Sigo alucinando. Sí, alucinando con vosotros/as. Que un cretino como yo no escriba desde el 13 de octubre y aún así no solo no hayáis abandonado el blog, sino que habéis seguido entrando, demuestra lo grandes que sois. Muchas gracias.
Pensándolo bien, lo más probable es que os hayáis ido hartos de ver que el blog no se actualiza y existe por ahí una máquina que va haciendo visitas periódicas a este sitio y así sube el número de visitas y yo me emociono creyendo que mis seguidores/as me son fieles.
Ya sé que no es excusa, pero estos últimos tiempos hay cosas que se están complicando. El más preocupante es el relativo a un cliente del turno de oficio (sí, sí, muy chulito yo le dediqué una entrada y ahora resulta que me lleva por el camino de la amargura) del que -espero que así sea- más adelante os relataré con más detalle la historia.
Perdonad por el desorden en la entrada, pero tengo la sensación de que tengo que contar varias cosas a la vez porque hace mucho tiempo que no entro por aquí y como hay tanto que contar .... ya me gustaría. Todo vuelve a repetirse. He vuelto a estar de campamento con JP (creo que ahora sí, en el colegio preparan un busto dedicado a uno de los padres con más campamentos a cuestas), ha habido algunos cumpleaños en casa (y el de A. a la vuelta de la esquina), el verano parece, aunque resiste a marcharse, tocar a su fin. El fin de semana pasado estuvimos en la playa y, como un campeón me di un baño (era lo más parecido -imagino- a hacerlo en el Mar del Norte, pero bueno, no estuvo mal ... sobre todo la barbacoa que le siguió)
Sin embargo, no puedo dejar pasar más tiempo sin contaros que hace unas semanas estuve en Madrid con A., Q. y JP y ... ¿a que no sabéis con quién quedamos? ¡Exacto!, con Carmen J. Le hice saber que estábamos en su ciudad y, tras mostrarme su sorpresa -"¿Estás en los madriles?" es lo que escribió-, propuso que nos viéramos para tomar un aperitivo. ¿Qué os parece en la Pza. de Santa Ana?. Pues que muy bien, ¿qué si no? Acabamos nuestro paseo turístico (en el sentido estricto de la palabra pues visitamos La Almudena, la Pza. Mayor, el Mercado de San Miguel ...) y nos dirigimos hacia el lugar acordado. Una leve pero pertinaz lluvia nos acompañaba y, cómo no, sin paraguas. Mientras esperábamos, buscamos un tejadillo o saliente en el que refugiarnos. "¿Os importa que vaya con Curra?" No solo no nos importaba, sino que el mero hecho de pensar que por fin conocería a la autora de tan insigne blog, hizo que me pusiera muy nervioso. Al final no vino Curra y nos envió a Carmen J.
Encontramos una mesa bajo un buen toldo y pedimos unas bebidas y unas tapas. Y fue precisamente en el momento de pedir las tapas, cuando se produjo la anécdota de la jornada (o del mes). Cuando detectó que pedíamos tapas nos dijo que debíamos cambiarnos de ubicación. No me veo capaz de explicarlo de manera que se entienda, pero más o menos venía a ser que nos habíamos sentado en el espacio reservado (había que ser adivino porque nada indicaba que se intentaban diferenciar dos espacios pertenecientes a un mismo bar-restaurante) únicamente para comida italiana y las tapas había que pedirlas en el español. O sea, las bebidas se podían pedir en cualquiera de ellos, pero las tapas no. Como no era plan beberse la cerveza y después pasarse a la zona nacional para degustar la tapa, obtuvimos el permiso de la camarera para coger la bebida pedida en territorio italiano y trasladarla a España donde pediríamos las tapas que acompañarían a la bebida. Ya sé que no se ha entendido nada. A nosotros también nos costó (y eso que íbamos con Carmen J)
Lo pasamos muy bien, a pesar de que Q. y JP estuvieron especialmente pesaditos (ya se sabe, tienes un blog en el que hablas de tus hijos y cuando se desvirtualizan te das cuenta que son igual de pesados que el resto). Y respecto a Carmen J. deciros que vale la pena conocerla. Es más, al final de la charla me quedó la duda de si realmente era Curra la que escribía las entradas.
