viernes, 29 de abril de 2011

Lección magistral

Mi padre es Catedrático de Física -Termodinámica- y además de los que ha dedicado toda su vida a la investigación desde la Universidad. Ha escrito centenares de artículos, ha publicado diversos libros y habrá dado no sé cuántas conferencias. Yo, sin embargo, he tenido la suerte de asistir a una sola de ellas y fue la que pronunció con ocasión de su despedida en su Universidad (ahora está como Profesor Emérito) al llegarle la edad de jubilación. Tuvieron el detalle de invitarle a ser el encargado de pronunciar una lección magistral en la festividad de San Alberto Magno, Patrón de los químicos.

Ocurrió hace algo más de 2 años. Yo, que fui en tren, aparecí antes de la hora señalada y allí me encontré a uno de mis hermanos deambulando -teléfono en la oreja- por el espacio comprendido entre la Facultad de Ciencias y el bar-biblioteca. Como quedaba un tiempo hasta que empezara el acto, nos fuimos al bar a tomar un café. Había un grupo de estudiantes que se manifestaban con la excusa del Plan Bolonia. ¡Qué poco habían cambiado los tiempos en ese aspecto!, los manifestantes tenían la misma pinta que los que en mi época reclamaban la supresión de la 2ª clase en los FGC y que para ello montaban una huelga, hacían "sentadas" en el Rectorado o lo que fuera.

Después nos dirigimos hacia la Facultad y, al poco, llegaron mi madre, mis hermanas y el marido de la mayor de ellas. Enseguida apareció mi padre, bajando las escaleras como lo haría el que está seguro de su éxito, rodeado de una serie de personas que, quizá por la pinta, quizá no, me hizo sospechar que ostentaban algún cargo en esa Facultad.

Saludamos a mi padre y a los que conocíamos de entre sus colegas. Como buenos hijos que somos, y guiados por un amor paternal sin límites, nos ofrecimos a que, si llegado el caso, precisaba de nuestro apoyo para animar el cotarro, estábamos dispuestos a aplaudir a rabiar, mientras mirábamos al personal asintiendo con la cabeza en señal de aprobación y admiración por lo expuesto por el conferenciante. Evidentemente, no hizo falta.

Al llegar la hora, nos invitaron a entrar en la Sala de Actos entregándonos un ejemplar, exquisitamente encuadernado, con la conferencia que pronunciaría mi padre. He de decir que, al desvelarme el tema de la conferencia, dejó de ser una incógnita para mí. A partir de entonces, mi (ardua) tarea consistió en intentar entender algún párrafo de lo que allí estaba escrito.

La lección magistral se englobaba, como ya he dicho,  dentro de los actos previstos por la celebración de la festividad de San Alberto Magno. Tras un breve acto en el que se entregaban una serie de Diplomas a unos cuantos estudiantes que, dicho sea de paso, si se vistieron para la ocasión, merecían una paliza, empezó el espectáculo. Se presentó al conferenciante y mi padre empezó su disertación ayudado de una presentación (Power Point) que la hizo más "amena y didáctica".

Nosotros, sentados en primera fila, asistíamos embobados (en el sentido estricto del término) ante el derroche de sabiduría que manaba de su mente. Dado el tiempo transcurrido y la materia abordada, soy incapaz de haceros un resumen de su exposición, simplemente os diré que acerté a oir: "Primera Ley de la Termodinámica", "Lavoisier", "Segunda Ley de la Termodinámica", "equilibrio", "agujero negro", "huracán" e incluso "Tercera Ley de la Termodinámica". Y hasta aquí puedo leer.

Fue alucinante y, aunque no lo dudaba, mi padre demostró ser un crack. 

jueves, 28 de abril de 2011

Hoteles

No soy un gran usuario de este tipo de establecimientos (en mi vida habré dormido en hoteles ... unas 60 ó 70 veces), pero siempre me ha parecido una aventura cuando he tenido la ocasión de utilizarlos.

No soy capaz de situar en el tiempo la primera vez que dormí en un hotel. Quizá fue a finales de los años 70 (muy a finales) en un viaje que hicimos con mis padres a Madrid y dormimos en Guadalajara. Lo recuerdo (repito, no sé si fue la primera vez) porque era ya muy tarde y mis padres no encontraban alojamiento, "no había sitio en la posada", aunque, en lugar de en un establo, acabamos en un hotelillo de la ciudad. Recuerdo todavía su nombre: Hotel Pax.

(¡Qué mala es la memoria!, acabo de ver por internet que ese hotel sigue existiendo y ... ¡tiene 4 estrellas!)

Otro recuerdo imborrable que tengo es dormir (en otro de esos viajes en los que acompañábamos a mi padre a Madrid, donde daba unas conferencias) en el Parador Nacional de Segovia. También llegamos tarde y sin reserva previa (no sé si en aquella época era habitual o mis padres eran muy confiados), por lo que sólo quedaba una suite especial. Pues nada, mala suerte, a dormir en la súper-suite-del-terror.

Ya conté que en mi anterior trabajo me tocaba viajar bastante y, en ocasiones, pernoctar fuera de casa. En esa empresa reservaban (casi) siempre habitación en una cadena hotelera que empieza por "N" y acaba por "H". No daré más pistas. Y siempre, eso sí, de 4* como mínimo. Son (o eran) muy cómodos y funcionales y tenían la rara virtud de ser todos iguales. Había días que, al despertarme, no sabía si estaba en Madrid o en Bilbao.

Supongo que como la mayoría de la gente, disfrutaba especialmente con los desayunos de los hoteles. Esos días uno desayuna como habitualmente no haces. Y lo mejor es la cara de los huéspedes (la mía también) al ir cogiendo "todo" lo que te vas a comer y que, claro, es lo que sueles desayunar cada día en tu casa (¡já!). Esa cara seria, como si estuvieras acostumbrado a ello, mientras tu mente va rapidísima diciéndote "coge eso, y eso ... y de eso también". Al final llegas a tu mesa haciendo equilibrios para que no se te caiga todo lo que has conseguido acumular en un solo plato. La única vez que no vi disimulo en esa situación fue cuando fuimos A. y yo a Madrid un fin de semana con los 4 mayores. Gracias a un compañero de trabajo de A. conseguimos dos habitaciones en un céntrico hotel de 5*. Cuando llegamos al comedor donde se servía el desayuno y los niños vieron el bufet libre que allí había se les pusieron los ojos como platos y no paraban de preguntar qué es lo que podían coger. Imaginaos su cara cuando les decías que cogieran lo que quisieran.

