Seguimos con las fiestas

No, no me había olvidado del blog. Lo que pasa es que aquí, en Cataluña, ayer era festivo y no solo festivo, sino que es un día en el que tradicionalmente se reúne la familia alrededor de la mesa.

No empezamos con buen pie estos días de fiesta porque la secadora dijo que ya no funcionaba más y con tanto día festivo os podéis imaginar cómo estaba la casa con ropa tendida por los radiadores. Parece que mañana puede estar arreglada, aunque nos vamos haciendo a la idea de que habrá que cambiarla porque el técnico nos ha dicho que esta no aguanta el ritmo que le damos. Textualmente ha dicho "¿Cómo, la usan cada día?. No, ésta no aguanta ese ritmo". Pues ya te vale.

En Nochebuena, como os dije, asistimos a la "Misa del Pollito" (no es despectivo, sino que popularmente se conoce por aquí a aquella que se celebra mucho antes de las 00,00 h  pensando especialmente en los más pequeños). Después estuvimos en casa de mi hermana L. Faltó Primogénito (está pasando unos días de vacaciones en Buenos Aires y no le pilla muy a mano eso de venirse por aquí) y P., mi hermano sacerdote en Sevilla, que, como imagináis, estos días tiene un poco más de trabajo. Me parece que vendrá el 2 de enero. Sin embargo, vino una hermana de mi padre, la famosa tita M. con la que siempre hemos tenido mucho trato. 

Ayer nos juntamos con la familia de A. Éramos unas 70 personas, por lo que alquilamos un local (muy bien, por cierto) en el que todos cupiéramos. Estaba a las afueras, por lo que no había problema de aparcamiento, tenía una zona lúdica con el suelo y parte de la pared forrada de césped artificial con ping pong, futbolín, porterías, pelotas de gomaespuma y otras muy grandes en las que los niños se montaban y dando saltos recorrían toda la sala. Allí los niños pasaron gran parte de las horas que pasamos en aquel lugar. Alquilamos una sala (en realidad eran dos separadas por una pared que se levantaba como una puerta de un garaje) perfectamente equipada: con frigorífico y congelador, microondas, cafetera Nespresso, fregadero, 11 mesas y setenta y pico sillas, televisor, X-Box, DVD, altavoces, sintetizador, etc. Además, al ser dos salas, todo lo teníamos por duplicado.

Cada familia se encargaba de llevar comida previamente acordada, bebida y algo de postre.

Se cantaron villancicos y hubo actuaciones musicales por parte de algunos y los pequeños, como es tradición, recitaron "el vers de Nadal", la poesía de Navidad. Lo pasamos muy bien.

La vuelta al trabajo ha resultado un poco durilla. He empezado con una firma en una Notaría, después he acabado la redacción de un Convenio, una visita de un hombre que quería conocer con detalle las consecuencias de una separación (no está casado, pero tiene 2 hijas en común y no querría separarse de ellas por nada del mundo, pero la situación es ya insoportable), un fotógrafo -que pequeño es el mundo, es el mismo que nos hizo el nuestro, hace ya 16 años- que ha recibido una reclamación por un reportaje fotográfico de una boda (ya os contaré porque tiene miga) y un mail de un cliente que me pregunta qué debe hacer para retirar un juicio monitorio que yo insté hace ya tiempo contra un moroso de Barbadás (Ourense) y con el que había llegado a un acuerdo y -¡qué cosas!- había olvidado comentármelo. Estoy convencido que no me dijo nada temiendo que quizá quisiera cobrarle. Si es que ... Cuando he visto Barbadás me he acordado de Leles

El tema de hoy es el principal (Main Theme) de la película "La gran evasión", compuesta por Elmer Bernstein.