Es evidente que la sociedad en la que vivimos no tiene nada que ver con la que existía cuando, por ejemplo, nuestros abuelos tenían nuestra edad, ni tampoco nuestros padres, pero es que los cambios se suceden a una velocidad vertiginosa, atreviéndome a decir que nuestra sociedad actual poco tiene que ver con la de hace unos cuantos años (no hace falta irse muy lejos).
En la época en la que vivimos existen una serie de valores que ahora no son considerados como tales y otros que, al revés, ahora son valores casi absolutos y antes nadie reparaba en ellos. Como casi todo, hay cosas buenas y otras no tan buenas.
También existen importantes variaciones dependiendo de la zona geográfica, ya sea por el carácter de sus habitantes, por el clima, las costumbres o lo que sea, pero lo que está claro es que no es lo mismo la sociedad norteamericana que la española, por ejemplo. En este caso en concreto, existe una mayoría de gente que piensa que vamos a remolque de la primera. Sólo hay que esperar un tiempo (cada vez menos, por eso del "mundo globalizado") para ver en España lo que allí era una moda, costumbre o forma de ver la vida.
Quizá se entienda mejor con un ejemplo concreto que -espero- no sea yo el único en verlo así. Hace ya tiempo leíamos noticias acerca de políticos o personajes públicos norteamericanos que habían sido "pillados" en situaciones poco convenientes de cualquier índole, aunque es cierto que destacaban aquellas en las que existía un poco de morbo. Por ejemplo, era relativamente habitual leer o ver que un personaje público (normalmente un político) perdía su "prometedor futuro" por un affaire o lío de faldas. Quizá fuera mi edad, pero no recuerdo que ésta fuera una situación habitual en España.
Desde hace un tiempo, sin embargo, es frecuente leer o escuchar este tipo de noticias referidas a nuestros políticos o personajes de cierta relevancia. Es cierto que se han "relajado" las costumbres, pero eso no quita que, como servidores de la cosa pública, se deban a los ciudadanos.
También es verdad que desde hace ya años nos encontramos en una situación con sensación de provisionalidad y permanente época de campaña electoral y eso influye mucho para buscar a los contrincantes en algún renuncio (no siempre sobre el mismo tema) y después airearlo a la luz pública con la intención de despejar un poco más el camino hacia una ansiada meta como es el poder (ojo, nunca el servicio a los demás).
No obstante lo anterior, estoy convencido de que, además de esta finalidad, existe una muy superior a ella. Es la prensa la que está más interesada en publicar estas noticias, mucho más que el posible beneficiado con la desgracia del oponente político, pues sabe que con la publicación de este tipo de noticias atrae a mucho más publico y, por ende, vende más periódicos o aumenta su share en los programas de televisión. Para entendernos, mientras un político está deseando que su rival "meta la pata" en cualquier tema denunciable, el dueño de un medio de comunicación sueña con que la "metedura de pata" sea un escándalo y a ser posible con el mayor morbo posible.
Hay quien sostiene que ahora somos más golfos que antes, otros dicen que al revés, que ahora somos mejores porque sale a la luz pública lo que antes se hacía pero no nos enterábamos. ¿Somos ahora peores que antes?, ¿somos ahora mejores que antes?
¿Cómo lo veis?
Querido Pater, yo creo que efectivamente se ha "relajado" la moral, y en cierto sentido somos "peores". Pero sinceramente, yo no entiendo que en los famosos EEUU, un político tenga que dimitir porque se le haya pillado en un traspiés amoroso. ¿Qué tiene que ver su vida privada y amorosa, con que sea un buen político, gestor etc.?. De verdad, no lo entiendo. Y luego aquí, se desvían fondos públicos, se gastan partidas presupuestarias en asuntos muy lejanos a aquéllos a los que estaban dedicadas y... ¡NO PASA NADA!. Total, el dinero no es "mío", y no hay que dar cuentas a nadie. Lo siento, pero es que me sulfuro !!!
ResponderEliminarMe temo que en España los líos de faldas de los políticos no venden. Ya ves lo que pasaba con Alfonso Guerra (si no recuerdo mal) y a nadie le importaba. Para eso tendríamos que tener una moral protestante. Aquí los políticos tienen carta blanca.