Otras cosas que me gustan de los hoteles son sus cuartos de baño, con su intimidad y con varios productos de usar y tirar que hacen que salgas cada mañana hecho un pincel. También me gusta eso de no tener que hacer la cama, aunque acostumbrado a hacerla desde bien pequeño, reconozco que me da no sé qué el dejarla así.

Existen otras cosas, sin embargo, que no me gustan. Me pone un poco nervioso el trato-pelota de determinados hoteles o, para ser más justos, de determinados empleados de determinados hoteles. Recuerdo especialmente una ocasión en la que A. y yo, gracias a la gestión de un hermano mío con un amigo suyo, nos consiguió un fin de semana en un hotel de 5* de esos con Spa, baños termales, sauna y no sé cuántas cosas más. Al llegar a la habitación teníamos preparada una botella de cava dentro de una cubitera y unos albornoces blancos (blanquísimos) con unas zapatillas a juego por si queríamos ir a la zona de aguas. Debías atravesar, de esa guisa, el pasillo y coger el ascensor para dirigirte a la planta baja. Ya sé que había más gente así, pero, no sé, me sentía raro.

Supongo que para aquellos que los utilicen muy a menudo la cosa pierde su gracia, pero para los que lo hacemos esporádicamente, pues eso, sigue teniendo cierto encanto.

miércoles, 27 de abril de 2011

Recortes

Estos días todo el mundo habla de los recortes que se van a producir (o no, porque ahora el Govern dice que lo aplaza) en la Sanidad Pública. Entiendo que es un asunto de interés general y que nos afecta a todos. 

Sin embargo, se están produciendo otros recortes que, al no afectar a tanta gente y ser el colectivo afectado poco dado a manifestarse, la prensa no se hace eco y por ende la gente ni siquiera lo sabe. Me refiero al desprestigiado Turno de Oficio.

La Generalitat (la Justicia es una de las competencias traspasadas a las Comunidades Autónomas) nos adeuda el pago de los honorarios desde el mes de enero de 2011. ¡Y nadie dice nada! Más de uno pensará -con razón- que si los propios abogados que formamos parte del Turno de Oficio no nos quejamos, nadie lo hará por nosotros.

Hace meses asistí a una reunión en mi Colegio de Abogados para tratar el asunto de los retrasos en el pago de nuestros honorarios y surgieron algunas ideas por parte de los colegiados allí presentes que rápidamente eran frenadas por nuestro propio Colegio Profesional. Se habló de hacer una huelga, de no aceptar más designas, de manifestarnos ante la Conselleria de Justícia o ante los Juzgados de nuestro Partido Judicial. Nada, no se aceptó ninguna de las propuestas. Se nos decía que eso podía afectar a la imagen que la ciudadanía tiene de los abogados. Soy consciente de que los abogados no gozamos de buena fama en la sociedad (puedo asegurar que es por culpa de unos pocos) porque nos ven como un colectivo elitista y, sobre todo, caro (ay, ya me gustaría). Lo que nunca he llegado a entender es que los médicos (colectivo muy diferente, pero al mismo tiempo similar al nuestro) se manifiestan y la gente lo ve normal. Y no sólo eso, sino que consiguen muchas de sus reivindicaciones a base de protestas. Llegados a este punto, quiero aclarar que no tengo nada contra el colectivo médico, al revés, los respeto y admiro.

Para el que tenga una vaga idea de cómo funciona el Turno de Oficio, os diré que es un servicio de justicia gratuita que permite a las personas con rentas bajas poder acceder a la vía judicial con un coste cero para ellos, pero con un elevado coste para la sociedad. El coste es elevado para la sociedad por el abuso que existe en las concesiones de la justicia gratuita. Sin ánimo de ser demagogo, que sepáis que son siempre los mismos los que se benefician de este servicio. Las tarifas (lo que se paga a un abogado) están muy por debajo de los honorarios que los propios Colegios Profesionales nos marcan a la hora de minutar a cualquier cliente.

En definitiva, los abogados que formamos parte del Turno de Oficio somos como ... no sé ... el "colectivo hemorroide" porque todo esto lo sufrimos en silencio.

Si ya de por sí en casa hacemos malabarismos para llegar a final de mes, cuando te encuentras en una situación como esta, en la que el dinero que percibes por esas asistencias se ha convertido, no en un añadido, sino en una parte más o menos importante de tu sueldo, imaginaos la gracia que nos hace.

Me viene a la cabeza aquella famosa frase de que "Dios aprieta, pero no ahoga" ... aunque en nuestro caso sería que "Dios aprieta, pero no suelta".

¡Lo superaremos!

lunes, 25 de abril de 2011

La Mona

Hoy es festivo en Cataluña y además no es una fiesta cualquiera: hoy es el día de la Mona. Alguno puede pensar que se trata de un día en el que se elige a la más guapa del territorio, pero no. Tampoco es un día dedicado a descansar por los excesos (sobre todo con el alcohol) del día anterior. Esa mona se duerme y no hace falta dedicarle un día.

Es la Mona de Pascua. La tradición marca que en tal día como hoy los padrinos regalan a sus ahijados un pastel típico de este día. Normalmente se trata de un pastel y una figura (el huevo es la más extendida) de chocolate. Sé que existen variantes de este dulce dependiendo de la latitud.

Ese día los maestros pasteleros se esmeran en sus creaciones y cada año triunfan las monas dedicadas a los personajes del momento. Como los destinatarios suelen ser niños, suelen tener éxito personajes de series de dibujos animados o escudos de tu equipo de fútbol (bueno, aquí, en lo que respecta al equipo de fútbol existe un pensamiento casi único y el pobre niño que no sea del Barça, ya se puede ir olvidando de una mona con sus colores, a no ser que su padrino sea pudiente y la encargue o tenga una habilidad especial para la cocina y la haga él mismo). Cuentan que un pastelero de Barcelona se ha atrevido con el reciente episodio protagonizado por Sergio Ramos, futbolista del Real Madrid que pasará a la historia de la Copa del Rey por haber destrozado el trofeo (en plena celebración se le cayó por una ventanilla del autocar que transportaba al equipo con tan mala fortuna que éste pasó por encima de la Copa). Este maestro pastelero nos muestra la Copa rota en varios pedazos.

