Tras unas semanas de ajetreo, nos encontramos ahora con que en casa solo estamos cinco. Tenemos a tres hijos desperdigados por el mundo: P. y Q. están en Irlanda y Mi. se ha ido a Boston y Nueva York.
Primero se fueron P. y Q. Se han ido al Summer Camp que organiza nuestra amiga J. en Dublín. Q. se ha ido a estudiar inglés y a P. se lo ha llevado J. de monitor. Cada uno está con una familia diferente, pero ambos están encantados. Lo sé porque así nos lo han hecho saber y porque A. ha estado este fin de semana pasado allí. Sí, sí, se fue el viernes con su amiga M. a ver a J. ("El trío lalala", como ellas mismas se autodenominan). Era una sorpresa para nuestros hijos y los dos se alegraron mucho de verla. A P. lo engañó J. diciendo que debía acompañarle al aeropuerto a recoger a dos italianas y a Q. lo saludó A. al día siguiente en el autocar que los lleva diariamente a las actividades del campamento al que están apuntados. La verdad es que el fresquito irlandés le ha venido muy bien a A., que con estos calores y su estado no lo ha pasado nada bien (a eso hay que sumarle sus mareos, náuseas, vómitos y cansancio ... lo normal que cualquier hombre aguanta sin necesidad de estar embarazado).
Me contaba A. que el "fresquito" era tal que ha llegado a pasar frío. ¡Claro, mujer!, si solo te llevas una "rebequita" (lo que leéis, solo se llevó una rebequita) Allí le tuvieron que dejar una sudadera para combatir el clima. "Me parece que eres un poco exagerado", pensará alguno. Solo con deciros que dormían con edredón y ponían la calefacción ... Vamos, igualito que aquí ;-)
Los irlandeses vuelven el día 24 y ayer, día 14 de julio llevé a Mi. al aeropuerto y recogía, un rato después, a A. y M. (dos de las integrantes de ese trío). Mi. se va a pasar 3 semanas a Boston y N. York porque mi hermano Primogénito le ha invitado a pasar con ellos las vacaciones. No sé, a mí me parece un afortunado (él también lo cree así porque llevaba unos días nervioso con el tema ... normal). Ahora ya sabemos que ha llegado bien, pero no sabéis lo preocupada que estaba A. con este viaje. Es cierto que viajaba solo, que debía ir a Dublín y allí enlazar con un vuelo a Boston, donde mi hermano le recogía en el aeropuerto, pero todo ha salido bien y esta madrugada, a través de un whatsapp, nos ha confirmado su llegada. Después de pasar unos días en esa ciudad, irán a Nueva York y desde allí volverá a España. Es más, cuando vuelva estaremos de vacaciones un pueblo costero muy al sur de Cataluña, así que el pobre tendrá que coger un tren hasta l'Aldea, un pueblo cercano al nuestro. El recorrido, así, a simple vista, parece el eje de cualquiera de los ejércitos que participan en una guerra: Nueva York-Dublín-Barcelona-L'Aldea.
Pues eso, que tanta gente fuera, nos sentimos casi solos y ... como siempre, cuando nos acostumbremos a la situación, volverá a llenarse la casa.
Y ahora llega el momento que casi todas estáis esperando. El momento de hablar del bebé. Esta semana que viene es muy probable que tengamos una ecografía y también es muy probable que sepamos, por fin, si es niño o niña. ¿Qué tontería, verdad? Pues no creáis, además de la ilusión (pero solo eso, ilusión) de que sea una niña, tengo ganas de saberlo para descartar gran cantidad de posibles nombres. Llevamos ya varias comidas familiares en que la discusión acerca de los nombres se hace interminable por la longitud de la lista de candidaturas. Todos empiezan igual, "si es niña .... y si es niño ..." Ahora, por fin, descartaremos el 50% de la lista.