lunes, 18 de abril de 2011

No comment

Esto de tener un blog tiene cosas muy curiosas. Sin ir más lejos, la última entrada que publiqué mereció la escalofriante cifra de ... ¡cero comentarios! Seguramente me había mal acostumbrado, había llegado a creerme algo esperando que cada uno de mis posts sería comentado por alguno de mis (escasos) lectores, pero lo cierto es que me ha servido para ver que hace falta esforzarse un poquito más en los escritos. Ya sé -al menos ésa es mi intención- que uno no tiene un blog para ser leído, sino que lo hace porque le gusta escribir y/o porque necesita hacerlo por una causa o por otra.

Lo interpreto como un toque de atención hacia mi ego, un retorno a los orígenes (no tan lejanos) en los que nadie, no sólo no comentaba, es que ni siquiera me leía.

Soy consciente también que mantener un blog anónimo (por ejemplo, de mis hermanos, sólo uno conoce de su existencia) conlleva estos riesgos. Si mi intención fuera darme a conocer, entraría en muchos más blogs, haría comentarios en ellos, publicaría cada una de mis entradas en Facebook, me daría de alta en Twitter y haría lo mismo. No sé imagino que existen muchos trucos para darse a conocer, pero, como digo, ésa no es mi intención.


De verdad (no hay ni un ápice de ironía) que agradezco esta circunstancia que, de ahora en adelante, tendré muy presente.



8 comentarios:

  1. jajaja, no hombre!!! pero es que el sábado estábamos liados y no tuvimos tiempo para entrar en el blog... hoy nos pondremos manos a la obra!.

    Saludos Pater!!!

    ResponderEliminar
  2. Ahhhhh, además... nos estábamos preparando para ver el "clásico" Madrid-Barça... jajajaja
    Bicos

    ResponderEliminar
  3. Ahí va el comentario de Fernando que, al tener dedazos, sin querer había borrado:



    No es eso, Patefamilias. Yo ayer no me conecté, tuve un día líado, no leí ni tu blog ni el mío ni ningún otro. Que un post no reciba comentarios no significa ni que los demás lo vean malo ni que pasen de ti, sino que a lo mejor no han podido conectarse, o que están tristes, o que les parece tan bueno que no encuentran nada digno que decir, o que quieren reflexionar antes de responder.

    Aplaudo mucho lo del anonimato: en la medida en que gente conocida sepa de tu blog, eso te limita la libertad para escribir.

    ResponderEliminar
  4. Reconoce que el post de hoy es una estrategia marketiniana para que todos te dejemos un comentario, eh? :)

    Yo también valoro mucho que los blogs sean anónimos. En el momento en que dejan de serlo, no son objetivos, ¿no crees?

    ResponderEliminar
  5. Dolores, muy bueno eso de que no habéis podido porque os estábais preparando para ver el "clásico"

    Fernando, veo que no he sabido explicarme. Cuando leí la entrada que había publicado no me gustó nada. Pero lo que quería decir es que va muy bien tener un toque de atención de vez en cuando, para no descuidar los escritos y para bajar a la cruda realidad.

    MadreYMas, jajajajaja, no es una estrategia (aunque sería buena). Pienso lo mismo de los blogs anónimos.

    ResponderEliminar
  6. Tengo la experiencia de que independientemente de quienes hagan comentarios a las entradas, hay muchos lectores anónimos.

    No le des vueltas a que haya más o menos comentarios, tu sigue sembrando.

    ResponderEliminar
  7. Pues yo, sin leer este post, he dejado un comentario en el anterior.Así que...anota uno. A veces me pasa que no tengo tiempo y recorro entradas antiguas ... O solo tengo tiempo de leer...

    ¿Te sirve de algo si te digo que tuve el blog alojado en weblog dos años (que no consigo recuperar... estará en la galaxia de las bitácoras) y no tuve ni un solo comentario. Sin embargo, podías acceder a los blogs más leídos. Caí un poco tarde. El mío figuraba entre los 12 primeros. ¡¡¡Y ni un solo comentario!!! Creí que era algo normal hasta que me mudé a bloguer.
    Para no repetir, te digo lo mismo que Modestino.

    Un saludo afectuoso, Pater

    ResponderEliminar
  8. jajajajaja, Sunsi, es lo que he pensado cuando he visto tu comentario en la anterior entrada...

    No, no me quejo de que no haya comentarios. Es más, acepto que la entrada ni siquiera los merezca. Lo que intentaba decir es que me ha servido como toque de atención para recordarme de dónde vengo (yo, como tú, las no sé cuántas primeras entradas, no tienen ni un solo comentario)

    ResponderEliminar

Recuerda que es un blog para todos los públicos. Si vas a dejar tu comentario, procura que no sea ofensivo ni de mal gusto, así como que sea respetuoso con las opiniones de los demás. Muchas gracias