en el juicio y ahorrarle un dinero a su cliente). Me dijo que no. Después, como quien no quiere la cosa me dijo que su " "ex" es abogado y, como aclaración, añadió "ya sabés, es medio persona" y sonrió. Lo cierto es que la bromita no me hizo mucha gracia, pero hice como que no había oído nada.
Al rato, y después de revisar el expediente, volví junto a él para informarle de la situación en la que se encontraba el proceso. Le comenté que con este mismo denunciante había tenido otros problemas, pues aparecían menciones a un procedimiento por coacciones. Me puso cara de póquer y le dije "Sí, hombre, según las actuaciones, te atendió el letrado X". Entonces me contesta con un "Ahhh, sí, uno que es un borracho". En ese momento y de forma totalmente inesperada, me calenté y le contesté muy serio "Veo que tienes una visión muy negativa de los abogados. Tienes suerte de que yo sea tu abogado del Turno de Oficio porque, la verdad, no me apetece nada defender a una persona como tú aunque, para tu tranquilidad, decirte que tengo la obligación de hacerlo y así lo haré". Se hizo el silencio, roto por su socio que se levantó y dijo "Bueeeeno, yo me tengo que ir" y se despidió de mí. Le tendí la mano, me la dio y se fue. Me quedé a solas con mi cliente.
Ahí vino lo más divertido. Me pidió perdón y para demostrarme su "amor" y "admiración" por los abogados, me dijo "Pero si a mí me encantan ...¡siempre veo los Simpsons! y el abogado es un gran personaje de esta serie", preguntándome a continuación si los veía, a lo que contesté con un escueto "no".
La cosa no fue a más. Lo que más me sorprendió fue mi reacción defendiendo a un colectivo del que formo parte pero que muchas veces soy el primero en criticar. Aunque sea muy tajante, puedo aseguraros que nunca se me podrá tachar de corporativista (al menos hasta ahora).
Los abogados son... ante todo, personas. Y como tales, las hay de muchos tipos. Honestas, como el que escribe este blog (aunque algo Viborita) y malas personas, como la abogada de Miguel Carcaño, que le está aconsejando perfectamente para que pueda salir airoso del crimen horrible de Marta del Castillo.
ResponderEliminarPor cierto, estaría bien que nos dieras tu punto de vista acerca de la catadura moral de esa abogada, así como de todo el proceso...
Querido Pater... creo que hasta yo, en esa situación, habría defendido a tu colectivo (sin pertenecer a él).
ResponderEliminarcomo dice MadreYMás, os abogados sois, ante todo, personas. Y las hay para todos los gustos. De tu colectivo tengo muchas dudas, como las que tiene tu hijo, vamos!.
En el turno de oficio tenéis que defender obligatoriamente al "presunto delincuente"??
Tenéis potestad de aceptar o no un caso (sin pertenecer al turno de oficio)???
Defenderías a alguien que sabes que no tiene defensión ninguna???
Porqué hay asesinos (que no tienen por donde escapar) que son defendidos??? Vaaaale, ya sé que todos tenemos derecho a un abogado, pero.... te confieso que, en ocasiones, veo casos en los que el abogado merecía juzgarse junto con el "delincuente" al que defiende, proque no se sabe quien es más malo!.
Bueno, no sigo´, que como puedes apreciar, yo no tengo ni idea de leyes.
Supongo que hay unos pocos abogados que os dan mala fama al resto, como suele suceder en muchos colectivos. Suerte con tu cliente. Un beso.
ResponderEliminarLa conclusión racional de tu historia es ésta: no están muy bien diseñados los criterios de justicia gratuita del Colegio de Abogados, un argentino rico que tenga varios pisos alquilados y no declare por ellos a lo mejor tiene más derecho al abogado gratuito que un asalariado modesto.
ResponderEliminarYa nos contarás si ganaste, seguro que sí.
Y si te pago el Colegio, seguro que no.