Por cierto esta acción ha hecho que se dispararan los comentarios en las redes sociales y, entre las más graciosas, he encontrado las siguientes:

- La RFEF propone que, a partir de ahora, la Copa del Rey lleve un cordelito como los mandos de la Wii.

- El diario Marca ha iniciado una nueva promoción en la que, comprando su próximo ejemplar, el lector recibirá -totalmente gratis- la primera pieza del "Puzzle de la Copa del Rey"

- A partir del año que viene, el torneo pasará a denominarse "La  bandeja del Rey"

Bueno -que me desvío-, en casa ya hemos recibido varias de estas Monas de Pascua y todavía quedan unas cuantas. Un amigo me proponía hacer una exposición por el gran número de dulces a recibir. No sé, lo pensaremos.

domingo, 24 de abril de 2011

60 años de matrimonio

Ayer era la fiesta de Sant Jordi, patrón de Cataluña y Aragón y aquí, en Cataluña, una fiesta importante que en los últimos años ha ido ganando importancia por cuanto es también la fiesta del libro y esto le ha dado realce a nivel internacional.

Ayer fue también el día elegido por mis suegros para casarse hace ya 60 años. Sé que en los tiempos que corren no es algo muy habitual y que alguno pensará que eso es normal en gente de otra generación, que ahora las cosas han cambiado ("evolucionado", dirán), pero lo cierto es que son un ejemplo a seguir.

Son padres de 8 hijos, abuelos de 25 nietos y bisabuelos de 7 biznietos (mientras escribía esta palabra ha venido mi hijo P. y me ha dicho que se escribe con "s", "bisnieto". Hemos buscado en el Diccionario de la RAE y hemos podido comprobar que valen ambas acepciones) y otro en camino (ya veis que eso de las familias numerosas nos viene a A. y a mi por ambos lados).

Al contrario de lo que dice la tradición, yo me llevo muy bien con mis suegros aunque no existe mérito alguno por mi parte porque son encantadores y muy buena gente. Nos han ayudado siempre todo lo que han podido con los niños y eso ellos lo notan (los adoran). De mi suegra es aquella teoría de que cualquier matrimonio necesita, como mínimo, un fin de semana al año para estar solos y siempre que ha podido lo ha cumplido. Lo ha cumplido "obligándonos" a irnos quedándose ella con los niños. Como le gusta mucho el cine, cada vez que va y le gusta una película, nos llama y nos anima a ir a verla. Ella, claro está, se queda con los niños y nosotros aprovechamos para estar solos. Un encanto.

Mañana lo celebraremos con una comida a la que asistiremos sólo los hijos/as con sus respectivas/os. Faltará J. el séptimo de sus hijos que -creo que ya lo adelanté en alguna entrada- es misionero, aunque a finales de julio volverá a su diócesis después de varios años en Perú y Honduras. 

¡Muchas felicidades!

jueves, 21 de abril de 2011

Cumpleaños feliz

Hoy es mi cumpleaños y, en un acto consciente de indiscreción, os diré que cumplo 43 años.

Ayer finalmente decidimos cumplir el plan inicialmente previsto desafiando las previsiones meteorológicas que anunciaban lluvias abundantes y vinimos a este pueblo de la comarca "gironina" de La Selva. He podido comprobar que la conexión a internet es muy complicada (no funciona el 3G), lo que, unido a que la casa no tenga antena de TV, hizo que no pudiera seguir la Final de Copa entre el Sevilla y el Barça (perdonad, me ha traicionado el subconsciente y no recordaba que Undiano Mallenco, el mismo que tras su "gloriosa" actuación pitando uno de los partidos de semifinales entre el Sevilla y el Madrid, fue premiado con pitar la Final de este torneo, se encargó de impedirnos jugarla por segundo año consecutivo). Al final, me enteré del resultado a través del móvil.

Antes de acostarme leí las notas de felicitación que Ma. y P. me redactaron antes de irse a Irlanda y Granada. ¡Qué majos acordándose de su padre!

Esta noche, sobre las 3 de la madrugada, S. ha venido llorando a nuestra cama y me ha dado tantas patadas que he acabado durmiendo yo en la suya. A las 5 y pico una indisposición ha hecho que tuviera que acudir a realizar una visita, inesperada y precipitada, al Sr. Roca. Allí he comprobado cómo alguno (incluido Tomae, gracias) ya me había felicitado a través del facebook. No me ha parecido apropiado contestarles a esas horas (vaya tío, despierto a las 5 de la mañana, dirían y como tampoco es plan explicar mi situación intestinal...)

Cuando los niños me han despertado felicitándome, me he asomado a la ventana y ... ¡no llueve!

Pues eso, que hoy es mi cumpleaños y veremos cómo transcurre.

Sé que entre los que tienen la suerte de haber nacido el mismo día que yo se encuentran la reina Isabel II de Inglaterra, pero, a juzgar por su cara, no parece que le haga mucha ilusión. También está un tal Iggy Pop o algo así. Imagino que será un cantante. Modestino se encargará de confirmárnoslo.

Perdonad la presentación, pero esta enyrada la hago desde el móvil y no da para más. Además, tengo la mano destrozada de escribir con un solo dedo

miércoles, 20 de abril de 2011

Mi (un) cliente sudamericano

Tengo otro asunto del Turno de Oficio que me preocupa. Y lo que me preocupa es la situación de esa familia. Se trata de la típica ejecución hipotecaria que ha promovido la entidad financiera (una Caja de Ahorros en este caso) contra el prestatario que, por la causa que fuere, dejó de abonar los recibos de la hipoteca.

Cuando me entrevisté por primera vez con mi cliente, me dijo que pagaba una cuota mensual de casi 1.200 € en una hipoteca firmada con una duración de 35 años. Ante mi asombro, me contó que tenía un buen trabajo (no recuerdo ahora cuál era, aunque eso sí, no requería ningún conocimiento técnico) y cobraba cerca de 4.000 € mensuales (aunque era difícil, mi asombro aumentó). Ahora estaba trabajando en una empresa que hace diversas obras (túnel de la Línea 9 del Metro de Barcelona, entre otras), sin horario alguno, va cuando le llaman y a la hora que le llamen. Es un auténtico esclavo.

Contesté a la demanda (por obligación y por decencia) a sabiendas que lo único que conseguía era ganar tiempo y así se lo advertí al cliente. Cabe aclarar que en estos supuestos, las causas de oposición están tasadas y, ante cualquier otro motivo de oposición de los que no figure en la propia ley, el Juez ni siquiera contesta.

