sábado, 8 de octubre de 2011

Reparaciones

Existen una serie de situaciones en las que determinados sectores "profesionales" gozan de unas ventajas que la mayoría de los mortales no podemos ni imaginar. Mis más avezados lectores estarán ya pensando que voy a dedicar una entrada a los trabajadores públicos o funcionarios, una especie que, de cumplirse ciertas expectativas, está llamada a convertirse en una profesión en vías de extinción y no, no voy a dedicarles esta entrada.

Son de lo más varipinto y heterogéneo.

Una de ellas -por desgracia muy común- es aquella que se da cuando estamos esperando que nos traigan un mueble, a que nos reparen un electrodoméstico (da lo mismo cuál, pues abarca desde la lavadora hasta la caldera de la calefacción) o a que nos traigan la compra. Todos hemos sufrido una situación como la que sigue:

Riiiin riiiing (suena el teléfono)

¿Dígame? (¿por qué lo preguntamos, cuando en realidad deberíamos decir "dígame", aun a riesgo de que nos contesten "me"?)

Llamo de "Reparaciones Hermanos González" para decirle que mañana por la mañana pasará nuestro operario (graciosísima palabra ésta) a mirarse su lavadora.

Ah, estupendo. Y ... ¿a qué hora pasará?

Entre las 9,30 y la 1.

¿Cómo? ¿No podría ser un poco más precisa?

Uy, no, tenemos mucho trabajo (todavía hoy en día, con la que está cayendo, suelen usar esta misma frase) y no podemos saber a qué hora acabará la primera de las visitas.

Tú, que ni de broma te crees que tenga programada una primera visita para antes de las 9,30 de la mañana y menos sabiendo que viene desde una ciudad del cinturón de Barcelona, haces un intento por conseguir que concrete un poco más esa hora.

Al final, como todo el mundo, te organizas la mañana para quedarte en casa. Cuando, a las 13,40 h se presenta el operario no se te ocurra decirle nada porque te dirá que deberías estar muy agradecido ya que ha venido "fuera de su horario de trabajo". Tú, que sabes que es mentira, prefieres callarte no sea que se le ocurra amenazarte con irse y volver otro día y el montón de ropa sin lavar llegue al techo.

De verdad que no tengo nada en contra de los reparadores de electrodomésticos, pero es que la situación da mucho de sí.

Estábamos en el momento en que el operario -por fin- ha llegado. Normalmente viene resoplando intentando así dar una imagen de estresado, de que hace un gran esfuerzo viniendo a tu casa (como si no le pagaras por ello) a hacer lo que previamente le has encargado. Cuando entra en el lavadero o donde tengas la lavadora y pregunta qué es lo que le pasa, después de explicárselo, pone cara de no entender nada. Se lo vuelves a explicar lo mejor que puedes, llegando incluso a imitar el ruidito que hace cuando lleva un rato funcionando y que es el origen de tus sospechas o lo inmediatamente anterior a que empiece a salir agua. Cuando parece haberlo entendido, suele permanecer un rato callado, te mira frunciendo el ceño, después se frota la barbilla y, después de soltar aire con fuerza dice "¡la correa!". Tú, que después de una serie de reparaciones, conoces el tambor, el depósito de detergente y alguna parte más de la lavadora, pones cara de curiosidad (en el fondo lo único que quieres saber es cuánto te costará) esperando alguna pista más y entonces añade: "Tendré que ir al taller". Es ese momento no sabes cómo reaccionar. Sabes que ya no comerás a una hora decente o lo harás con un operario de "Hermanos González" en tu casa, pero también sabes que si lo mandas a la ... tendrás que pasar por el mismo proceso con un operario de "Reparaciones Hermanos Nieto", así que le dices que haga lo que tenga que hacer.

No quisiera que se alargara la entrada, por eso concluiremos (un poco de imaginación, por favor) con que el operario consigue hacer su trabajo y se va de casa a eso de las 4 de la tarde. Lo único que quería resaltar es la inconcreción en sus horarios Soy consciente de la dificultad que puede darse para concretar una hora en casos como el expuesto, pero esa actitud denota una importante falta de profesionalidad. 

7 comentarios:

  1. Y ni te digo el drama que es cuando la lavadora se echa y se queda con toda la ropa sin enjuagar.....

    ResponderEliminar
  2. Demasiados universitarios en ADE y ya ves tú lo escasos que estamos de buenos profesionales de reparaciones!
    ¿facturón?...son el terror

    ResponderEliminar
  3. Lo odioooooooo. Yo nunca aguanto en casa, siempre "tengo cita con el médico", "el niño que se me ha puesto malo y tengo que recogerlo" o lo que sea, pero consigo que me llamen al móvil en el momento en el que van a venir, si no me da algo esperando.
    Aclaración: no trabajo fuera de casa, pero como ya he dicho, es una situación con la que no puedo!!!
    Y por no hablar de los precios, que eso te da para otra entrada Pater.

    ResponderEliminar
  4. Uf. No quiero ni pensarlo. La única vez que hice obras en casa, me dejaban todos los días plantada sin una explicación. Un beso.

    ResponderEliminar
  5. Me va a dar algo... Después de un comentario que parecía una epístola...bloguer lo ha hecho desaparecer...

    Te decía que lo has clavado, Pater. ¿Son clones los reparadores de electrodomésticos? Te cuento el favor del siglo. Un 24 de diciembre. Calentador de agua estropeado. Se personaron a las 7 de la tarde... Alivio porque eran días de fiesta y peligraban las duchas de los más miedicas... El tiempo iba corriendo y yo pensando en que se nos iba al garete la Misa del Gallo. Ellos, pobres, con el miedo en el cuerpo porque lo que les preocupaba era la bronca de sus mujeres si llegban tarde a la cena de Nochebuena... Mira que hay horas y días.

    Cómo me he reído. Ya sé que no es un chiste, Pater, pero lo has explicado con mucho salero...

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. Una vez le preguntaron a Antonio Bandera en Marbella qué quería que fuera su hija Stella del Carmen en el futuro, sin pensarlo dos veces y totalmente convencido dijo que "¡fontanero!", que llevaba más de una semana esperando a uno para que le hiciera un chapús en su casa.



    Debemos dejar constancia que este gremio, como el de los carpinteros, ebanistas, electricista, etc, ahora mismo lo están pasando putas con la crisis.

    ResponderEliminar

Recuerda que es un blog para todos los públicos. Si vas a dejar tu comentario, procura que no sea ofensivo ni de mal gusto, así como que sea respetuoso con las opiniones de los demás. Muchas gracias