Dudaba si escribir esta entrada porque ... porque me da un poco de vergüenza, pero al final me he animado a hacerlo.
Como todos (sí, sí, todos) sabéis, el Sevilla FC se ha clasificado para jugar la Final de la UEFA Europa League, lo que hasta hace poco era la UEFA de toda la vida. El partido se disputa hoy en Turín, siendo el Benfica el otro finalista. Hasta aquí todo normal.
El domingo que celebramos la Primera Comunión de JP, mi amigo (y padrino de JP) A. me preguntó si debía moverse para conseguirme entradas. Me hizo mucha ilusión su ofrecimiento y le dije, sin dudarlo, que sí. Quedamos en que serían 3 las entradas que intentaría conseguirme.
Hago un alto en el relato y explico -brevemente- por qué puede hacerme este ofrecimiento. El padre de A. tiene muy buenos contactos en el mundo del fútbol y prueba de ello es que me consiguió 2 entradas para la primera Final de la UEFA disputada por el Sevilla en Eindhoven, también me consiguió 3 entradas para la Supercopa de Europa en Mónaco (a la que finalmente no pude ir), 5 entradas para la Final de la Copa del Rey disputada en el Bernabéu el 23 de junio de 2007 y me ofreció 1 (tampoco asistí) para la Final de UEFA en Glasgow (contra el Espanyol). Ya veis, un auténtico crack.
Pasaban los días y mi amigo no me decía nada, así que decidí preguntarle a través de Whatsapp sobre las gestiones. Me decía que estaban en ello. Como mi intención era ir en coche junto con P. y Mi. (la distancia entre Barcelona y Turín no llega a los 900 Km), empecé a mirar hoteles por la zona, pues no era cuestión de dormir en el coche teniendo que pasar tantas horas en la carretera. Como me temía, casi no había plazas hoteleras en la ciudad y las que quedaban lo eran a precios desorbitados. Finalmente, encontré una habitación triple en un hotelito a 22 Km de Turín a un precio más que razonable (y baratísimo si tenemos en cuenta lo que se pedía en hoteles de Turín). La reservé. Me daban un plazo de 2 días para anularla sin que ello supusiera coste alguno para mí.
Insistí a mi amigo y le comenté que había reservado una habitación para asegurarme un sitio donde dormir. Le pareció bien, por lo que seguí con la ilusión y esperanza de ir.
A los dos días le volví a preguntar sobre el tema indicándole que se me acababa el plazo para anular la reserva, caso de confirmarme que no había conseguido las entradas. Me dijo que el tema se había complicado mucho y me preguntó acerca del margen del que disponía para cancelar la reserva hotelera. Decidimos mantenerla por si se conseguían (si anulaba el hotel y conseguía las entradas, habría resultado imposible encontrar hotel a un precio asequible ajustado).
Durante el pasado fin de semana, una persona contactó conmigo a través de Twitter "ofreciéndome" entradas para la Final. Ante la falta de respuestas claras ante preguntas básicas (precio y cómo lo haríamos para acceder al estadio teniendo en cuenta que las entradas son nominativas y llevan impreso el DNI que, al parecer, hay que presentar en la entrada) decidí no comprometerme.
Ese mismo fin de semana mi amigo A. me llamó por teléfono para preguntarme qué día podíamos vernos (hay que aclarar que colaboro profesionalmente con él y periódicamente paso por su despacho). Le dije que lo tenía complicado y pensé que querría aprovechar para darme las entradas. El lunes por la tarde me suspendieron una reunión y le comenté a A. que esa misma tarde podría pasarme por allí. No sacó el tema de las entradas, así que me vi obligado a hacerlo yo. Es entonces cuando me dijo que estaba muy difícil el tema. Le pregunté si descartaba la idea de ir y me dijo que no, que estaba difícil, pero no imposible, que a lo mejor, el martes por la tarde me llamaba para decirme que tenía las entradas o, en lugar de 3, tenía 2. Bueno, la esperanza seguía viva.
Ayer, a media tarde, le envié el que resultó ser mi último mensaje sobre las entradas, confirmándome que no, que no había sido posible.
Mentiría si dijera que no me he llevado un chasco, pero -repito, ha sido un palo para mí- más aún lo ha sido pensando en P. y Mi. Me había hecho a la idea que iría con ellos y me parecía que podría haber sido una experiencia única: un viaje al extranjero, tantos km de carretera juntos, asistir al partido, hacer noche en un hotel ...
Con todo, mi más profundo agradecimiento a A. por todo lo que ha hecho.
