Ayer os hacía partícipes de una de mis características (la verdad, esperaba algún comentario de algún conocido diciéndome que no es para tanto, por lo que deduzco que sí, que es para tanto o que no me lee ningún conocido y me inclino más por esta última opción, no sólo para animarme, sino porque es una consecuencia lógica de tener un blog anónimo)
Hoy, sin embargo, os hablaré de una característica de mis hijos. Y lo diré así, sin rodeos: mis hijos son muy guapos.
(...)
Después de este silencio y sin que se haya producido ninguna intervención, continuaré con mi entrada.
Quizá alguno/a esté pensando que exagero o que es lo mínimo que puede decir un padre de sus hijos. Pues no, es simplemente así.
Hay niños feos. A. siempre me dice que no es cierto, que todos los niños son guapos y yo le digo que no, que hay que ser más realista y que -lo siento- hay niños que no, que no lo son. Yo he visto niños muy feos, de esos a los que al nacer no les pegaron en el culo, sino en la cara ... de lo feos que eran, o que había que llevarlos boca abajo en el cochecito para que no se les viera la cara.
Es verdad que también hay niños guapos. Sin ir más lejos, los míos. Evidentemente el mérito es de la madre de las criaturas, pero seguimos en lo mismo: son guapos. Para que os hagáis una idea de lo guapos que son, os diré que no puedo llevar una foto de ellos en la cartera (ya sé que ahora las llevo en el móvil, pero aunque algunos no se lo crean y otros no lo recuerden, hubo una época que en la cartera-billetera se llevaban fotos de seres queridos) y no podía llevarla porque en más de una ocasión, al abrirla y verse la foto, la gente me decía "¿todavía no la has quitado?". Yo, sorprendido, les preguntaba si no había quitado qué. Es entonces cuando entendía que se referían a la foto (normalmente de modelos) que acompañaban todas las carteras nuevas como indicando dónde debían ponerse las fotos, al igual que ocurre con los marcos de fotos, que suelen ir ya con fotos de modelos. Cuando les decía que eran mis hijos no se lo creían.
Los más avispados habrán observado que no existe ninguna foto en esta entrada. Dos son los motivos que me han llevado a tal excepción:
- No he encontrado en Google unos niños que se acerquen en guapura a los míos.
- No puedo poner una foto auténtica: mi blog dejaría de ser anónimo y, lo más importante, la mayoría de lectores no se lo creería.
Bueno, eso es todo.
Querido Pater,
ResponderEliminarMuchas gracias por el piropo, aunque yo creo que excepto M., y quizás JP, se parecen mucho más a ti que a mi... Aunque es verdad que la mezcla nos ha salido bien.
Cierto que cuando salimos todos juntos nos miran, yo diría que con envidia, o quizás porque somos muchos, no se, pero lo cierto es que estamos orgullosos de nuestros hijos, y no solo porque son guapos, sino porque son buenos y a pesar de algunas cosillas, como todos, tenemos mucha suerte. Y si, además son guapos.
A.
PD: Me alegro que hayas abandonado esa falta modestia que solías utilizar hablando de tus hijos. Todos los padres creen que sus hijos son los más guapos o los mejores, y es como tiene que ser. ¿no?
¡Enhorabuena Pater!. Sobre todo, por como dice A., haber dejado a una lado esa "vergüenza" y admitir algo evidente (jejeje, como si es que os conociera...).
ResponderEliminarSeguro que son guapísimos: enhorabuena.
ResponderEliminarY enhorabuena también por el 3-0 de ayer, que además le viene muy bien a mi Zaragoza, aunque los veo incapaces de ganar esta noche al Athletic.
Esta noche estaré, por cierto, en Sevilla, si paso por el Pizjuan echaré una lagrimica en tu nombre.
Cierto, A., además de guapos, son buenos. No nos podemos quejar.
ResponderEliminarSara M. (¿Mago?): Yo también creo que es evidente ;-)
Modestino: Espero, ansioso, la entrada de mañana donde espero hables de Sevilla. Ahora os toca devolvernos el favor ... ¡a por el Athletic!
...perdona Pater, seguro que lo son, pero mis hijas lo son más (es lo que tiene ser mis hijas)...y tengo pruebas de ello...
ResponderEliminarA: Perdona que haga este comentario, pero mi mujer siempre lo dice, y yo siempre le hago caso a lo que me dice ella (es lo que tiene estar casado con mi mujer)
Jejejeje. ¡Claro que hay niños guapos y niños feos y claro que los padres tienden a poner a sus hijos en el primer bloque! Seguro que tu juicio es realista y que los tuyos son de los guapos, sin pasiones de padre. A partir de ahí, cuida de que no se estropeen, engordando demasiado, adelgazando demasiado, que la adolescencia es una étapa complicada.
ResponderEliminarPues claro que sí, Pater y Mater. Cuando las cosas son así, son así. Y si son guapos, pues los son. Guapos y buenos... O quizá mejor: buenos y guapos.
ResponderEliminarAviso. Las princesas Mediterráneas de Tomae y su santa (que es una santa...) son una preciosidad.
De los míos dicen lo mismo jajajaja...
No necesitamos abuela, ¿eh?... Hay que ver cómo aflora hoy la sinceridad y la autoestima...
Sí, es cierto, ha sido un arranque de sinceridad, pero ... ¡es así! ;-)
ResponderEliminarPues qué suerte tener unos hijos tan guapos!
ResponderEliminarA mí los míos me parecen los más guapos del mundo y creo que soy totalmente objetivo.
Pero hay gente que dice que sus hijos son guapísimos y los ves y piensas que si tendrá cataratas para decir eso.
A lo mejor nos pasa lo mismo a todos...
Sobretodo yo he salido bien ;-)
ResponderEliminarMi.