En este caso se dan una serie de circunstancia que, al menos a mi, me preocupan y hace que sienta mucha lástima por esta familia. Son inmigrantes (sudamericanos), tienen una hija con una deficiencia (no he conseguido averiguar cuál) y un compañero de mi cliente les avaló, por lo que la demandante va también a por él, lo que le ha creado una angustia tremenda a mi cliente. Me puse en contacto con el compañero que firmaba la demanda y, claro, me contestó de la misma forma que hacen todos "no sé, yo cumplo instrucciones de la entidad financiera y no estoy autorizado para alcanzar acuerdos". Cuando por fin conseguí contactar con el Director de la oficina en la que se firmó el contrato de préstamo hipotecario, me dijo que él lo hablaría con "la Central" (otra expresión que no soporto). Como pasaba el tiempo y no tenía noticias de este individuo, volví a llamar y, ante mi sorpresa, me comunicaron que había abandonado esa oficina y que ahora había un nuevo Director. Tal y como me temía, el nuevo Director me dijo que él no podía hacer nada, que él no intervino en la operación y que "la Central" no autorizaba a alcanzar acuerdo alguno (¿y eso no me lo pueden decir a la cara?).

Mientras tanto, mi cliente -desesperado- me decía que intentaba que alguien le prestara el dinero para poder afrontar la deuda. Me dijo que, tras agotar todos los intentos con Bancos y Cajas "serias", miraría anuncios que aparecen en internet y que acudiría a prestamistas individuales (volver a la época de los usureros en definitiva). Le advertí del peligro que ello entrañaba por cuanto, ante un hipotético impago, éstos no se andan con chiquitas y si hay que dar una paliza o algo peor, se hace y a otra cosa mariposa.

Ayer hablé con él para informarle que se había señalado la primera subasta de su vivienda para el mes de junio. Me preguntó si era bueno que siguiera pagando. ¿Pagando qué?, le pregunté. "Las cuotas mensuales", me dijo. Las seguí pagando "para demostrar mi buena fe, mi intención de pagar". Le dije que eso sólo le serviría para rebajar la deuda y que guardara todos los justificantes de esos pagos. Me comentó que el concepto de esos pagos es "traspaso", que así se lo hizo la Caja de Ahorros. Definitivamente son muy mala gente.

Para acabar de rematar el tema, me pidió consejo acerca de una denuncia que había presentado. Resulta que, desesperado por encontrar alguien que le dejara dinero, encontró no sé qué por internet y le han estafado 8.000 €.

Es un vergüenza.

martes, 19 de abril de 2011

Felicidades Q.

Hoy Q. cumple 9 años. Recuerdo perfectamente el día que nació. Estaba yo en Bilbao porque la empresa en la que entonces prestaba mis servicios decidió enviarme allí para tratar unos asuntos con su agencia en esa ciudad (de hecho, tenía que hacer unas cosas que ellos no habían hecho por desidia). Poco antes de viajar le comenté al Director General que mi mujer estaba a punto de dar a luz, respondiéndome él algo así como "Hombre, ya sería puntería"

Me fui a Bilbao bien temprano y la secretaria me había reservado un billete de vuelta para el vuelo de las 18 horas. A media mañana me llamó A. para decirme que estaba de parto y, para no estresarme, me dijo que no me preocupara, que se iría al Hospital con su madre. Llamé enseguida a la secretaria y le comenté el tema. Al rato me llamó ella para decirme que había conseguido un billete para el vuelo de las 14 h. En cuanto acabé todo, me fui al aeropuerto, tomé el avión y, al llegar al aeropuerto de Barcelona, cogí un taxi que me llevó directamente al Hospital. Recuerdo estar pagando la carrera del taxi cuando vi llegar a A. al Servicio de Urgencias, así que entramos juntos y pude estar presente en el parto de nuestro 4º hijo.

Q. es listo y un poco flojillo. Su profesor siempre nos dice que el día que haga todos los deberes y esté más atento en clase, sacará "Excelentes". Así que de momento va sacando Notables y Bienes. Le gusta mucho -demasiado- la broma. Recuerdo también cómo su profesor de 1º y 2º de Primaria nos contaba en las tutorías lo que le costaba aguantar la risa cuando Q. empezaba a reírse y a contagiar a sus compañeros de clase. Os podéis imaginar cómo acababa aquello.

Le gustan muchos los animales ... o los bichos. Me hizo mucha gracia el día que vino diciéndome que por qué no le dejábamos tener un animal. Le dije que no, que ya tenía hermanos y, poniendo aquella voz de "pooorfiiiii" dijo, "Vaaaaaa, aunque sea una hormiga". Ahora está deseando estrenar su (2ª) granja de hormigas.

Le gusta el fútbol de esa manera, aunque juegue con un equipo. Lo que está claro es que está mejorando mucho. El otro día, sin ir más lejos, marcó su primer gol en un partido oficial. Ha estado jugando de defensa y el entrenador decidió que ocupara una posición más adelantada. En su debut como delantero, marcó ese gol. Le he acompañado cada sábado en sus partidos. Ese día no fui porque Mi. reclamó mi atención y decidimos que A. fuera a ver a Q. y yo a Mi. Aquel día marcó su gol.

lunes, 18 de abril de 2011

No comment

Esto de tener un blog tiene cosas muy curiosas. Sin ir más lejos, la última entrada que publiqué mereció la escalofriante cifra de ... ¡cero comentarios! Seguramente me había mal acostumbrado, había llegado a creerme algo esperando que cada uno de mis posts sería comentado por alguno de mis (escasos) lectores, pero lo cierto es que me ha servido para ver que hace falta esforzarse un poquito más en los escritos. Ya sé -al menos ésa es mi intención- que uno no tiene un blog para ser leído, sino que lo hace porque le gusta escribir y/o porque necesita hacerlo por una causa o por otra.

Lo interpreto como un toque de atención hacia mi ego, un retorno a los orígenes (no tan lejanos) en los que nadie, no sólo no comentaba, es que ni siquiera me leía.

Soy consciente también que mantener un blog anónimo (por ejemplo, de mis hermanos, sólo uno conoce de su existencia) conlleva estos riesgos. Si mi intención fuera darme a conocer, entraría en muchos más blogs, haría comentarios en ellos, publicaría cada una de mis entradas en Facebook, me daría de alta en Twitter y haría lo mismo. No sé imagino que existen muchos trucos para darse a conocer, pero, como digo, ésa no es mi intención.