Esperemos ahora que la desilusión se quede ahí y no se traslade también al terreno deportivo.
Vaya, Pater... Sí que lo siento... No me extraña la desilusión. Un plan perfecto y una ocasión de lujo, también para eso de las relaciones paterno-filiales. Esas cosas no se olvidan.
ResponderEliminarAlgún técnico en pedagogía igual te dice que ahora puedes aplicar aquello de la tolerancia ante la frustración y bla.... Por si acaso, ni caso, Pater. A ver si podemos celebrar la victoria del Sevilla.
Un abrazo solidario;)
jajajaja Aplicaré la tolerancia ante la frustración... ;-)
EliminarGracias, la celebramos!!!
Qué lástima. Un beso.
ResponderEliminarSí, y como decía, me hacía ilusión por ellos (también por mí)
EliminarOh, Páter, qué pena. Como dices sobre todo por el hecho del viaje juntos, disfrutarlo con ellos... Pero será que hay otras entradas esperandoos en otro sitio. Venga, hoy hasta voy a ser buena: la final de la Copa del Rey el año que viene contra el Madrid.
ResponderEliminar¡Eso!, habrá otras entradas.
EliminarBueno, a lo mejor hay Supercopa de Europa contra el Madrid, pero eso ya depende de los tuyos, el Sevilla ya ha hecho los deberes ;-)
¡Lo siento mucho! Como bien dices era una hermosa oportunidad para ir los tres y pasar una experiencia para recordar.
ResponderEliminarSeguro que ganais la final, ya lo verás.
Besazo
Sííííí, la ganamos!!!!!!
EliminarGracias
Bueno, ya habrá más finales, no?
ResponderEliminarÁnimo y que gane el Sevilla.
¡¿Más finales?! Que no somos el Madrid o el Barça ...
EliminarGracias
Ohhh que pena, hubiera sido un bonito viaje juntos, lástima.
ResponderEliminarBesines
Sí, la verdad :-(
EliminarEnhorabuenaaaaaaaaaaaa, Pater....
ResponderEliminarGraciaaaaasssss!!!!
EliminarComo me alegro de que al menos la decepción haya quedado ahí. Enhorabuena por esa copa, Pater!!!
ResponderEliminarMuchas graciaaaaasssss!!!!
EliminarJo, yo que creía que venía la primera. Dime al menos que en twitter si he ganado ;)
ResponderEliminar;-)
Eliminar¿Lo ves? Y le he ganado a mi hijo una apuesta. :P
ResponderEliminarBesazo
Me alegro!!!!! ;-)
EliminarLamentando profundamente lo que os habeis perdido en cuanto al viaje, ayer mi marido "me hizo" ver el partido en cuestión (bueno, lo escuchaba de fondo, ahora estoy en minoría con él y el niños ya que las hijas están fuera) ENHORABUENAAAAAAAAA
ResponderEliminarSí, una pena. Al menos se ha ganado la Copa
EliminarENHORABUENA, amigo. Grande el Sevilla y grande Beto.
ResponderEliminarMuchas gracias, Modestino. Deseando ya que subáis
EliminarGran desilusión por el viaje, sí, pero al menos ganásteis, así que ¡muchas felicidades!
ResponderEliminarYo no lo vi, ya sabes que el fútbol no es mi fuerte, pero mi hijo me iba haciendo la crónica. Ya ves, sin gustarme el fútbol y alegrándome por mis amigos virtuales, lo que tiene una que ver!!
Besos.
Muchas gracias!!!!!!!
Eliminarjajajajajajaja, eso pasa, es cierto
Ueeeee ueeeeee sevilla tiene un color especiaaaaallllll
ResponderEliminarMe alegro tanto por vosotros!!!!
Muchas gracias, Marta!!!!
EliminarAdemás, acabo de leer hace poco tu entrada sobre el cumple de tu hijo y ¡me citas! No quepo en mí de gozo. Gracias
Hola paterfamilias,
ResponderEliminarEl día del partido me acordé de ti...y de los 'enchufados' de la UEFA que no ocupan las gradas que podríais haber disfrutado!!!
Espero que no se vea lo mismo en la final de la Champions, o en el Mundial, o....
Muchas gracias, Paz. A mí también me dio mucha rabia oír que había 7.000 asientos vacíos :-(
EliminarOye, he visto que tienes un blog. Aunque yo no sea el más adecuado (últimamente tengo muy descuidado el mío y un buen ejemplo es la tardanza en contestar tu comentario), sigue escribiendo. Lo que se te pase por la cabeza. ¡Ánimo!