miércoles, 21 de marzo de 2012

¿Leyenda urbana?

Cuando vivía en casa de mis padres existía un sonido muy peculiar que se repetía cada equis tiempo. Era un sonido similar al que hacen unas canicas cuando, al caerse de una bolsa, golpean el suelo. Mis hermanos y yo estábamos convencidos de que era el vecino de arriba (un gran tipo, pero que en el reparto de coordinación llegó tarde, muy tarde, vamos debió ser el último) al que constantemente se le caían las dichosas bolitas de cristal.

Pero no se caían todas a la vez, se le caía una, o quizá dos o tres, pero siempre de una en una, de tal manera que el ruidito era siempre el mismo, ya sabéis: clinc ..................clinc ........clinc ....clinc ..clinc..clinc, cliiinc, cliiiinc, cliiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinc y aquí empezaba a rodar.

Fue pasando el tiempo y -cosas de la naturaleza- nos íbamos haciendo mayores. El mundo iba cambiando a nuestro alrededor a un ritmo vertiginoso, al mismo ritmo que cambiábamos nosotros. Pero el ruidito seguía. Esa inmovilidad ante tanto cambio (pensad que nuestro vecino, aun tratándose de un ser descoordinado, también crecía), nos llevó a plantearnos la posibilidad de que aquel sonido (tan familiar a base de repetición) quizá tuviera otro origen. Como los orígenes eran diversos y todos ellos gozaban de gran credibilidad, no nos atrevimos a zanjar el tema con una única conclusión. Podríamos decir que el ruidito de las canicas alcanzó el grado de "leyenda urbana", reducido al ámbito familiar, pero leyenda al fin y al cabo.

El tiempo siguió pasando y llegó el momento de abandonar el nido familiar e iniciar junto a A. nuestro común proyecto de vida y amor ... perdón, ¿que alguien se ha perdido? ... estaba diciendo que llegó el momento en que me casé y me fui de casa. Y lo mismo hizo el vecino de arriba y ... ¡el sonido desapareció!, como si se lo hubiera llevado el vecino consigo. ¡Pues claro que se lo llevó!, fue irse él y desaparecer el ruidito. Como decía, me casé y pasé a vivir en mi nueva casa. Vamos por la tercera casa desde entonces y os puedo asegurar que aquel ruidito no lo he vuelto a oír a no ser que a alguno de nuestros hijos se le caiga una canica (clinc ..................clinc ........clinc ....clinc ..clinc..clinc, cliiinc, cliiiinc, cliiiiiiiiiiiiiiiiinc) por lo que casi 20 años después tenemos las siguientes premisas:

- El clinc ..................clinc ........clinc ....clinc ..clinc..clinc, cliiinc, cliiiinc, cliiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinc solo se oía en casa de mis padres.

- Coincidió en el tiempo en el que aquel vecino vivió en el piso de arriba.

- No he vuelto a oír ese ruidito nunca más

Por tanto, puedo concluir que no se trataba de una leyenda urbana, sino que era nuestro vecino de arriba.

Gracias A. por hacer que nos acordáramos de ti tan a menudo.


Volvemos a los dibujos animados y a Disney-Pixar en la BSO de hoy. Concretamente lo hacemos con uno de los temas de la película "Monsters SA". Aquí tenéis:





13 comentarios:

  1. Qué gracia. Yo también escucho ese ruidito porque mi vecino de arriba tenía tres hijas pequeñas. Lo que ocurre es que ahora ya han crecido y, sin embargo, de vez en cuando todavía se sigue oyendo. Es un misterio.:) Un beso.

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    1. Yo también creía que era un misterio porque, entre otras cosas, mi vecino crecía y el ruidito (más espaciado en el tiempo) seguía.

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  2. Pues yo si llegase a escuchar ese ruidito no veas el acojone que me podría entrar... más que nada porque no tengo vecinos arriba!!!.
    Nunca tuve ese "privilegio", pero me parece algo molesto, no??

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    1. Tú es que vas de guais. Es lo que tiene ser rica ;-)

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    2. Sí, sí...rica de espíritu, o de corazón, porque por mucha casa en la que viva, por planta tu piso me gana en metros, en habitaciones, en baños... sigo???ejem...

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  3. Ya están aquíiiiii.

    En ocasiones veo muertos.

    Carolaaaaain, ven hacia la luz...

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    1. JAJAJA, estoy contigo Madre, en todas. Yo si las oigo, y no soy la única. Y me has decepcionado, porque yo creía que nos ibas a salir en plan "es el crujido de las tuberías al cambiar el agua caliente a fría", o yo que sé. ¡Pero no niegues su existencia mundialísima, tú no eras el único!
      Blogueros del mundo (menos Leles que vive en una casa), ¡manifestaos!

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    2. Cuando vivía con mis padres, vivía en un piso, pero nosotros éramos los vecinos de arriba!!... jajajaja, así que sigo sin saber...

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    3. Yo, en ocasiones veo ... ¡creepers! ;-)

      Sara M no podía ser la calefacción porque en verano también se oía y sobre todo porque en aquella época la calefacción en casa de mis padres era de aire, no gas y radiadores.

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    4. Páter, decía tuberías por decir algo. Me refería a que nos ibas a dar la "solución definitiva".
      Y no Leles, lo siento pero un último piso no sirve ;P Si yo hubiese oído "canicas" ahí arriba si que me hubiera acojonao...

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  4. Páterfamilias, hay gente muy sola que necesita hacer cosas raras para ser parte de la vida ajena.

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  5. Yo también lo oigo. Y creo que son monedas, que caen de los bolsillos cuando se desvisten.

    Eres un solete, me has dado una idea para mi blog. Gracias!

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