jueves, 15 de septiembre de 2011

Forrando libros

Hace unos días -acababa de empezar el nuevo curso escolar- andaba yo confiado y desprevenido por casa cuando A., conocedora de mi relajación, me dijo que por qué no forraba unos libros de Q. que estaban en el comedor. Musité un "psi" y me acerqué al comedor. Al llegar, sobre la mesa, había 7 libros para forrar y un rollo de papel transparente que por su estado podía deducirse que había sido usado por cualquiera de mis hijos como arma (efectivamente, tras indagar un poco, descubrí que lo habían utilizado como espada). Los libros estaban ya marcados con unas etiquetas moníííísimas que hace A. y que, sino recuerdo mal, serían de un sólo uso, pues esas etiquetas tenían el nombre de Q. y los dos apellidos (cuando son libros susceptibles de ser heredados se marcan únicamente con los dos apellidos).

Alguien debería enseñarme a escribir porque empiezo con una idea y me voy por las ramas con una facilidad que ya quisiera para otras cosas. ¿Cómo era aquello, planteamiento, nudo y desenlace?

A lo que iba, un escalofrío me recorrió el cuerpo al comprobar que lo que A. había calificado como "unos libros" eran nada más y nada menos que siete. No soy un crack forrando libros, aunque tampoco quedan tan mal (muy pocas burbujas de aire, la verdad) sobre todo teniendo en cuenta que es una actividad que practico una vez al año, por lo que difícilmente llegas a cogerle el tranquillo. Y eso lleva su tiempo.

Mientras forraba esos siete libros, además de ponerme mi sesión de Bandas Sonoras Originales (BSO) de Spotify en el ordenador, me iba preguntando cuántos rollos de papel transparente y adhesivo hemos usado en casa para forrar los libros del cole o, dicho de otra manera, cuántos metros de ese papel habremos gastado. El cálculo no debería ser excesivamente complicado -incluso para un tipo como yo- si tuviera todos los datos. El problema es precisamente ése: los datos. Yo sólo he forrado 7 libros de Q. (que no son todos sus libros) y el resto lo han hecho A. y Ma. Les preguntaré cuántos libros han forrado e intentaré adivinar cuántos libros pueden forrarse con un rollo.

A medida que voy escribiendo esta entrada me doy cuenta de la tontería de dilema. Imaginemos por un momento que consigo todos los datos y, en un derroche de ingenio, consigo averiguar cuánto papel de forrar hemos gastado ... ¿y? Estoy seguro que un gran vacío se apoderaría de mi

Si forrando libros me entran dilemas como éste, podemos concluir de forma categórica que esta actividad no es buena. No sé si no es buena para el ser humano o sólo para el hombre, pero lo que está claro es que para mí no lo es.

7 comentarios:

  1. ...No estoy de acuerdo Pater, no sería ningún vacío...Te cuento una vez estudiando para un examen del cole, se me ocurrió pensar cuantos Km. harían todo lo que había escrito en mis apuntes del cole durante ese año...Es decir, si estirara las "a" las "b" .... "y" "Z" escritas en mis cuadernos, folios y apuntes ¿qué longitud lineal podría alcanzar? Hice un muestreo de mis diferentes tipos de letras, las palabras que podía haber en una hoja de apuntes, y los folios consumidos de cada asignatura ...incluso para la "o" utilicé la formula de la longitud de la circunferencia!!! el resultado fue lo de menos, pero me lo pasé pipa averiguándolo.

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  2. Ten cuidado. Se empieza pensando en el forro de los libros y acabas calculando hasta el gasto en bolígrafos. Mejor no saberlo.:)

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  3. Dios mío Tomae, lo tuyo si que tiene mérito. A mí se me ocurriria, y con mi poca paciencia, el cálculo se habría acabado antes de terminar la primera asignatura.
    Pater, lo del forro yo creo que nos lo planteamos todos. Además, si alguien se ha colado alguna vez comprando rollos y le han sobrado, que de un paso al frente y lo diga. A mí, por más que aumente el número cada año...me sigue faltando ;)

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  4. Querido Pater, para tu estadística te voy a dar más datos: Los rollos de forro los compro al por mayor. Un rollo de 20 metros y nos da para curso y medio. Aunque tienes que contar que este año hemos preparado cinco lotes de unos 8-10 libros cada uno.... restando los heredados de uno a otro que ya estaban forrados (hemos aprovechado unos 20) Por cierto, vamos 30 a 7! A.

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  5. ¡Por Dios A., esos números marean!.

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  6. Con el pastón que cuestan los libros de textos deberían ya venir forrados, cagados y meados de fábrica.




    ¿"planteamiento, nudo y desenlace"?, eso está ya muy anticuao, Paterfamilia, hay que destructurar la sintaxis como hace modernamente Adría con la tortilla de patata.


    Shia wu jao,
    o sea, buenas tardes en chino mandarín.

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