martes, 3 de mayo de 2011

Nos miran, nos dicen ...

Soy consciente de que hoy en día no es habitual encontrar familias numerosas. Acepto incluso que el hecho de encontrarse con una puede causar sorpresa y, si me apuráis, incredulidad. Sin embargo, existen una serie de reacciones y comportamientos ante esta situación que no consigo entender y que pueden llegar a molestarme. Ahí van unas cuantas, todas ellas reales y la mayoría de ellas vividas en primera persona:

1) Ir por la calle y que la gente se pare a contarnos. En una ocasión -no estaría yo para muchas bromas- una señora se paró (literalmente) y empezó a contar niños con cara de asombro. Me giré, la miré y con la mano le indiqué que no eran 4, sino 5 porque A. estaba embarazada. Volvió la cara ofendida.


2) Que te digan cosas gente que no conoces de nada. Las frases más habituales son:


- "Uf, ¡cuántos niños!. Perdone, señora, y a Vd. ¿qué más le da?, ¿me los va a criar Vd.?


- "¿Que no tenéis tele?". Un cuñado mío que tiene también 6 hijos, contestaba "sííííí, se la ponemos a los niños y mientras tanto, nosotros nos vamos a la habitación". Reconozco que nunca me he atrevido.


- "¡Hala, cuántos niños!. ¿Son todos tuyos?" Noooo, qué va, no ve que soy el flautista de Hamelin ... Si es que ...


- "¡¿Y todos con la misma?!" La respuesta adecuada sería "sí, con la misma y ... ¡con la misma!", mientras te señalas la entrepierna, pero me parece una ordinariez.


Siempre me ha sorprendido que sea gente que no conoces (ni te conocen) de nada.


3) Que ciertas personas te den ciertos "consejos". Normalmente acepto los consejos, sin embargo esas personas que no tienen hijos, o bien tienen uno y a lo sumo la parejita y te dan consejos acerca de lo que tienes que hacer para no tener hijos o lo bien que lo hacen ellos, pues como que no. Yo no les digo a ellos si hacen bien o mal, ¿es mucho pedir que ellos hagan lo mismo conmigo?.


El que más me ha sorprendido a mi fue el protagonizado por una conocida que vino a casa a vernos cuando tuvimos a P., el segundo de nuestros hijos. Empezó a hablarnos y nos dijo textualmente que éramos unos egoístas. Me sorprendió tanto que pensé que había oído mal, que "podíamos" ser unos inconscientes, unos tarados, unos ... no sé, pero ... ¿unos egoístas? Volvió a repetirlo argumentándolo con que Ma. era muy pequeña y necesitaba todo nuestro amor, cariño y atención y que ahora, claro, no podíamos dedicarle todo el tiempo a ella sola. Se ponía de ejemplo a ella misma. Me dieron unas ganas de echarla de casa.


Ahora ha cambiado mucho, son pocas las veces que vamos todos juntos por la calle y, cuando lo hacemos, al haber niños de todos los tamaños, no llama tanto la atención.


También he cambiado yo y me importa muy poco lo que diga la gente, esta gente. A., que siempre piensa bien de la gente, dice que nos miran con cariño (¡já!), que nos miran con admiración y, a veces, con cierta envidia.

9 comentarios:

  1. me ha encantado esta entrada
    P.

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  2. Lo que cuentas me parece un triste reflejo de como es nuestra sociedad: egoísta y retorcida. A mi hermano, que tiene otros seis, le pasa lo mismo, y como en Aragón somos más bestias y directos le dicen cosas como " a ver si parais" y finezas similares.

    Es muy triste y una pena.

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  3. Vaya Pater, pues a mí me da una envidia sana que ni te cuento. Me hubiera conformado con llegar al tercero, pero tampoco podemos decir que somos dueños de nuestras vidas, y a veces Dios nos pone "obstáculos" a lo que nosotros queríamos (sus motivos tendrá, aunque no siempre los entendamos). Enhorabuena por tu familia.
    Sara M.

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  4. Este comentario es de Sunsi que, por error, había borrado:

    Suele chocar mucho, Pater. Y más en los tiempos que corren. ¿No te han preguntado si ganas pasta gansa? ...

    Dicen que la ignorancia es atrevida. Ignorancia supina de la riqueza de una familia numerosa.Tal vez no se han parado a pensar que tú no les dices "¿Qué haces con un hijo único?" Por las mismas podrías y con razones de peso.

    Paciencia, Pater. Y lo que ya dices...¡viento!

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  5. Yo, que peco de poco discreta, me quedaría mirándoos con envidia, admiración y orgullo.
    Sois unos campeones. Me encantaría seguir vuestro ejemplo, pero por alguna razón, Dios, el destino o la naturaleza no nos hace mucho caso...
    Así que... como hija única aburrida de serlo... te digo... simplemente:

    ENHORABUENA!

    Por cierto, hace ya algún tiempo, hice una entrada en el blog sobre vosotros que igual te hace gracia leer:

    http://madreymas.blogspot.com/2010/10/especies-en-vias-de-extincion-las.html

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  6. Especie en extinción, pero a mucha honra!
    Ante todo pienso que es envidia; dónde más que en vuestra casa puede vivirse amor, entretenimiento, se puede aprender, etc.?
    Yo os admiro, a todos! A vosotros y a vuestros hijos/as!

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  7. Pues a mi me encantaría veros, incluso compartir un día con vosotros, pues creo que aprendería muchas cosas.
    La gente siempre (siempre) se mete donde no le llaman. Yo sólo tengo dos hijos, pero se llevan un año. Cuando me quedé embarazada de Martín, el segundo, la gente se paresuró a decirme cosas estilo de las que acabas de escribir... que si éramos unos inconscientes, unos egoístas, que si no teníamos tele, que si no conocíamos los preservaticos, que si ya deberíamos ir parando.... y... ¿qué les importará a ellos???, como si me apetece tener 5, la gente debería ver, oir y, sobretodo respetar.
    Yo nunca tuve cara de plantar cara a esos comentarios, me callaba o contestaba de una forma educada, en plan... "estoy embarazada porque quiero". Pero siempre me pareció mal que asociasen el tema maternidad con el tema "sólo pensáis en sexo".
    Bueno, que me enrollo y caliento a la vez (y no en el sentido erótico festivo... jajajaja).
    Un bico pater.
    Gracias por tu visión.
    Por cierto... veo que tu mujer es muy buena (por pensar siempre en positivo)

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  8. Hombre, P., me alegro que te haya gustado.

    Sí, Modestino, alguna vez nos han soltado esas lindezas (y otras que hablan de nudos y lacitos), lo que pasa es que no quería reproducirlas.

    Sara M., comentarios así animan a uno.

    Sunsi, perdona por haberte borrado -sin querer- tu mensaje. ¡ES cierto!, ésa es otra de las preguntas clásicas. Depende de quien sea les digo que sí, que gano mucha pasta (alguno se lo cree y entonces le corroe la envidia).

    MadreYMas,gracias por el comentario y por el enlace enviado. Me ha encantado esa entrevista a Marta. Entraré en su blog.

    Gracias Melo..., de verdad que estos comentarios animan.

    Dolores, eso es lo que más sorprende, que se meten donde no les llaman. Además, a mí nunca se me ocurriría decirle nada a nadie.

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  9. Jejeje.

    Reconozco mi culpa en esto: yo también, cuando veo un matrimonio con 4 o 5 niños vestidos igual, por la calle, me quedo mirando, preguntándome si serán todos hijos suyos o parte son los primos. Pero, desde luego, jamás se me ocurriría hacer ningún comentario, ni ofensivo ni respetuoso.

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