De verdad (no hay ni un ápice de ironía) que agradezco esta circunstancia que, de ahora en adelante, tendré muy presente.



sábado, 16 de abril de 2011

Casi solos

Los niños y A. han empezado ya las vacaciones de Semana Santa y Ma. y P. se han ido esta mañana. P. a Granada y Ma. a Irlanda.

P. salía con los del Club a las 7 de la mañana. Me pidieron si podía acompañar a unos cuantos chicos hasta otra población cercana desde la que salía el autocar hacia Granada, así que esta mañana -tempranito- ya estaba en planta. Cuando he llegado al Club donde me esperaban los chicos y los monitores que salían desde aquí, nos hemos percatado de que se había pinchado la rueda delantera derecha. Al final, han sido otros padres los que han acompañado a los chavales y monitores, mientras yo me quedaba esperando al servicio de asistencia que me enviaba el Seguro. Creo que es la primera vez que me encontraba en la situación de cambiar un neumático. Todo iba bien hasta que ha sido necesario sacar la rueda de recambio (situada en la parte posterior del vehículo), donde no me ha quedado más remedio que "usar el comodín de la llamada" y telefonear a nuestra Compañía Aseguradora. Para eso está, ¿no?

Después, a media mañana, pasaba por casa de Je. y M. a recoger a su hija A, que, junto con  Ma., se va a Irlanda y llevarlas al aeropuerto de Barcelona. Se van allí con D. y J. (ya he hablado alguna vez de ellos, son el irlandés y su mujer madrileña). Allí estarán ayudando a nuestros amigos y participando como monitoras en un campamento con niños y niñas. Esperemos que no se pongan las dos a hablar todo el día entre ellas y, si lo hacen, por lo menos que sea en inglés.

Visto lo visto, nos hemos quedado en casa con 4 niños (de momento 3, porque Mi. se ha ido esta mañana a casa de un compañero del colegio porque tenían que hacer un trabajo, el famoso circuito eléctrico).

Como yo trabajo hasta el miércoles, es posible que ese día, por la tarde-noche, nos vayamos a un pueblo de la provincia de Girona, donde mis padres tienen una casa, y pasemos allí la Semana Santa.

La decepción del día ha venido de la mano del Sevilla. Cuando más debía esforzarse (por no haberlo hecho a lo largo de la temporada), ha jugado un pésimo partido y ha perdido en Getafe por 1 a 0, desbaratando así las escasas opciones que tenía de jugar la Champions League la próxima temporada. Por otro lado, ha resucitado a un equipo que estaba pasando por una malísima racha.


viernes, 15 de abril de 2011

Urbanidad

Esta mañana he cogido el autobús para ir al Juzgado. Al cabo de un rato, ha subido una persona y ha ocupado el asiento inmediatamente posterior al mío. Al poco he empezado a oír unos extraños sonidos que han reclamado mi atención. Eran como unos chasquidos acompañados de olor a golosina de melón. Como provenían del asiento de atrás, disimuladamente me he girado y he podido observar una escena escalofriante: era una señora de más de 60 años mascando chicle con suma fruición y haciendo globitos que explotaban (y desprendían el olor a melón) con exagerada velocidad. La señora llevaba una bolsa de supermercado y vestía una camiseta de manga corta y cuello redondo (de playa, vamos).

Si bien el trayecto no ha sido del todo agradable, debo agradecerle haberme proporcionado una idea para la entrada de hoy: la (falta de) urbanidad.

No me considero especialmente fino en el trato ni he sido educado con la finura de la aristocracia, pero cada día soporto menos la ordinariez. Sin ánimo de resultar exhaustiva y contando con que seguramente dejaré de describir situaciones, unas por olvido, otras por no resultarme del todo desagradables y otras por ser tan desagradables que me niego a reproducirlas, ahí va la lista de los comportamientos que peor encajo:

1) Determinados ruidos corporales: sorber con la nariz (sé que, en la mayoría de los casos, es como un tic, pero me da igual), emitir ciertos sonidos con la boca que ahora mismo no sabría cómo describir, pero es igual a cuando alguien come un plátano y no cierra la boca al masticar.

(Aviso a navegantes: aquel que en este primer punto buscaba la descripción de otros sonidos corporales, que no siga leyendo, se ha equivocado de blog)

2) Ciertos olores. Me resulta insoportable una conversación con alguien que la noche anterior ha cenado ajo con algo más. No sé si es un defecto de mi naturaleza o qué, pero ante este hedor, mis glándulas pituitarias, en lugar de cerrase, se abren como nunca y hacen que no me pierda detalle del aroma.

El olor a sudor merece mención aparte. Tras años de observación, he llegado a la conclusión de que sólo existen dos causas por las que una persona puede oler a sudor:

a)  Porque tiene una disfunción. No pasa nada, hoy en día existen multitud de tratamientos que evitan ese olor.

b) Porque se ha repetido una prenda previamente sudada. En este caso, no puedo con ello.

No os engañéis, no hay más. Si uno lleva una camisa limpia y empieza a sudar, tranquilo que, a no ser que exista una disfunción, no huele. Ahora bien, si esa camisa nos la volvemos a poner al día siguiente (aunque se haya secado), el olor será de campeonato.

3) Hablar a gritos. Imagino que existen diversos orígenes, como puede ser una incipiente o mediana sordera, una inseguridad en uno mismo que le lleva a intentar "estar por encima" de los demás, etc, pero la mayoría de los casos equivale a ordinariez.

4) Tics (o no) que llevan a tocarse ciertas partes del cuerpo de manera inconsciente (supongo) y repetitiva. No hace falta entrar en detalles, pero todos conocemos a un famoso deportista (tenista) que tiene esa fea costumbre cuando practica deporte. Aunque, sinceramente, no va por él.

5) Hablar comiéndose letras (incluso palabras). Si alguno está pensando en los andaluces, también se ha equivocado de blog. Estoy pensando en aquellos que, pasado de generación en generación, hablan ya un idioma propio a base de no pronunciar ciertas letras de una palabra. Llega un momento en que resulta difícil entenderles.

6) Colarse en los sitios. No hay cosa que me ponga de peor humor que uno/a que, con absoluto desprecio hacia sus congéneres, se cuela en un sitio mientras los demás (que debemos ser tontos) esperamos nuestro turno. Hay que reconocer que este comportamiento se da en gente de diversos estratos, no está únicamente reservado a determinada clase social.