Sobre el extraño juicio de Marta del Castillo, el que está en cierta manera retratando al decimonónico sistema judicial español, a cuenta de lo que comenta MadreYMas (excelente crónicas neoyorkinas, señora), habrá que hablar en este país algún día -cuando se quiten los focos- largo y tendido. Recordemos que el ministro de Justicia defendió "el derecho a mentir" de los imputados por la muerte de Marta del Castillo
ResponderEliminarUn imputado nunca tiene derecho a mentir, tiene derecho a no delcarar en su contra y a guardar silencio. Pero no puede mentir a un juez porque comete perjurio. Así de sencillo. ¿Qué diría el ministro si mañana violasen y matasen a una hija suya?. Bien, dijo esto: "Y yo defiendo ese derecho (el de los delicuentes, asesinos y violadores) porque hoy pasa en este caso, pero mañana me puede pasar a mí y tengo derecho a no colaborar".
El tiparraco, como se puede ver, se puso en la piel de los asesinos. Muy propio de este gobierno. Muy propio de la miseria relativista que nos gobierna...., hasta que el relativismo, les golpee a ellos. O hasta que un padre se lleve por delante al asesino, al juez que lo puso en la calle y a los políticos que legislaron las mierdas de leyes que permiten soltar a los asesinos de la niña Marta del Castillo.
El pilar fundamental de un país es la justicia, si este falla, todo se va al carajo. Sin justicia no hay paz, verdadera paz social. Lo estamos viendo estos días, por ejemplo, en el país vasco a cuenta del cuento de la paz etarra... La paz de los cementerios.
Perdón por el tostón , Pater
Buf, MadreYMas, tema complicado y que debería explicarse con detenimiento. Lo que está claro es que todos tienen derecho a la defensa (reconocido constitucionalmente).
ResponderEliminarLeles, en el Turno de Oficio, al que uno se apunta libre y voluntariamente, no puedes renunciar a un asunto sino se dan una serie de causas perfectamente tasadas.
Para el resto de clientes (los que no son del Turno de Oficio) existe absoluta libertad para aceptar o no el asunto (sólo faltaría).
Dependiendo del asunto que fuera, posiblemente defendería a una persona que "no tiene defensa posible". La idea sería conseguir una pensa más leve.
Lo de los asesinos es lo que te decía antes, tienen el mismo derecho que tú y que yo a una defensa. Otra cosa es si yo lo haría (lógicamente, a sabiendas de que realmente lo es).
Como le decía a MadreYMas es un tema muy complicado.
Gracias Susana por desearme suerte y, efectivamente, son algunos (quizá muchos o pocos pero que hacen mucho ruido) los que dan mala fama al colectivo.
Jajajajajaja, Fernando, muy buena tu última frase. Y, sí, como dices, es para mirarse el tema de quién tiene derecho al la justicia gratuita. Hay aquí mucho abuso que repercute en el resto de los ciudadanos.
Bate, lo de Caamaño no tiene nombre. Es una consecuencia más de poner al frente de un Ministerio a una persona al servicio de unos colores. De tostón nada.
Supongo que la mala fama que tenemos los abogados es mundial aunque creo que es peor -si cabe- en latinoamérica en donde la cosa se complica más por el tema de corrupción que hay en todos los ámbitos y lamentablemente, también en el judicial. Por ello el hacer chistes y bromitas de mal gusto sobre nosotros es el pan de cada día y lo más triste es que en el caso de algunos colegas, no hay ni cómo ayudarles, se ganan a pulso la mala fama. Claro que esas bromitas, como la impertinencia de tu cliente caen fatal, como gancho al hígado. Para terminar, te cuento que hace 4 años, cuando mi marido y yo decidimos conjuntamente que yo "me retirara por tiempo indefinido" de la vida laboral, para dedicarme al hogar y atender a mis hijos, la gente me decía "ah qué bien que ya te vas a ganar la vida honradamente"... puffffff...
ResponderEliminarEl juicio de Martha del Castillo da para más de un post, sí que es complicadillo.
Saludos desde Guadalajara, México!
Bienvenida Eli!! Ya sé que eso de las bromas sobre nuestra profesión se da en todos los países. Es más, en España no se da tanto como en otros países.
ResponderEliminarBuff, lo de ganarte la vida honradamente cuando te dedicaste a tu familia, lo encuentro de muy mal gusto.
Un saludo, colega ;-)