Altibajos (ahora "alti")

No quisiera que este blog se convirtiera en un diario de un (atribulado) padre de familia numerosa en busca de trabajo, pero, como diría un presentador de un telediario cualquiera, la actualidad manda.

Seguimos en esa fase de reordenación de ideas que, aunque parezca fácil, también es complicado. Una vez pasado el shock, situación que abarca desde la puñalada trapera hasta el día siguiente, aproximadamente, empieza el repaso mental (y con papel y lápiz) de los contactos que uno tiene (o cree tener). Las reacciones se suceden sin solución de continuidad y así, entre una cosa y otra, pasas el segundo día y parte del tercero. Como tampoco tienes mucho tiempo, no es plan recrearse en esta fase, así que inmediatamente empiezas a intentar decidir qué es lo que quieres hacer (no es plan precipitarse, pero tampoco dormirse en los laureles, cosa que no hace el Banco cuando mes a mes te pasa el recibo de la hipoteca). Aquí estamos ahora, sopesando diferentes opciones.

Ayer hablé con este amigo mío que se dedica a la búsqueda y selección de profesionales principalmente directivos. Tuvo el detalle de quedar en un bar y así era más fácil hablar de amigo a amigo, no haciéndome sentir como un candidato a un puesto durante su entrevista. Le planteé la situación y las diferentes opciones que a día de hoy tengo. De forma muy resumida son:

- 4 personas me han ofrecido su despacho para recibir clientes. Uno de ellos es la misma población en la que resido, 2 en Barcelona y un cuarto más allá.

- Un amigo mío, abogado penalista (y de los buenos buenos) me ha ofrecido pasarme asuntos que le lleguen y no sean de su especialidad.

- Sigo inscrito en el Turno de Oficio y Asistencia al Detenido de mi Colegio de Abogados.

- Un amigo me ha planteado (hay que pulir la idea) ser cliente mío y pagarme un cuota mensual que cubra los gastos que representa el ejercicio de la abogacía (cuota Colegio de Abogados, Mutua, etc) para así empezar de cero.

- Otro me ha facilitado un contacto para enviar mi curriculum. Se trata de una empresa que asesora legalmente a las oficinas de un importante grupo financiero en el día a día. No es un gran sueldo, pero el horario es perfecto (de 8 h a 15 h), que posibilitaría hacer más cosas por la tarde. No me han dicho que sí, ni mucho menos, pero ahí está la expectativa (sería ideal que me lo dejaran compaginar con el Turno de oficio)

- El Colegio de Abogados me envió un correo electrónico (el mismo día del shock) en el que me confirmaba que contaban conmigo para un servicio de mediación en asuntos hipotecarios creado por el propio Colegio y el Ayuntamiento. Esto empezaría en octubre y abarcaría hasta enero. Creo que me ocuparía unas cuantas horas por las tardes.

- El que el lunes me comunicó que no contaban más con mis servicios volvió a hablar ayer conmigo. Me dijo que me pasará (si yo así lo quiero) todos los asuntos procesales que le lleguen a cambio de una comisión, así como que puedo contar con un espacio para recibir clientes y ... ¡llegó a ofrecerme el ordenador! "Si quieres llevártelo, llévatelo", dijo.

- Otro amigo mío no para de hablar con sus contactos y ayer recibí el correo electrónico de uno de ellos diciendo que está interesado en hablar conmigo (sin expectativa alguna me advierte).

Con este escenario, me dijo que lo normal es que me pusiera por mi cuenta y que ofreciera servicios que hasta la fecha ni se me había ocurrido (por no saber del tema ni gustarme), como son Fiscal y Laboral. "No estás en disposición de decir que éste u otro tema no te gustan", decía.

Ayer vi que la "horrorosa" situación en la que estaba (me han echado del trabajo) puede transformarse en otra: "Solo" he perdido un cliente. El más importante, sí. El que me pagaba el sueldo, sí. Pero también era el que me hacía estar 8 horas en el despacho, el que me descontaba de mis vacaciones los días que me iba de campamentos con mis hijos (por ejemplo) ... y todo ello sin las ventajas de un asalariado (sin derecho a Seguridad Social, ni indemnización, ni paro ...)

Sé que ésta será una época de altibajos y ahora debo estar en un momento "alti". Que ya llegarán los momentos "bajos", pero ahí estamos.

Os agradezco mucho (pero mucho) a todos lo que estáis haciendo, las gestiones, los mensajes de apoyo (algunos muy reconfortantes en mi dirección de correo electrónico) ... Eso, de verdad, hace que me sienta menos solo porque -no me malinterpretéis- ésta es una lucha mía.

Hoy es el cumpleaños de Q. (tranquilos ya he cambiado su edad en el esquema) y en vez de ir al cole a llevar los típicos caramelos, se ha tenido que quedar en casa de mi suegra porque esta noche ha habido espectáculo (vómitos a la 1,30 h de la madrugada).

¡Felicidades Q.!