Mi. cumple 13 años

Hoy tocaba la tercera (y no sé todavía si última) parte de la crónica de nuestro viaje a Sevilla, pero es el cumpleaños de Mi y eso es motivo más que suficiente para interrumpir el relato.

Cumple 13 años, esa edad en la que uno ya no sabe muy bien si en casa tiene un otro adolescente o está dando los últimos coletazos en su llamada pre-adolescencia que, según el caso, puede ser peor que la propia adolescencia.

Lo cierto es que Mi. está muy majo. Con su pose de intelectual (es pausado y tranquilo en su forma de hablar y con un vocabulario impropio de su edad ... vamos, eso creo yo) acentuada con esas gafas que actualmente lleva. Una de sus aficiones favoritas es el cine y conoce el nombre de multitud de actores, actrices, directores, etc que ya quisiera más de uno. En casa, cuando queremos ver una película del disco duro (sí, aquél tan chulo de 1 Tera en el que nos caben no-sé-cuántas-películas) debemos acudir a él porque por los títulos somos incapaces de saber si ya la hemos visto o no. 

- ¡Mi., ¿puedes venir un momento al salón?!

- ¡Voy!

Aunque parezca que nos pasamos el día gritando, no es así ... creo

- ¿De qué va esta película?

- Sí, es aquélla en la que el protagonista es ... sííí, aquélla en la que un hombre que ha perdido ... decide ...

- Ah, ya ... ¿y ésta?

- También la hemos visto. ¿No te acuerdas? Sí, de una familia numerosa en la que el padre es un poco friki, tiene un blog y cuenta lo primero que le viene a la cabeza creyendo que alguien le lee y, aparte de su familia, nadie más lo hace ...

- Me suena ... ¡es muy buena!

- Buenoooo ....

Su faceta artística ya la conocéis (ops, qué digo, pero si nadie me lee, como el protagonista de esa película) porque aquí ya os expuse parte de su obra. Por eso, hoy le hemos regalado, además de unos auriculares, un set completo para dibujar al carboncillo. Tiemblo pensando en lo tétricos que pueden resultar sus dibujos a partir de ahora.

Esta mañana nos hemos levantado temprano (para ser día de puente), hemos desayunado chocolate con churros para celebrar el cumpleaños de Mi. y le hemos entregado su regalos. Q., de-su-dinero, le ha regalado unas chucherías. Todo un detalle.

Bueno, voy acabando porque A. quiere ir a ... ¡a Ikea! (creo que la experiencia me puede dar para varios posts)