sábado, 11 de diciembre de 2010

Asistencia al detenido

Ayer os decía que hoy estaba de guardia en los Juzgados de mi ciudad, pero me equivoqué. Es cierto que he estado de guardia, pero no en los Juzgados, sino de "detenidos ordinarios", que no significa que sean los más vulgares, sino que son los que declararán ante la Policía (en mi caso, ante los Mossos d'Esquadra que, como sabéis, es la policía autonómica catalana) para, posteriormente, pasar a disposición judicial. En esa declaración en sede policial, el abogado les asiste como garantía de que se protegen sus derechos constitucionalmente reconocidos. Una vez acabada la declaración, el abogado puede entrevistarse en privado con el que será su cliente.

Pues bien, hoy he recibido dos llamadas. La primera de ellas era para asistir a un hombre de más de 50 años que ha sido denunciado por hurto por su ex-jefa. Digo su ex-jefa, porque el día 3 de diciembre esta individua decidió despedirlo al estar atravesando la empresa una época difícil. Este hombre, que es carpintero, pasó al cabo de unos días por el que fuera su centro de trabajo a recoger sus herramientas porque, por increíble que parezca, la empresa no le había proporcionado útiles para el desempeño de su trabajo. La verdad es que no lo entiendo, pues no me imagino a una empresa contratando a un administrativo obligándole a traerse el ordenador. Después, hablando con él, me ha explicado que cuando él llegó a esta empresa hace 9 años tuvo que aportar sus propias herramientas, pero que por el uso y el paso del tiempo se han ido desgastando y estropeando, cambiándose todas ellas por unas nuevas que ha comprado la empresa. Claro, la cosa cambia.

Al final, he intentado ser práctico y parece que la cosa podría valorarse en unos 200 € por lo que intentaré negociar con la denunciante a través de su abogado. No creo que merezca la pena meterse en un buen "fregao" por ese importe.

La segunda de las llamadas era para asistir a un ciudadano de origen marroquí (en el lenguaje que se nos ha impuesto habría que calificarlo de magrebí o norteafricano) que ha sido denunciado por haber agredido a otra persona en una pelea. Cuando me ha visto entrar, enseguida me ha tendido la mano y me ha pedido en ese español que hablan (estoy convencido de que todos van al mismo logopeda) que le ayude, negando tener cualquier implicación en el tema. La declaración ha sido breve y a lo largo de ésta le ha pedido al policía varias veces que no le haga nada y que él no quiere problemas, que si hay que pagar una multa lo hará, pero que le dejen en libertad (si no ha participado en la pelea, ¿por qué va a pagar una multa?). Tras la declaración prestada y al saberse libre (deberá comparecer ante el Juzgado cuando sea citado para ello) su tono ha cambiado radicalmente, llegándome a decir que seguramente se irá a Almería a buscar trabajo. Ante tal seguridad, me he limitado a decirle que esté localizable para cuando sea requerido judicialmente.

Cuando empecé en el Turno de Oficio, hace ya unos cuantos años (después estuve un largo periodo de tiempo en el que no estuve inscrito para volver hace cosa de un año) solía creerme a todos mis clientes. Ahora, me cuesta mucho más. Los defenderé igualmente, eso sí, pero ya no me los creo como antes. El primero me ha contado una historia omitiendo (quiero pensar que involuntariamente) un pequeño detalle (nada, una tontería como que la empresa es la que ha ido comprando -y por tanto la que tiene los comprobantes de la compra- las nuevas herramientas) y al segundo no le he visto muy sincero: entre otras cosas, cuando estábamos a solas, me ha dicho que quería presentar una denuncia por una herida que tenía en la nariz. Cuando le he preguntado cómo se la había hecho, ha caído en la cuenta y me ha dicho que no me entendía y ha cambiado de tema.

Es una pena, pero la gran mayoría de los delincuentes que asisto, tienen alguna relación -directa o indirecta- con la droga. Esta plaga les "obliga" a delinquir para conseguir esa deseada dosis.

3 comentarios:

  1. La gente miente más que habla, muchas veces es un mecanismo de autodefensa casi inevitable.... y el problema es que de vez en cuando te encuentras con alguien que te das cuenta que no miente ... y a lo mejor lo tiene crudo.

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  2. Aunque no sean casos de gran magnitud, tu oficio de diambular entre la verdad, la mentira, y la justicia tiene mucho de grandeza! ...si le añades honestidad a esa búsqueda, todavía Más. Saludos PF!

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  3. Entiendo aunque no lo comparto, el que la gente mienta como primera reacción de autodefensa ante una acusación a menudo cierta. Pero lo que no entiedo ni comparto es que hay sujetos que mienten con descaro intentando que todos los demás les creamos y les hagamos caso. Actualmente este colectivo se halla muy bien representado por muchos políticos y sobre todo por ese señor que hace de la mentira continua su bandera, ante su manifiesta incapacidad intelectual y profesional.....ya lo dice el refran zap.....a tus zapatos....

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