Bueno, creo que por hoy ya está bien. Sólo comentaros que tengo un compañero de trabajo que reúne varios de los comportamientos anteriormente descritos: sorbe por la nariz, habla a gritos, se toca y/o rasca compulsivamente partes de su cuerpo (concretamente dos, una delante y otra detrás), habla idioma propio, etc. Un auténtico campeón.

jueves, 14 de abril de 2011

Se juegan "clásicos", ¿qué clásicos?

A los que no somos seguidores ni del Barça ni del Madrid se nos ningunea durante toda la temporada por parte de la prensa, ya no la deportiva, sino también la generalista. Y ahora vienen 4 partidos (casi seguidos) entre estos dos equipos.

Desde ayer, día en el que el Madrid se aseguró su pase a las semifinales de la Champions League, sólo se habla de estos 4 partidos que nos esperan y ya no quedan tópicos. Eso de "clásico" está ya muy manido.

No tengo ningún interés en estos partidos y me da igual quien gane. Y más sabiendo que el Sevilla era el que debía disputar la Final de la Copa del Rey, pero los árbitros (ellos son unos mandados y las órdenes venían desde más arriba o desde las televisiones, que cada día mandan más) impidieron que así fuera con todo tipo de "errores" que favorecieron -¡cómo no!- al Real Madrid.

Así que yo seguiré pendiente de la "Liga de los normales" en la que ocupamos la 3ª plaza y habrá que luchar muy duro por conseguir la 2ª, lo que nos daría acceso a jugar la Champions la próxima temporada. Sé que está difícil, muy difícil, pero aun hay esperanza y ésa no se pierde hasta el final.


miércoles, 13 de abril de 2011

Justin Bieber

Para los que no sepáis quién es este tipo, os diré que es un cantante de origen canadiense, de 17 años de edad, que se peina de una forma que parece que haya salido de la peluquería sin quitarse el secador de la cabeza  y que causa furor entre las adolescentes, preadolescentes y alguna que otra talludita. Es capaz, a la vez, de despertar una inquina entre los adolescentes y preadolescentes inversamente proporcional a la histeria que genera entre las niñas. Y eso lo veo en casa.

Mientras Ma. está embobada con este cantante, P. dice que es un payaso y un nenaza. No sé, imagino que debe haber un poco de envidia y que, entre los chicos, queda bien meterse con este individuo.

El caso es que la semana pasada estuvo en España, concretamente en Madrid y Barcelona donde ofreció sendos conciertos. Ma. asistió al que se celebró en Barcelona acompañada de algunas amigas de su clase y por la madre de una de ellas, que se ofreció a llevarlas y traerlas (esta señora merece un monumento). La idea surgió, al parecer, hace meses. Estaba esa tarde en casa un cuñado mío que es misionero en Honduras y que pasaba unos días en compañía de la familia. Ma. comentó que venía Justin Bieber a Barcelona, que le hacía mucha ilusión ir al concierto y que, por supuesto, se lo pagaba ella. A. estaba pensando qué respuesta darle (aquella de que cuando venga tu padre lo hablaremos) cuando mi cuñado comentó "Hoy lo he visto en la tele y parece un chico muy majo. Además ha dicho que cree en Dios". Ya está, no hizo falta decir nada más. Cuando yo llegué a casa, ya no hacía falta comentarme nada, A. había autorizado a Ma. a asistir a ese concierto.

En las noticias del día del concierto en Barcelona hablaron de su estancia (y concierto) del día anterior en Madrid y destacaban el plantón que dio a la "prensa gráfica", al llegar 1 hora tarde a la inicialmente prevista y no posar, sino pasar, delante de los fotógrafos. Los fotógrafos (muy chulitos ellos) le dijeron de todo, desde "payaso" hasta "stupid".

Como esos días se hablaba de él en todas partes, en algún lugar de la red leí que en más de una ocasión ha manifestado que está contra el aborto, lo que ha hecho que me caiga bien. No sé si tiene alguna virtud más, no tengo ni idea de si canta bien o mal porque, al menos conscientemente, no recuerdo haber oído ninguna de sus canciones, pero lo cierto es que desde entonces me cae bien.

martes, 12 de abril de 2011

Parecidos


Dicen que todos tenemos un doble o, dicho de otra manera, que todos tenemos a alguien que se parece mucho a nosotros.

En mi caso no existe unanimidad por parte de mis amigos y conocidos en señalar a quién me parezco, pero con mi hijo Q. todo el mundo coincide en que es clavadito a Macaulay Culkin, aquel niño que protagonizó, entre otras, "Solo en casa" y, la verdad, se parece mucho. Sin ir más lejos, este año, al empezar el curso, llegó un niño nuevo a su clase y cuando en casa le preguntaban quién era su mejor amigo él decía que era un niño que se llamaba Kevin (así se llama el personaje que interpreta en esta película). Los padres no entendían nada porque en la lista de la clase no aparecía nadie con ese nombre. Al final, cuando descubrieron quién era el tal Kevin les entró un ataque de risa. Todo esto me lo contaba el padre de la criatura cuando cogimos la suficiente confianza.

Existen otros parecidos que no tienen en común los rasgos físicos, sino sorprendentes coincidencias en todo lo demás. Creo que es lo que conocemos por alma gemela.

Yo conozco a mi alma gemela. Es un muy buen amigo mío con el que coincidimos en todo. Existen dos excepciones: el fútbol (él es del Barça) y los gustos musicales (aunque rebasa la cuarentena, se ha anclado en la adolescencia hasta tal punto que fue el "asesor" musical de nuestra hija Ma. hasta hace bien poco). En cuanto al resto de temas existe una coincidencia casi total.

Hasta tal punto ha llegado esta coincidencia que ante un tema de actualidad que no he tenido ocasión de seguir o estudiar con detenimiento, recabo su opinión y se acabó.

lunes, 11 de abril de 2011

Pajarito indefenso

No soy muy dado a llamar a mis hijos, ni siquiera cuando son pequeños, con frases, más o menos acertadas, que describan sus cualidades o características. No es por nada en concreto, imagino que cada uno es como es y manifiesta sus sentimientos como le parezca. Eso no quita que haya que tener cuidado cómo le llamas y, sobre todo, dónde usas esas frases.

