viernes, 25 de febrero de 2011

Cena XXV Aniversario

Ayer, por fin, llegó el gran día. Por la noche nos reunimos en el colegio 59 alumnos de la Promoción que en el año 1986 concluimos nuestros estudios preuniversitarios tras finalizar el extinto COU (Curso de Orientación Universitaria).

Vino también algún profesor y las esposas -pocas- de algún compañero. La explicación es del todo lógica y ya lo aclaré en una anterior entrada. Se aburren.


El Colegio nos encomendó a unos cuantos alumnos de esa Promoción que fuéramos contactando con todos los miembros de la misma y, como he dicho, aún fallando algunos a última hora, conseguimos que asistieran 59 compañeros que, para el tiempo que hace que dejamos el Colegio, me parece todo un éxito.


Aunque la ocasión lo merecía sobradamente, al final resultó imposible celebrar una Misa para nosotros. Nos hacía mucha ilusión que la celebrara alguien muy ligado a la Promoción, pero un profesor nuestro en 3º y 5º de EGB, ahora sacerdote, vive en Granada y no pudo venir. También tenemos dos compañeros de Promoción que se ordenaron. Uno de ellos vive en Croacia y me envió un correo electrónico muy cariñoso disculpándose por no asistir. El otro, vive en Burgos y sus obligaciones tampoco le permitían en desplazamiento.


Cabe destacar que hubo uno que vino desde México, otro lo hizo desde Sevilla y otro desde Alicante. También es verdad que algunos no pudieron asistir por diferentes causas: compromisos laborales, familiares, etc. Hay uno, por ejemplo, que vive en China y, eso, como que le coge un poco a contramano.


Fue un momento de reencuentros (siento el topicazo, pero es así), de abrazos y apretones de manos. Como cada uno es como es y yo soy más de apretones de manos que de abrazos, creo que sólo di 3 abrazos y os puedo asegurar que eso ya es un exceso.


Encontré compañeros castigados por el paso de los años y otros en cambio que se conservan perfectamente. El menos reconocido fue un compañero que nos dejó al acabar 6º de EGB en el  año 1980, cosa del todo normal porque son ¡30 años! los que hacía que no le veíamos. Huelga decir que no está igual.


Recordamos multitud de anécdotas de nuestros años mozos. La mayoría de las frases empezaban con un "¿Te acuerdas cuando...?"


El tiempo pasó volando y llegó la hora de irse. Dirigiéndome hacia el coche me iba despidiendo de unos y de otros acompañado por P. Al final me quedé con él y con J. charlando un rato. Cuando P. se marchó me quedé a solas con J. Apagaron las luces del colegio y nos quedamos allí hablando y comentando cómo podríamos organizar los siguientes encuentros. Al final, nos subimos a nuestros respectivos coches y, al intentar salir del Colegio, comprobamos que habían cerrado la puerta. Llamé por teléfono a M., un compañero que ahora es profesor del Colegio quien, entre disculpas por habernos "encerrado", nos dijo que volvía a abrirnos. El pobre ya estaba llegando a casa y teniendo en cuenta que pasaba media hora de la medianoche, no creo que fuera lo más apetecible. Cuando llegó le agradecimos mucho el detalle (obligado, pero detalle al fin y al cabo), pero él insistió en disculparse por el olvido.


Me metí en la cama a eso de la 1:15 h con la satisfacción de haber pasado un rato agradable con gente que son algo más que recuerdos de mi infancia y primera juventud. Son una parte muy importante de este periodo y con los que viví muy buenos (quizá alguno malo) momentos.


Gracias a todos.

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