jueves, 31 de marzo de 2011

Cuando estás harto de niños

Como cuestión previa, deciros que A. y yo nos encontramos en una de las mejores épocas a nivel familiar, o mejor dicho, a nivel niños. Da lo mismo que hagamos malabarismos para llegar a final de mes, lo cierto es que desde hace meses (¡cómo pasa el tiempo!) dormimos toda la noche de un tirón. Atrás quedan aquellas jornadas inacabables por que por las noches, uno u otro lloraba porque ... no sé, se le había caído el chupete, se había caído de la cama, se le tapaba la nariz ...

Ya conté en una entrada anterior que después de 14 años ininterrumpidos comprando pañales habíamos dejado de hacerlo. Era una primera etapa superada. Ahora hemos conseguido pasar página a lo de dormir a ratos (sobre todo A.). Sé que dentro de nada vendrán nuevos retos (los adolescentes ya serán más mayores y ... mayores serán sus problemas), pero ahora mismo, como decía, estamos muy bien: los mayores aún no lo son tanto y los pequeños tampoco son tan pequeños.

Eso no quita que, a veces, cuando estás harto de niños, estés deseando que se vayan de casa.

Durante la cena de uno de esos días en los que estaba ansioso de que llegara la hora de acostar niños, ellos estaban especialmente movidos, no paraban de hablar, gritar y moverse. Reclamé su atención por un momento y de forma muy solemne empecé a hablar. Conseguí captar la atención de todos, que, muy callados, atendían a mi discurso. El discurso no fue largo, simplemente me limité a decirles:

- No puedo más. Ahora mismo cerraré los ojos (mientras decía esto, me tapaba los ojos con las manos) y cuando los vuelva a abrir habrán pasado 30 años y todos os habréis ido de casa.

Se hizo un silencio sepulcral mientras todos esperaban expectantes a que abriera los ojos.

Dejé pasar un breve espacio de tiempo, lo suficientemente largo para mantener la tensión y lo suficientemente breve para que no se dispersaran, abrí los ojos y ....

¡Allí estaban todos mirándome!

Puse cara de extrañeza y, mirando a A., le pregunté:

-"¿Cómo?, ¿no se han ido?"

Y A., con una sonrisa de oreja a oreja, me dijo:

"¡Sí, éstos son tus nietos!"



4 comentarios:

  1. Jajajaja!!! Me parto! Y era premeditado? O sois así de creativos "naturalmente"?

    ResponderEliminar
  2. Fue muy divertido en el momento, totalmente espontáneo, hoy le he pedido a Pater que lo escribiera para guardarlo como una de las anécdotas divertidas de familia. La cuestión pater, es que una vez te lanzas a formar una familia, es un no parar, al contrario, y si no, mira a nuestros padres, veintipico nietos en cada lado, y en mi lado, biznietos.... o sea, que siempre tendremos niños a nuestro lado.... y eso da vida y rejuvenece... De todas maneras, comparto lo que has dicho al principio de tu entrada, ahora es un momento muy dulce, todavía son todos muy nuestros, y sin grandes complicaciones. Bueno, un beso Pater. Mater.

    ResponderEliminar
  3. JAJAJA!!

    Paterfamilias, tu señora te podría haber respondido: "Querido viejo, ¡sólo tienen 40 años!!, es pronto para irse."

    ResponderEliminar

Recuerda que es un blog para todos los públicos. Si vas a dejar tu comentario, procura que no sea ofensivo ni de mal gusto, así como que sea respetuoso con las opiniones de los demás. Muchas gracias