Cursaba yo entonces 6º de EGB cuando, al salir del colegio, fui a casa de un amigo porque teníamos que hacer un trabajo que nos habían encargado. Cogimos el tren juntos y nos dirigimos directamente a su casa. Conviene aclarar que este niño era hijo único lo que, como se verá, le disculpa aunque no justifique lo que más tarde acaeció. Al llegar a su casa, llamó al timbre y desde dentro una voz femenina (su madre) preguntó quién era. Mi amigo contestó "soy yo" y en ese momento, la madre, mientras abría la puerta, empezó a decir "Ay, mi mendruguito de pan, mi pajarito indefenso". Mi amigo se puso rojo y yo no sabía qué hacer. Cuando la madre abrió la puerta (después de pronunciar tan desacertadas expresiones) vio que su hijo estaba acompañado ... pero le dio lo mismo, actuó como si nada y le dio un buen achuchón.

Evidentemente, me faltó tiempo para, al día siguiente, contárselo al resto de la clase.

No es que eso me marcara de por vida (a mi amigo supongo que sí), pero se me ha quedado grabado y a pesar del tiempo transcurrido recuerdo esa escena como si hubiera ocurrido ayer.

No es necesario analizarla detenidamente para darse cuenta de los errores que se cometieron en tan poco espacio de tiempo y en una situación aparentemente tan sencilla. Así, a bote pronto, se me ocurren los siguientes:

- Preguntar "¿quién es?" cuando llaman a la puerta. Para eso existe una cosa que se llama mirilla y permite, además de observar la cara de tu hermano cuando llama al timbre y no le abres la puerta, ver quién es el que ha llamado.

- Contestar "yo" a la pregunta "¿quién es?". Simplemente porque todo el que llama es él, es decir "yo" desde la óptica del que llama. Debe ser que ésta es otra de esas situaciones en la que se cumple aquella máxima de "a preguntas tontas, respuestas tontas".

- Decir "mendruguito de pan" y/o "pajarito indefenso" a un hijo. No es excusa que sea hijo único. Estoy convencido que esa señora con más hijos repartiría equitativamente sus frases. A uno le llamaría así y a otros, no sé, "cachorrito" o "capullito de alhelí". Esa característica era intrínseca a esta señora, no venía determinada por la situación concreta, sino que ella era así.

- No haberme ido. Supongo que porque me encontraba en plena formación de mi conciencia o por otra causa que se me escapa, pero lo cierto es que no abandoné el lugar corriendo.

Estoy seguro de que, aun sin dar más datos, más de uno encontrará otros errores en la situación descrita

viernes, 8 de abril de 2011

Me gusta


No sé si es como consecuencia del ritmo de vida acelerado que quien más quien menos llevamos en la actualidad o de la invasión de las nuevas tecnologías o simplemente que queremos abarcar más de lo que podemos, pero lo cierto es que cada vez leemos peor cualquier cosa que caiga en nuestras manos. Acostumbramos a leer en diagonal y, al acabar, no nos hemos enterado de la mitad. Estoy convencido de que ese déficit de atención se debe a que, como decía, queremos hacer muchas cosas: leer ese expediente, esa noticia (pensando en aquel expediente), ese artículo de opinión que nos han dicho que es muy interesante o que por su título así nos ha parecido, esa nueva entrada de un blog amigo, ese ...

Y ese ansia por leer hace que no dediquemos a la lectura la atención que merece. Otras veces -muchas- es la comodidad. Un ejemplo muy gráfico de esa comodidad es el facebook. ¿Cuántas veces, ante el artículo que un amigo nuestro ha colgado en el facebook ponemos "Me gusta" sin haberlo leído? Es la comodidad y la confianza en esta persona la que nos lleva a dar esa opinión sin tener ni idea de qué se trata.

Otro tema es intentar adivinar por qué no existe en facebook la opción "No me gusta". En más de una ocasión la usaríamos, ¿no?

miércoles, 6 de abril de 2011

¿Ópera o teatro?

El título de la entrada no tiene (casi) nada que ver con su contenido, pero si leéis hasta el final, a lo mejor sí. 

Desde que llegó a casa el disco duro con reproductor multimedia de 1 TB vemos muchas películas en detrimento de la TV. 

No es que veamos mucha tele en casa, pero, dependiendo de las edades y los gustos, lo más visto son los informativos, programas deportivos, dibujos animados de alguno de los muchos canales ahora existentes, alguna serie y muy de vez en cuando algún otro programa. El orden no creo que sea éste porque a mi me gustaría ver más fútbol y algunos debates que tengo vetados y que puedo seguirlos cuando todo el mundo se ha acostado y A. se ha dormido en el sofá. A. preferiría menos fútbol y más series (como Ma.) y los niños más dibujos animados y menos de todo lo demás.

A pesar de nuestro consumo televisivo sé que siguen existiendo determinados programas que hacen que se califique a cierto estilo de "hacer" televisión como "telebasura". Muchas veces hemos tenido una conversación o debate con amigos, familiares, compañeros de trabajo sobre este fenómeno y los que están a favor de esta clase de televisión, además de llenarse la boca con palabras o frases como "diversión", "democracia" y "libertad de expresión", siempre acaban con la misma argumentación. Dicen que a la mayoría de la gente le gusta este tipo de programación y sólo hay que remitirse a los índices de audiencia.

Siempre he pensado que este argumento es del todo falso. Por mucho que las encuestas nos digan a que determinada hora la mayoría de los hogares españoles están conectados a no sé qué canal en el que se emite un programa catalogado como basura, no significa que a la gente le guste eso. De entrada, porque existen determinadas franjas horarias en las que sólo existe esa programación. Por esa misma regla de tres, cogiendo los datos de la audiencia en la franja infantil concluiríamos que a España entera le gusta los dibujos animados.

Existe también una dosis de morbo que rodea a esta serie de programas y que incita verlos, pero estoy convencido que eso afecta más a unos que a otros.

Siempre que la conversación llega a este punto, intento demostrarles lo falso que es eso de que "a la gente le gusta" proponiéndoles el siguiente ejercicio. Imaginaos por un momento que en España sólo existieran dos cadenas de televisión (aviso a los más jóvenes, por increíble que parezca esto era así en España hasta no hace tanto) y una emitiera constantemente ópera y la otra teatro clásico. El potencial espectador se decantaría por una u otra opción (otros por ninguna de ellas) y diríamos que como hay más espectadores de teatro habría que cambiar la programación de la cadena que hasta ahora sólo emitía ópera, porque a la gente le gusta más el teatro

martes, 5 de abril de 2011

Mi clienta turca

Hace un tiempo os conté que la Comisión de Justicia Gratuita me había designado como abogado de una señora que era un poco especial. Al cabo de un tiempo dirigí una carta a la Comisión del Turno de Oficio de mi Colegio presentando mi renuncia (por insostenible) a ese asunto. El Colegio de Abogados no me aceptó la renuncia y cité a mi clienta para que viniera hoy al despacho. Y así ha sido. Habíamos quedado a las 17 h. y se ha presentado a las 17,40 h (vive en otra población y ha venido en tren y autobús).