ResponderEliminar¿Cómo se enlaza?
ResponderEliminarAquí
Yo si creo que un político debería dimitir si le pillan en un lío de faldas, ya que si no es capaz de llevar dignamente su relación con su mujer y su familia, no es de fiar. Si quiere ponerles los cuernos y tirarse la manta a la cabeza, antes que se separa.
ResponderEliminarAsí de sencillo.
Clintón debería haber acabado su carrera política el mismo día que la becaria le tocó el saxofón, para entendernos. No me fío de un tío que tiene el cerebro en la punta de la p..., eso.
Y quién dice político, dice política, Of course, no se me vayan a escapar jajaja
ResponderEliminarAra M, Susana y Bate. Muchas gracias por vuestros comentarios, pero veo que no he sabido expresar lo que quería deciros, pues no sólo me ceñía al tema faldas, sino a cualquiera.
ResponderEliminarBate, gracias por enseñarnos a enlazar. Ahora, cuando puedas, enséñame a hacerlo aquí, cuando en un comentario escribo el nombre de otro que ha comentado. No hay manera!!
Bueno Bate, por partes... Yo me fío antes de una persona que sea responsable en sus asuntos "políticos", aunque tenga líos de faldas, que de otra que lleva casada 30 con la misma persona, tiene no se cuantos hijos, pero... A todos esos hijos los tiene "colocados" a través de su trabajo público, en no se cuantas empresas "filiales".
ResponderEliminarEn cuanto a lo de los enlaces, gracias, pero ¿De verdad piensas que me he enterado de algo?.todavía estoy asustá de todas las cosas raras que ponía...
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ResponderEliminarIntento decir, estimada Sara M, que si un político no es capaz de controlar una situación y se acuesta con la primera que le salga al paso, o con su querida oficial, que ne da lo mismo, para mi no es de fiar, ya que tampoco sabrá controlar situaciones muchos más complicadas en el futuro que el saberse mantener con la bragueta en su sitio.
ResponderEliminarY por supuesto que tampoco quiero políticos por muy fiel que sean a su matrimonio que se dediquen a "colocar" a sus hijos en trabajos públicos y demás enchufes. Una cosa no quita la otra.
Me cuesta mucho trabajo desasociar o separar la vida privada de un político de su función pública. Porque si el tío es un rumboso, un putero o un vivalavida, a la larga saldrá a relucir en su vida pública.
A eso siempre se le ha llamado doble moral. Y suele terminar con el afectado, desquiciado de los nervios, incapacitado para hacerse cargo de una tienda de ultramarinos, con todos mis respeto a este necesario gremio de comerciantes.
¡¡Claro que hay ahora más escándalos!! -respondo a la pregunta de Paterfamilia -,aunque nos lo quieran presentar -los medios, las modas, el entorono, etc- como cosas normales.
Paterfamilia (¿te puedo llamar Pater)?, no me quiero extender con los comentarios, porque voy a parecer que soy un murga que no tengo otra cosa mejor qué hacer, y no es eso, pero me gustaría dejarte claro que has sabido expresar muy bien con tu entrada el tema que querías tocar, lo que pasa es que nos hemos ido detrás de los líos de falda, que es un asunto que siempre levantan polémicas.
ResponderEliminarSara M es un placer hablar contigo.
Sí Pater, hay más escándalos...que no dejan de ser los pufos de siempre pero aireados. No hay forma más fácil de ganar dinero rápido que subiéndose en un plató y airear tu intimidad. Ah! pero la mala, la buena no vende.
ResponderEliminar¿Más buena o más mala que antes? Depende de dónde coloquemos el "antes", Pater. Me parece que siempre ha habido de todo. Quizá "antes" , en los 60 y los 70, existía algo que era ficticio, como una especie de bondad social que solo era un espejismo. No creo que tenga demasiado mérito dejarse arrastrar por la moral oficial. Actualmente cuesta más actuar en conciencia. El entorno es agresivo. Más que nunca un acto tiene el valor de ser el resultado de una opción libre. Si hay más o menos no lo sé. Pero lo que está claro es que quien decide ser consecuente tomando una dirección políticamente incorrecta, se la juega. Me parece que los tiempos revueltos tienen eso: emergen personas de una pieza.
ResponderEliminarUn saludo , Pater.