Plaza en la que se reunían los sevillistas antes del partido |
Hoy se cumplen 7 años (¿ya?) de aquella Final de la UEFA disputada en Eindhoven y que significó el primer título europeo del Sevilla FC.
Como ya he contado por aquí en alguna ocasión, yo tuve la suerte de asistir a esa gran final gracias a la inestimable colaboración de este amigo mío. No recuerdo muy bien cómo empezó la cosa, pero lo cierto es que salió la oportunidad de viajar a Eindhoven y, sin pensármelo mucho (más bien nada) acepté. Mi amigo me conseguía 2 entradas y el resto corría de mi cuenta.
El primer dilema era saber con quién viajaría yo. Descartados cualquiera de mis hijos (no estaba asegurado un lugar en el que dormir y Ma. tenía entonces 10 años y P. 9), contacté con mi hermano P. que vivía entonces cerca de Sevilla (ahora lo hace en Sevilla mismo) ejerciendo su ministerio sacerdotal. Tampoco pegaba mucho que me acompañara. Al final me decanté por uno que conocía virtualmente a través de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) donde yo era tutor de unos estudios y él estudiante de otros, pero que coincidíamos en un foro donde discutíamos a menudo. Lo único que nos unía era nuestra afición por el Sevilla y en lo demás, la verdad, es que las diferencias eran grandes, llegando a ser abismales en determinados temas. Era un tipo peculiar. Baste como ejemplo sus ideas separatistas combinadas con ser seguidor del Sevilla. Sí, lo sé, raro, raro ...
Una vez aceptó la invitación, y hechos los preparativos, quedamos en el aeropuerto de Barcelona el mismo día del partido a una hora muy temprana. Allí cogimos un avión destino Amsterdam y desde allí, en tren, hasta Eindhoven, ciudad famosa, entre otras cosas, por ser la sede de la compañía Philips, patrocinadora del equipo local, el otrora potente PSV Eindhoven.
Llegamos a eso del mediodía y aquello era ya un hervidero de aficionados de uno y otro equipo: Sevilla y Middlesbrough, un equipo inglés que por aquellos años, al igual que el Sevilla, vivía su época de esplendor en sus más 100 años de historia). No obstante, la sensación (y la realidad) es que había más aficionados sevillistas que no ingleses.
Comimos en un centro comercial y de allí nos dirigimos al aeropuerto porque -vais a alucinar- yo no tenía las entradas. Nos las debía entregar un contacto de mi amigo en el Sevilla (de hecho era un contacto en el Sevilla de un contacto en el Barça). Después de alguna llamada telefónica, confirmamos la hora de llegada de su vuelo y allí le esperábamos para que nos entregara las 2 entradas. Como en las pelis, "llevo una americana azul y corbata de color ..." Yo, "yo llevo una gorra del Sevilla" Ya, debes ser el único, debió pensar este tipo.
Visitamos un poco la ciudad (lo más importante lo ves en unos minutos), pasamos por la plaza en la que se convocaba a los sevillistas y nos dirigimos al estadio. ¿Nombre del estadio? ¡Exacto, Philips Stadium! Después de hacer unas cuantas fotos y acabando la ceremonia inaugural se me acabó también la batería de la cámara, así que ésta fue la última foto que pude hacer.
Ceremonia inaugural |
El partido resultó ser un paseo para el Sevilla que conquistó su primera Copa de la UEFA con un contundente 4-0. Se desató la euforia entre una afición poco acostumbrada a ganar títulos. De hecho, yo nunca había visto a mi equipo ganar nada. Fue el principio de una época inolvidable para el Sevilla, que desde entonces y en poco más de 15 meses ganó otra Copa de la UEFA, Una Supercopa de Europa, una Supercopa de España y una Copa del Rey. ¡Y yo estaba allí! Claro, que entonces era un chaval de 38 años y por eso me lancé a la aventura, acompañado de un tipo al que casi no conocía, sin lugar donde dormir, sin las entradas en el bolsillo hasta pocas horas antes del partido ...
Guardo un gran recuerdo de aquel viaje a Eindhoven. ¿Qué? ¿Que al final dónde dormimos? Pues ... hummm, lo intentamos en la estación de tren, pero la policía desalojó la terminal y ... ¡dormimos en la calle! Pero, como decía, uno era joven (solo tenía 5 hijos) y por su equipo uno hacía lo que fuera. Eso sí, llegué a casa reventado y con un sueño ..., pero ¡habíamos ganado!
Sin comentario.
ResponderEliminar;)
jajajajajajaja. Uno de los mejores comentarios (¿o debo poner no-comentario?) que he leído últimamente. ;-)
Eliminar¿En la calle? ¿Cn pijama?
ResponderEliminarSí, en la calle ... pero sin pijama. Intento vestir acorde con la situación y las circunstancias. ;-)
EliminarHoy soy yo la que no te acabo de entender ;)
ResponderEliminarFeliz semana
:-(
EliminarHago una entrada sobre unos recuerdos y de fondo, solo de fondo, se habla algo de fútbol y ... poquísimos comentarios, algún no-comentario y otra que dice que no lo entiende (¿venganza?) ;-)
Hiciste bien en ir y en guardar este recuerdo para siempre, Páterfamilias. Visto como van las cosas, yo no hago más que arrepentirme de no haber ido a ver jugar al Deportivo contra el Rayo, aquí en Madrid.
ResponderEliminarGracias Fernando. ¡Éste sí es un comentario como Dios manda!
EliminarLas circusntancias eran las propicias para poder ir. Hoy seguramente no lo haría: básicamente porque soy más mayor y ya he visto al Sevilla ganando títulos (también he podido ir a las Finales de Copa de 2007 y 2010).
Pues sí, como dices, siempre me quedará ese recuerdo.
Tu lo has dicho.Eras un joven padre de cinco hijos, es que en la juventud se hacen muchas locuras :P
ResponderEliminarBesazo
Jajajaja Exacto!!!, locuras de juventud ;-)
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