Uno de los problemas de tener varios hijos y un solo cerebro es que éste último te juega malas pasadas, traducidas en la mayoría de los casos en falta de autoridad. ¿Qué tendrá que ver una cosa con otra os preguntaréis la mayoría? (si no nos lo preguntáis podéis empezar a preocuparos)
El cerebro humano (al menos el mío y por lo que he podido ver también el de A.) tiene la capacidad que tiene, no existen -que yo sepa- discos duros externos que amplían la memoria del cerebro o que, al menos, le doten de mayor velocidad. El caso es que en numerosas ocasiones se da la situación de querer decirle algo a uno de tus hijos y confundes sus nombres, con la consiguiente -como ya apuntaba- caída en picado de la autoridad -poca o mucha- que te quedaba.
Como creo que me estoy liando mucho, un ejemplo servirá para arrojar luz sobre el tema:
Llegas a casa y te encuentras un zapato suelto de uno de tus hijos. Consigues adivinar de quién es y empiezas a llamar a su dueño, pero eres incapaz de pronunciar el nombre del hijo que tienes en mente. Parece curioso o incluso patológico, pero os puedo asegurar que es así. Y no solo eso, sino que pronuncias todos los nombres de tus hijos a excepción del del dueño del zapato. A todo ello, además, hay que añadir que tu tono de voz va aumentando a medida que te vas equivocando. En definitiva, llegas y ves un zapato de Mi. y empiezas a (creer) llamar a tu hijo Mi., cuando en realidad estás diciendo "P." y, enseguida, "Q." y después, por fin, "Mi."
Esta situación que puede resultar graciosa no lo es en absoluto cuando se da ante todos tus hijos en un momento en que la cosa es seria (una bronca) y uno de ellos, por ejemplo, interrumpe con una tontería. Ahí ya te salen todos los nombres menos el del niño en cuestión. El tiempo me ha enseñado que tanto A. como yo en situaciones como ésta usamos el mismo recurso: cuando llevamos ya varios nombres pronunciado (y no acertados), acabamos con un "niñooooo"
El otro día me dirigí a JP para pedirle que recogiera no sé qué cosas que se había dejado en el salón. Lo curioso es que el niño era consciente de que me dirigía a él porque se acercó y empezó a recoger aquello, pero mientras lo hacía me miró y muy tranquilo me dijo "Vaaaale, pero soy JP" Es entonces cuando caí en la cuenta que le había llamado S.
Peor fue cuando hace unos años A. oyó la siguiente conversación entre Ma., P. y Mi:
Ma: Mamá a mí me llama "reina"
P: A mí me llama "rey"
Mi: Pues a mí me llama "P..., Q... ¡niño!"
Peor fue cuando hace unos años A. oyó la siguiente conversación entre Ma., P. y Mi:
Ma: Mamá a mí me llama "reina"
P: A mí me llama "rey"
Mi: Pues a mí me llama "P..., Q... ¡niño!"
coses meves
ResponderEliminarJajajaja, es verdad!!! Pero para consolaros a AnónimaEsposaDeViborita y a ti, os diré que pasa también en familias con un solo hijo. Basta que los padres en cuestión pasen un par de horas rodeados de sobrinos o de hijos de amigos para que al llegar a casa llamen a su hija de todo, menos Criatura.
ResponderEliminarVaya, al final va a ser verdad lo de que no eres perfecto...
El caso más llamativo lo he visto en casa de los Cachos. Excepto el mayor, el nombre de los otros tres hijos empieza por J. La abuelita no se equivoca de nombre...¡los fusiona! "Je...Jo... este... Josús...ay, no...Jesé..." Luego añade: "bay, chiquers... ya me saldrá"
ResponderEliminarMenos mal que señala con el dedo.
Pater. En todas partes cuecen habas jajajaja...
Jajajaja, eso te pasa por ponerle nombres tan cortos a tus hijos.
ResponderEliminarPero bueno, estoy con MadreYMas, si te sirve de consuelo, también pasa en familias pequeñas, que acabas llamando a tus hijos con nombres de primos, hijos de amigos, hasta de dibujos animados!!.
Uffff, qué mal andamos todos de la azotea!!!... si al final va a ser verdad que... Dios los cría y ellos se juntan!!.
Bicos
Huy, eso de olvidar nombres, confundir personas, nos pasa a todos en cueanto comenzamos a cumplir años: a partir de los 50 es imparable ;).
ResponderEliminarTambién sufrí el que mis padres me llamarán simplemente con un "nene", o "niño". Y eso en una familia dónde yo era el menor de seis hermanos y todas chicas no deja de tener su lógica.
ResponderEliminarEso pasa en las mejores familias, Páterfamilias: acuérdate cuando la ministra Maleni se puso nerviosa en el Congreso y ordenó a gritos: "¡Un respeto para las filtraciones!" (en vez de para los informes filtrados a la prensa).
ResponderEliminarJajaja! mi comentario seguro que te consuela: yo tengo dos niñas y el menor, niño. A las niñas comúnmente las llamo con el nombre de la otra o simplemente "hija" (y sí, lo odio porque a ellas les hace gracia y salen con alguna trastada que afecta mi autoridad según la seriedad del momento) pero con el pequeño, uffff ese pobre es el que más sufre mis problemas de azotea; no sólo lo he llegado a llamar con el nombre de alguna de sus hermanas sino que lo peor es que incluso le he llegado a llamar con un "hijaaaa"; madre mía, mi caso es grave y para pasar de los 50 me quedan 17 años....
ResponderEliminarMi madre nos terminaba llamando "mari tú", así es que esto pasa un poco en todas partes, y se resuelve con diferentes variaciones. Muy divertido.
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