Ha estado en el despacho hasta las 20 h. y lo único que he sacado en claro es que presentaré la querella para la que fui designado aunque no tiene visos de prosperar. Me da pena, pero es así. Quiere que presente una querella por allanamiento de morada contra el propietario de la vivienda porque "me quiere echar porque tengo un contrato indefinido muy antiguo", aunque no tiene ni pruebas ni indicios siquiera. Tras consultarlo con el Colegio, es lo que haré.

Detrás de esta clienta hay una historia triste y llena de vivencias. 

Esta señora es de nacionalidad turca y pertenecía a la clase media-alta. Estudió 2 años de Medicina (o similar) y habla 5 idiomas. Se casó con un hombre casi 30 años mayor que ella y, a pesar de tener una gran fortuna, decidió emigrar a España a principios de los años 70. Cuando llegaron a nuestro país tenían 1.800.000 $ y ahora vive de la caridad. Enviudó hace ya años y se quedó con su hijo, que en la actualidad tiene casi 50 años y no he conseguido que me aclare qué relación mantiene con él (según ella lo adora, pero el hijo tampoco está mucho por ella).

Dice que ha sido engañada por todo el mundo. Ha denunciado a varios abogados y mantiene abiertos muchos procedimientos judiciales (varios de ellos en Estrasburgo). Al parecer, algunos de estos letrados y otras personas la han arruinado.

También ha tenido tiempo para contarme (sólo por encima porque he tenido que cortarla) cómo fue su matrimonio. No me ha dicho que fuera un infierno, pero tampoco fue idílico.

Tiene muchos prejuicios -y así se lo he advertido y no me lo ha negado- sobre los españoles. Según ella aquí tratamos muy mal a los extranjeros. Dice que a los musulmanes les llamamos "moros" (he intentado explicarle que así se les ha denominado históricamente y que no existe una connotación peyorativa, pero no me ha creído), a los norteamericanos "yanquis" (?) y a los franceses "franchutes" (aquí le he corregido diciéndole que no, que los franceses son "gabachos", pero bueno).

Como ya dije en la anterior entrada dedicada a esta señora, al parecer, tiene diagnosticado Síndrome de Diógenes y, aunque yo no sea un experto en la materia, la verdad es que no tiene ninguna pinta de padecer esta enfermedad.

Me da pena, mucha pena.

lunes, 4 de abril de 2011

Primavera

No pienso dedicar ni una sola línea a la noticia del fin de semana. Simplemente diré que, aunque llega muy tarde, es una buena noticia.

Parece que definitivamente ha llegado el buen tiempo (seguro que aún habrá alguna sorpresa hasta que se asiente definitivamente la primavera) y eso me gusta. Me gusta porque no hay que poner la calefacción y, aunque estos días A. se queje de que la casa está muy fría, no nos llevaremos esos sustos con la factura del gas. La última vez llegó una factura de 399 € y yo estaba convencido de que se trataba de un error, así que hablé con la Compañía suministradora y removí Roma con Santiago, pero no, no era un error. Un sablazo así desestabiliza cualquier economía familiar.

Es verdad que estamos en la típica época en la que, a determinadas horas, hace más frío dentro que fuera de casa, pero, como decía, me gusta porque es la despedida definitiva del invierno, la llegada de la luz y -sé que suena cursi- la explosión de la naturaleza. Aunque vivo en la ciudad, sólo tengo que salir al patio de casa y observar la buganvilla que hasta hace unas semanas parecía muerta. Está llena de brotes y flores granates (no es tan grande como la de la foto, pero bueno, nuestra casa tampoco y no pasa nada). El limonero que las compañeras de trabajo de A. le regalaron cuando nació JP está lleno de nuevas hojas y asoman incipientes muchas flores y pequeños limones que, si Dios quiere y mis hijos dejan de jugar a fútbol en el patio, llegarán a madurar. ¿Y el jazmín? Lo plantamos hace unos años pegado a la pared. Fue creciendo hacia arriba y llegó un momento en que sólo lo disfrutaba nuestra vecina, así que, poco a poco, he ido domándolo para que nos llegue alguna de sus olorosas flores. En el mismo parterre plantamos menta hace tiempo. Durante el invierno se seca de tal manera que llega a desaparecer. Ahora, sin embargo, está lleno de hojas que ocultan la tierra del parterre y dan una verde tonalidad al patio.

Vaya, sin querer me ha salido una entrada muy jardinera cuando lo que pretendía era hablar de la primavera que, un año más y sin avisar, ya ha llegado.

viernes, 1 de abril de 2011

Vuelos sin niños

Esta mañana he leído la noticia de que la compañía aérea Ryanair tiene previsto instaurar a partir del próximo mes de octubre los "vuelos sin niños". Según la noticia, la decisión la han adoptado en base a los resultados de unas encuestas realizadas entre sus clientes.


En un primer momento he pensado que se trataba de una inocentada al ser hoy el día elegido por los países anglosajones para celebrar tal efeméride.

Tratándose de esta compañía es muy posible que se trate de una estrategia comercial para que se hable de ellos. Su máximo representante aplica a rajatabla aquella máxima de que "lo importante es que hablen de uno, bien o mal, pero que hablen". Ya lo ha hecho en otras ocasiones. Pero aún así, me parece que es una medida un tanto polémica.

Ya sé que es una compañía privada, pero eso no quita que esté sometida a la ley. Sé también que con la implantación de estos vuelos no están prohibiendo a los niños que vuelen, porque pretenden hacerlo en determinados horarios. Pero aún así, me gustaría saber qué pensaría la mayoría de la gente si esta (u otra) compañía anunciara que crea "Vuelos sin viejos", o "Vuelos sin negros", o "Vuelos sin gente que no se ha duchado y le huelen los alerones", o "Vuelos sin obesos" o ... La lista sería interminable y todos coincidiríamos en que es discriminatorio y contrario a lo establecido en el artículo 14 de la Constitución Española (aquel que habla de la igualdad de todos ante la ley).

Por cierto, por muy privada que sea esta compañía, opera en el espacio aéreo español y, que yo sepa, éste es público.