Hace unos meses decidimos que quizá era el momento de tapizar dos sillones del salón e hicimos lo que hace cualquier familia normal: buscar un tapicero.
Así estaba cuando decidimos que era el momento de cambiar el tapizado |
Nos recomendaron uno, fuimos a verlo, elegimos la tela y esperamos presupuesto. Cuando nos lo comunicó (algo más de 400 €), la urgencia por cambiar el tapizado pasó de DEFCON 2 a DEFCON 4 inmediatamente. Buscamos otros presupuestos y lo máximo que conseguimos es una oferta por tapizar ambos sillones por 350 €. Con el dilema de si merecía la pena, de si era mejor ir a Ikea y comprar dos sillones nuevos u otra solución fue pasando el tiempo. Ya no era tan urgente.
Sin embargo -una vez más queda demostrado que los hombres somos de una manera y las mujeres de otra- A. no había olvidado el tema y un día me comentó que había encontrado (y comprado) unas telas a muy buen precio.
- ¿Telas? ¿Para qué?
- Para tapizar los sillones
- ¿Y qué ahorro supone eso en el total del presupuesto?
- No, es que ... he decidido tapizarlos yo
- Pe ... pero si no has tapizado en tu vida
- Oye, que he visto un tutorial en internet
Ante un argumento de tal calibre, uno es incapaz de rebatirlo y ... ¡qué daño han hecho los tutoriales en las familias!
Había que aprovechar para lijarlos y barnizarlos. Pedí una lijadora a un buen amigo y empezamos la tarea. Comprobamos que había carcoma. Pero un poco, no. Tuve que rechazar varias ofertas de National Geographic solicitando grabar un documental sobre la carcoma urbana porque, al parecer, era un caso único. Después de introducir miles de veces esa cánula y derramar el spray asesino (de carcoma) en cada uno de esos agujeros, barnizamos los sillones. Acabadas las tres capas de barniz, ya estaban listos para ser tapizados. Como quiera que los muelles estaban en muy buen estado, "solo" se trataba de cambiar la tela. Empezó A y, la verdad, quedaba muy bien. Le tuve que ayudar un poco porque la fuerza que hay que hacer con la grapadora (especial para tapizar) es inhumana. Después de poner la tela en asiento, respaldo y brazos, quedaba poner un ribete alrededor de la tela. El resultado final fue éste:
Con el nuevo tapizado |
Una vez acabado, nos dimos cuenta de lo mal que estaban y -por qué no reconocerlo- nos dio vergüenza haberlos tenido tan mal durante un tiempo. Son de esas cosas a las que uno está tan acostumbrado, que no se da cuenta de que da pena.
Ayer, último día festivo de este puente, aprovechamos para montar el árbol de Navidad y, cómo no, el Belén. Reconozco que este año no quería montar un Belén como en años anteriores y hacerlo mucho más sencillo, pero al final, los niños insistieron tanto que ...
Aquí tenéis los resultados
Los personajes que salen en el vídeo pueden parecerse a los reales, pero son actores