PS1 A Carmen J. ya la conocí a finales del pasado verano, que tuvo el detallazo de venir al hospital donde estaba ingresado mi hermano y que ya os conté aquí
PS2 Aunque estuvimos exactamente donde se muestra en la foto, no os matéis buscándonos porque la he sacado de internet.
Me alegro. La próxima vez a ver si coincidimos más gente. Un beso.
ResponderEliminarEso, eso. A ver si es verdad
EliminarPues yo sí que entro de cuando en cuando, ¡se te extraña!
ResponderEliminarEso de la desvirtualizada suena bien.
Q.Beta
Pues no sabes lo que se agradece.
EliminarLa próxima vez no te vendas tan caro Pater, que ya sabes que tienes varios fans en Madrid :-)
ResponderEliminarLa plaza de Santa Ana es un sitio precioso, pero no es la primera vez que para tomar algo hay que hacer un master.
Besos!
jajajajaja, fans dice...
EliminarMe gustó mucho esa plaza, de la que en mi vida había oído hablar y que eso mismo le sorprendió mucho a Carmen J.
...a eso también se le llama desbloguear. Enhorabuena!
ResponderEliminarHummm ... "desbloguear", suena bien
EliminarYo creo que eran dos restaurantes que compartían toldo y en uno no daban tapas. Lo que pasa es que el camarero lo explicó muy confusamente.
ResponderEliminarTus hijos no son nada pesados, y me encantó conocerlos. A ver si volveis o me paso yo por "las barcelonas"
Así es. Eso que he intentado -sin éxito- explicar en un párrafo, te lo ventilas en 1 línea. No, si al final tendré que leer.
EliminarAhora te toca pasarte por "las barcelonas"
Yo he sido de las que he entrado para ver si habías publicado algo . Para uno que me hace reír .... Pero te prodigas poco .
ResponderEliminarDefinitivamente que te entreguen la placa de "Padre Campamento"y este post es como una paella ...tiene de toooo..
Pues lo mismo te digo: muchas gracias
EliminarY muchas gracias también por los ánimos
Otra desaparecida... Bueno volver a entrar en tu casa y encontrarme con una fiesta. Como diría Dori, ¡adoooro las fiestas! Uy, qué planazo....
ResponderEliminarjajajajajaja
EliminarEs cierto, estamos todos como muy desaparecidos. No sé qué nos pasa.
Me confieso: he entrado en tu blog, y varias veces, a ver si había actualizaciones. Es que me encanta cómo cuentas las cosas. Y entre una familia numerosa y el turno de oficio, nunca faltan anécdotas para contar...
ResponderEliminarUn saludo
Pues que sepas que yo he entrado todos los días (vale, a lo mejor alguno no), a ver si contestabas al menos a los comentarios del post anterior :(
ResponderEliminarBueno, pues a) me alegro de que hayáis tenido cumpleaños varios; b) siento que el cliente ese te esté dando la lata; c) me alegro de que conocieras a la dueña de Curra ;)
Y si, la verdad es que ella en una sola línea lo ha explicado muy bien. El sitio es precioso, desde luego.
desbloguear, desvirtualizar... verbos que me gustan y quiero practicar.
ResponderEliminarAportación para monumento padre campamentos!!!!, como mínimo
Un abrazo pater
Desbloguear, desvirtualizar, des... mu bonito, pero cuando vengas a tu ciudad, ya sabes, aquí uno que tiene su blog un taco dejao de la mano del bloguer, que te sigue aunque no te comente, está dispuesto a desbloguearse, desvirtualizarse, des...loquehagafalta, por las calles de Sevilla.
ResponderEliminarLo de los campamentos para otra ocasión, mejor una cervecita en la Plaza del Salvador. ¿vale?
Un abrazo.