jueves, 3 de marzo de 2011

¿Hacia dónde vamos?

Me ha alegrado comprobar que la mayoría de los lectores de la entrada de ayer entendieron a la perfección el tono de la misma. Aunque, insisto, en nuestro caso, es una realidad. ;-)

Ayer hablé con mi amigo P. y me explicó una situación real de la que fue privilegiado testigo y que a mi me ha hecho mucha gracia. Había un grupo de chicos y chicas jóvenes (cercanos a la mayoría de edad) en una plaza al aire libre delante de una estación de los Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC). Varios de ellos, al parecer, fumaban. Es entonces cuando pasó por allí una señora (de esas que por su cara deduces que está enfadada con el mundo) y a gritos les decía "Eso, fumando. Esto es muy malo". Mientras decía esto y en su cara se dibujaba un mohín de asco, con la mano iba apartando el (aparente) humo que flotaba en el ambiente. Es entonces cuando uno de los chavales le contestó con una frase que me pareció genial: "Señoraaaa, si no quiere humo, váyase al bar". Buenísima.

Esa anécdota me ha llevado a pensar las (busco un adjetivo, pero no lo encuentro) situaciones que se dan hoy en día gracias, en la mayoría de las ocasiones, a ciertas formas de legislar. Algunas serían de chiste si no fuera porque son reales. Otras, en cambio, son tremendas. Ahí van unas cuantas:

- Tu hija de 16 años puede ir sola a abortar, no necesita el consentimiento ni el conocimiento de sus padres, pero en cambio no puede ir sola al Centro de Atención Primaria (CAP) porque tiene dolor de garganta y quiere que la visite el médico. Debe ir acompañada de uno de sus padres. Esa misma chica no podrá tatuarse sin el consentimiento de sus progenitores o los que ostenten la patria potestad.

- A los 3 meses de celebrado el matrimonio, puede solicitarse el divorcio (con que lo inste uno de los esposos es suficiente, aunque el otro no lo quiera). En cambio, si quieres darte de baja de tu operadora de teléfono móvil deben transcurrir, como mínimo, 18 meses.

- Un menor de 14 años puede mantener relaciones sexuales (incluso homosexuales) libremente y sin que los padres puedan oponerse. En cambio, para votar, conducir vehículos o beber alcohol, debe ser mayor de edad.

Tu padre y mi padre pueden casarse. Eso sí, no podrán fumar en su boda.

- Un hombre puede operarse para cambiar de sexo. Una mujer puede operarse para cambiar de sexo. Esos dos individuos (ya no sé qué son), pueden casarse y el que era mujer y ahora es hombre puede quedarse embarazada/o por inseminación artificial. Parece rebuscado, pero creo que ya se ha producido un caso.

Son las primeras que me han venido a la cabeza. Existen otras que quizá sean más técnicas (por ejemplo, somos un país único en el mundo porque un mismo delito merece distinta pena dependiendo de quien lo comete, como pasa con la Ley de Violencia Genérica), pero creo que es suficiente para ver hacia dónde se dirige nuestra sociedad.

Bienvenidos sean los cambios, siempre y cuando sean para mejorar.

4 comentarios:

  1. Están muy bien pensado, Paterfamilias. Te imagino con una libreta toda la tarde, anotando las ideas que te vengan a la cabeza.

    Respecto a lo del aborto hubo una contradicción aún peor: una chica de 16-18 años puede tomar la decisión sola, pero cuando se estrenó en los cines un documental en qué explicaban el horror del asunto lo calificaron para mayores de edad: la chica podía abortar pero no ver la peli sobre el aborto.

    Y respecto a los del divorcio, no hay duda de que ahora es mucho más fácil romper tu matrimonio que tu contrato de alquiler de un piso. La frase es muy buena, pero no es mía, sino de un Obispo, la dijo cuando se aprobó el divorcio-exprés, tras ganar Zapatero.

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  2. No, Fernando, no he estado toda la tarde con una libreta. Con éstos es fácil hacer una breve lista en un momento... ¡son tantas las que ha hecho!

    Es cierto lo de la película ("Blood Mooney", ¿no?)

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  3. Se dice que en todas las épocas de la historia ha habido contradicciones ... Que es el ciclo de la vida humana. Me contaba una amiga, después de asistir a un ... "ciclo de conferencias" impartidas por el teólogo Saranyana, que para encontrar una sociedad parecida habría que remontarse al momento histórico que vivió San Agustín de Hipona. Queda bastante lejos...

    Los ejemplos que has elegido son los más evidentes. Es imposible engullir tanta paradoja sin que te siente como un tiro...

    Gracias, Pater.

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