¡He superado el campamento!
Desde que trabajo por y para mí, si no tengo ningún señalamiento judicial o alguna que otra cita ineludible, puedo ir al campamento de turno desde el principio. Desde el minuto cero ahí está Paterfamilias para lo que haga falta.
Este año (otros también lo hicieron) me encargaron cobrar la estancia a los padres. Lo de los niños se paga a través del colegio, pero lo de los padres -no me preguntéis por qué-, no. El que hacía de director dio un primer aviso la primera noche (jueves) y me hizo ponerme de pie ante el resto de padres para que no olvidaran mi cara: a partir de entonces sería una cara a olvidar para muchos de ellos. A lo largo del campamento ha habido que recordar varias veces (volviéndome a poner de pie) que había que pagar el campamento. Pues bien, no conseguí cerrar el tema hasta el sábado a las 13:00 h aproximadamente. Si tenemos en cuenta que el campamento se acababa a las 16:00 h no está mal.
Pero vamos a lo importante, vamos a ver si S. realmente se lo ha pasado bien.
Jueves, 06:32 h
Hace dos minutos que me he levantado y estoy preparando el desayuno como cada día. De repente, veo una figura humana (pequeña) en el dintel de la puerta de la cocina. Es S. que me mira fijamente. Le pregunto que qué hace despierto y sin contestarme se sienta en su sitio esperando que le lleve su vaso de leche. Habla de forma acelerada. Al poco se levanta de su sitio y sigue hablándome acompañando su discurso de saltitos.
Yo: S., ¿estás nervioso?
S. Sí
Yo: No, tú estás "emocionao"
S: Sí
Jueves, 11:40 h
Acompaño a la habitación a los 6 niños que conforman el equipo en el que está S. (este año no se han matado mucho buscando nombres para cada equipo y se han limitado a enumerarlos). Su equipo es el 16 (Antonio Pueeerta, lolololololó, Antonioooo Pueeeeerta ...), el último. Les acompaño yo porque recién iniciado el campamento somos pocos los padres allí presentes.
Les hago vaciar las maletas y guardar la ropa, ordenada, en los armarios. De repente veo a S. sacando de su maleta un libro bastante grueso. Le pregunto qué es eso y me contesta "Un libro para leer por las noches" Me acerco y veo que el tío se ha llevado un diccionario escolar de más de 300 páginas.
(El sábado, al recoger las cosas para irnos, volvió a aparecer el diccionario y el padre de otro de los niños del equipo me comentó que lo había visto y se había quedado impresionado por el nivel que había en esa casa. Le conté la verdad para evitar malos entendidos)
Jueves, 22:50 h
Después de que los niños viesen (o durmiesen una película), salimos con linternas a buscar "gamusinos". S. está agobiado (se ha dormido durante la película) y además no encontramos ni uno (la primera noche es siempre igual, a pesar de haber gritado y saltado como posesos), pero conseguimos que se acaben de cansar (o se espabilen, como S.)
Después, al acostarse, siguen muy nerviosos (normal) y tardan en dormirse. Los padres vamos a una sala donde tenemos una tertulia y nos presentamos. Ocupaba una posición que hizo que fuera el último en presentarme (ya sabéis, el típico "Soy X, padre de X, de 1ª A, B, C o D y me dedico a X. Es mi 1er campamento"). Cuando llegó mi turno dije: "Hola, soy Paterfamilias, padre de S., de 1º D. Me dedico a cobrar campamentos (risas) y, ahora aunque parezca una broma, no lo es, éste es mi campamento número 16" Se oyeron exclamaciones y aplausos. Hasta ese momento, se había oído a uno decir que llevaba 9 campamentos.
Al poco, se abrió la puerta al fondo y apareció otro padre que dijo que éste era su campamento nº 17 (haremos los mismos, lo que pasa es que a él solo le quedan los del pequeño, y a mí, en cambio, todavía me falta uno de JP)
Viernes, 22:45 h
Si el día anterior habían puesto "Turbo", hoy tocaba "Aviones". A S. le daba igual la película, el resultado volvió a ser el mismo
![]() |
Iba a pixelar la imagen, pero no se vería la sobada que se pegó |
Después de la película había que ir a buscar "gamusinos". Mi amigo R. (uno de los que quedamos para jugar a la Play), profesor del colegio y tutor de 1º C, me dice que me ponga cerca de él, que tirará algo al suelo para que S. lo pueda coger. Hay que explicar que hay niños (y padres) que matan por coger una pelotita o el que sea. Deja caer media pelota de goma (vendría a ser medio huevo de gamusino) y consigo que S. la ilumine con la linterna. Se queda bloqueado. El profesor que dirige el cotarro, megáfono en mano, grita diciendo que hay algo ahí y todos los niños dirigen su rayo de luz hacia la media pelota que debía coger S., que sigue agarrotado y mirando fijamente. Un niño se tira al suelo y la coge, mientras S. sigue ahí quieto. Le pregunto que por qué no lo ha cogido y me dice "Porque los gamusinos no ponen huevos", mientras me tira de la mano para que nos vayamos de ahí.
R. se muere de la risa y me dice que siga atento detrás de él, que tirará otra cosa para que, por fin, la coja S. deja caer una pelota (entera) de goma. Esta vez S. la coge. Le animo diciendo que muy bien, que ha cogido un huevo de gamusino y me suelta "Son de mentira. Los gamusinos son de mentira" Le digo que sí, y cuando intento cambiar de tema, me suelta "Entonces, ¿para qué saltamos?" No sé qué contestar. S. quiere irse a dormir.
Sábado, 13:00 h
Todos se han ido de excursión a una ermita cercana. Yo me he quedado contando dinero o intentando cuadrar la caja. Cuando vuelven, R. me comenta que ha estado con S. y han tenido la siguiente conversación:
R: ¿Dónde está papá?
S: Trabajando
R: Ah, ¿sí? y .... ¿de qué trabaja?
S: Hummm .... hummm .... no ... ¡sí!, baja deberes para mis hermanos ... y trabaja con corbata.
Bueno, creo que el siguiente campamento con S. será en octubre ... ¡y con JP en noviembre!