sábado, 7 de mayo de 2011

Me estoy haciendo mayor

La madurez te da cierta perspectiva del tiempo que cuando eres joven o niño no tienes.

Recuerdo perfectamente que cuando era niño me escandalizaba al pensar que mi padre había nacido 30 años antes que yo: en 1938, que dicho en letras impacta más: mil-novecientos-treinta-y-ocho. ¿A que sí? Cuando pensaba en su año de nacimiento, a la cabeza me venían imágenes de la guerra civil, de un mundo en blanco y negro y, sobre todo, que había pasado mucho tiempo.

Ahora, en cambio, cuando pienso que nací en 1968, creo que tampoco hay que exagerar, que son sólo 43 años. Echo la vista atrás y recuerdo muchas vivencias ocurridas hace sólo ... ¡30 años! y 1938 ya no está tan lejos. Cuando me entero de la edad de los actuales futbolistas me parece que son todos unos niños, la mayoría de ellos nacieron cuando yo ya acabé el colegio y a los más veteranos les llevo una ventaja considerable. Incluso hay varios entrenadores más jóvenes.

En cuanto empiezo a pensar estas cosas, la cabeza va a una velocidad asombrosa y ya no veo esas enormes distancias en el tiempo. Una de mis abuelas nació en 1907, ya ves unos cuantos años antes que mi padre y, total, unos cuantos más antes que yo. El siglo XIX tampoco es tan lejano ... y a lo tonto a lo tonto te plantas en la Edad Moderna ...

Después me da por pensar en la inmensidad, en la inmensidad que representa la historia de la humanidad y en el Universo (¿qué soy en la inmensidad del Universo?) y en la eternidad. Entonces concluyo en que no somos ni fugaces, simplemente ... ¡no somos nada!

Bueno, me estoy desviando del tema con tonterías. A lo que iba, me estoy haciendo mayor. Esta tarde nuestro hijo P. ha recibido el sacramento de la Confirmación y lo hemos celebrado con una merienda en casa a la que han venido los abuelos y unos cuantos primos. Después de recoger todo y cuando ya se han ido los invitados, P. y yo hemos jugado unos cuantos partidos de fútbol con la PS3 y ... ¡me ha ganado! ¿Veis?, lo que os decía, me estoy haciendo mayor.

9 comentarios:

  1. jajajaja, lo que te fastidias es que te haya ganado en todos los partidos... de todas formas... créeme, si te hubiera dejado ganar sería mucho peor.jajajajja.
    Pater, mis felicitaciones a tu hijo P. por su confirmación en la Fé.
    Pasa el tiempo, sí. Procuraremos dejar huella.

    Un biquiño

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  2. Sí Dolores, esas derrotas en la Play me han dolido. Atrás quedan esos días en los que le ganaba. Tendré que jugar con S. que a sus 3 años aún no sabe ni coger el mando ;-)

    MadreYMas, ya te llegará cuando Criatura empiece, no sé, a pedirte ayuda con los deberes y no sepas de qué te está hablando ;-)

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  3. A los 43 años uno no se ha hecho mayor, está en la plenitud: aprovecha¡¡¡¡

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  4. Entraba para reñirte un poco, Pater. Apunta, por favor, lo que ha escrito Modestino. Es verdad. La PLENITUD. Hombre... hacerte mayor, si significa cumplir años... podemos incluir también a los bebés. Pero tú de mayor nada, ¿eh? Es la mejor época. Aunque "tempus fugit"..."¡Carpe diem!"

    Saludos y felicitaciones para el confirmado.

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  5. Terrorífico lo de no somos nada, Paterfamilias: ya sabes lo de Pascal, el hombre es nada si se compara con el Universo pero es todo si se compara con una pequeña caña del campo. Y felicidades, de corazón, por la confirmación: seguro que no habrá sido un mero rito social, sino un sacramento recibido seriamente.

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  6. Felicidades por la Confirmación lo primero. En cuanto a los recuerdos de ayer, hace 30 años... totalmente de acuerdo (y cuando hablas de alguien de tu época de estudiante, y dices "uy, a menganito no lo veo hace por lo menos...¡20 años!"). Y respecto a lo de la Play, pues si soy mujer; pero todavía le tengo que enseñar a mi hijo de 8 años algunos trucos de Mario que él no sabe. Lo que no sé yo es cuánto me durará ; ))
    Sara M.

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  7. ...eso de los futbolistas, hace tiempo que me pasa ufff! y nos pasan! coincido con el síntoma.

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  8. Falta de concentración!
    ¡Felicidades!Me alegro que haya querido recibir la confirmación.

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