Toda familia tiene, no ya su propia historia, sino también sus propias costumbres y -cómo no- sus propias tonterías. Y, aunque no os lo creáis, la mía también.
Una de estas tonterías ya la conté al final de esta entrada y que no era otra cosa que llamar a las chuches que salen como fondo de pantalla en la página principal de este blog ("jelly beans", gracias Eli o "alubias" en Bilbao, gracias anónimo) "caramelitos de la charc" por aquello de que los comprábamos en una Charcutería que había al lado de casa de mis padres y que con el paso del tiempo fue perfeccionándose su nombre hasta acabar como "caramelitos de la shark".
Sí, ya lo sé, es una tontería que no tiene más y que si me apuráis no tiene ni gracia (tampoco lo pretendía), pero pasó a formar parte de la historia de nuestra familia (y ni siquiera de toda, sino de una parte de los hermanos). Lo que nadie llegó a sospechar siquiera es lo que ha acontecido hace unas horas y que está directamente relacionado con estos caramelos.
Una de mis cuñadas (la que está casada con N., sí el que cumplió 40 años hace unos días) ha ido a un a tienda de chucherías y ...
Cuñada: ¿Tenéis "caramelitos de la shark"?
Habría pagado por estar ahí
Dependienta: ¿Cómo?
Habría pagado por ver la cara de la dependienta.
Cuñada: ¿Que si tenéis caramelitos de la shark"? Sí, esos de colorines ...
Si grave es pedir "caramelitos de la shark", imaginad lo que supone ser reincidente. Aquí ya no me gustaría haber estado presente, la vergüenza ajena habría podido conmigo.
Lógicamente ha vuelto a casa sin los caramelos y sin que la dependienta supiera de qué le estaba hablando.
Y lo peor de todo es que esta cuñada, en lugar de ocultar este desgraciado episodio que seguramente marcará su vida estableciendo un antes y un después, nos lo comunica a través del grupo de Whatsapp.
Hoy he ido a una tienda de
chuches. He preguntado si
tenían caramelitos de la
"shark". La tipa me ha
mirado con un careto! Y yo:
"sí esos de colorines,
caramelos de la shark!" He
vuelto sin ellos y sin que la
tipa supiera a qué
caramelos me refería. Al
llegar a casa se lo he
explicado a N y aún se
está riendo... Creo q le va a
dar un ataque, se está
poniendo morado y no me
lo puede explicar de la
risa... Entre risa y risa
deduzco q es una gracia de
los C... Como lo de
"calentitos con la mona"...
Alguien me sabe explicar
por qué?
¡Bendita inocencia!
PS Parece ser que mi hermano N. empieza a coger aire por sí solo y ya no precisa de respiración asistida
¡La pobre!
ResponderEliminarEs que lo que no se puede hacer es no instruir a los nuevos integrantes de la familia en los usos y costumbres de la misma. :P
La chica hoy le ha dicho a su jefe que por favor investigue lo de los caramelitos de la Shark que hab¡n venido a pedirlos y no tenía...:P
Besazo
Sí, sí, habrá que darles unas cuantas clases.
EliminarBuenísimo eso de que la empleada de la tienda hablaría con su jefe para que buscara "caramelitos de la shark"
JAJAJAJAJAJAJA buenísimo!!! pobre cuñada. Como dices al final hay que explicarlo todo...
ResponderEliminarBesos y feliz finde!
jajajaj. Sí, pobre, suerte que todo se lo toma muy bien. Hasta se ha reído leyendo esta entrada ...
EliminarJAJAJAJA, ¡si es que sóis malos! Como dice Dolega, hay que instruir a la familia política desde el principio. Y otra cosa. Encima de que está claro que la pobre no tiene problema en reírse de sí misma, ¡lo menos que podíais hacer es explicárselo!
ResponderEliminarSí, no tiene ningún problema, y eso dice mucho de ella
EliminarJajajajajajaja! Ay, pobrecita... qué mal rato...
ResponderEliminarLo que daría por tener una cuñada así... jajajajajajaja!
jajajajajaja
EliminarTe la alquilo ;-)
Gamberros. Pobrecita. Un beso.
ResponderEliminarjajajajajaja
Eliminar