Llevamos unos días desubicados. Es como si no viviera casa. Cuando voy por el pasillo solo oigo unas discusiones a lo lejos, no hay bullicio, ni muchos golpes (bueno, sí, las obras en el piso de abajo siguen), ni carreras, ni ... No es que lo eche de menos ... o sí, pero -como decía- hace que me sienta raro. ¿Y esto por qué? Pues porque los 3 mayores están fuera: Ma. se ha ido a Roma, P. a Fátima y Mi a Granada y eso, nos hemos quedado solo con 3.
Esta situación también hace que proyectemos una imagen que no se corresponde con la realidad. El domingo de Ramos, sin ir más lejos, Q. y JP hicieron de monaguillos con lo que estábamos en Misa solo con S. Parecíamos una parejita (ya madurita) con su hijo único y -no exagero- recibíamos muchas más miradas dulces y sonrisas que cuando vamos con todos, donde las miradas son más de sorpresa (las menos) y de disgusto (o al menos ésa es la cara que se les queda).
Ya me he podido organizar (intercambiando turnos de SOJ con otros compañeros y adelantando algunas cosas) para irnos esta tarde a casa de un cuñado. Nos iremos con mis suegros al último pueblo al sur de Catalunya (el siguiente pueblo ya pertenece a la provincia de Castellón), donde ya pasamos este verano y al que alguna entrada ya dediqué.
Así que esta tarde, toca cargar el coche y coger la carretera y autopista. Veremos lo atento que está S. a todo porque ... Os cuento: Hace unos días volvía A. del cole con el coche lleno de niños (como siempre, vamos). S. observó desde su ventanilla cómo A. pasaba al lado de una grieta que había en la carretera y exclamó: "Uy, ¡qué suerte que no nos hemos caído en la tentación"
Al llegar a casa, A. me contó muy divertida esta anécdota protagonizada por S. y me dijo que ella, cuando era pequeña más pequeña también tenía esa idea. Lo cierto es que esa misma anécdota recuperó en mí un pensamiento o recuerdo muy oculto, pero que apuntaba a la misma dirección: la tentación era un gran precipicio del que había que huir.
¿No os pasaba a vosotros/as cada vez que rezábais el Padrenuestro?
Que paséis unas buenas vacaciones ...
ResponderEliminarLa anécdota muy buena ... yo más que grietas, recuerdo haber pensar en arenas movedizas de esas...como las que salían en las películas de Tarzán y siempre había pensado que si tenía que salir por ahí no estaría mal llevar una cuerda de esas (que viniera la mona Chita también)
Muchas gracias, tomae.
EliminarMuy bueno lo de la arenas movedizas. A mí, aquéllas de las películas de Tarzán, me daban un miedo ...
Esa sensación de nido vacío....
ResponderEliminarEduardo, mi peque (15añazos) finalmente no pudo ir a Fàtima, a ver el próximo año.
Disfrutad, descansad y sigue llenando el blog de vivencias e ideas que nos hace reflexionar contigo. Gracias por ello.
P., el que ha ido a Fátima, también tiene 15 años. Y el año que viene pretende volver. ¡Qué gracia me haría que se encontraran!
EliminarGracias, lo intentaremos
Que lo disfrutéis. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias, Susana. Al final lo hemos conseguido!! ;-)
EliminarVaya, Pater. Casi dos de tres... Mi peque (ya se ve que no es tan peque) está en Roma... segundo año consecutivo (tiene un arte para sacar euros de debajo de las piedras...). El segundo en un tris de ir de monitor a Granada. Al final, bastaba con dos adultos. Me hacen gracia estas coincidencias ¡y no nos conocemos de nada! Pues disfrutad de la semi soledad. Que los tuyos vuelven y ya tendrás tiempo de echarlos de menos. Bona terra, Tarraco!
ResponderEliminarA mí los deudores y las deudas. No me cuadraba nada con el Padrenuestro...
Con permiso Pater:
EliminarEso que dices de los deudores y las Deudas Sunsi, me ha recordado a mi hermano Driver y los 500 pavos que le debo, o le debo a él o nos debemos mutuamente, vamos como si fueran 1000 entre los dos,osea que el me debe 500 y yo también...¡y eso que somos hermanos! ¡no hay quién lo cuadre!
Gracias Pater.
Sí, es cierto, muchas casualidades. Los nuestros consiguieron pagarse gran parte del viaje aquel día que nos pusimos a hacer bocadillos ... después, a vender cocas, a ahorrar lo de los padrinos, a dar clases particulares ...
EliminarDe nada, tomae
EliminarFeliz viaje a todos!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Modestino
EliminarA mi sólo se me ha ido el mayor, dice que a jugar al fútbol a Portugal, con la de campos que hay en Madrid para chutar con la pelota!
ResponderEliminarSe nota la casa distinta cuando falta algun hijo, y si son tres los ausentes se te queda el corazón encogido aunque sepas que es bueno para ellos.
Yo nunca he visto la tentación como una grieta, pero lo cierto es que si te dejas caer en ella, entras en una cueva oscura, que quizás si sea con caida libre.
Bueno sería percibirlo así cuando te dejas llevar y consientes ante ella, no habría "otra vez", esa sería la última.
Sí, entre otras cosas, juegan a fútbol.
EliminarYa le diré que esté atento y que intenten golear a los de Madrid ;-)
Muy cierto lo que dices de la tentacuón
A mi con el Padrenuestro me pasaba otra cosa. Hasta los 14 años (mas o menos) entendia "mas libranos del MAR" y yo pensaba para mis adentros que con razon...
ResponderEliminarQue vaya peligros que traian las inundaciones y los temporales.
Y eso que todavia no existian los Tsunamis!!!
Jajajajaja. Muy de secano te veo a ti. Líbranos del mar ... Buenísimo
EliminarY, si te digo la verdad, ni me entero de cuándo he caído en la tentación. No la distingo, no la distingo!
ResponderEliminarJajajaja Yo creo que tú cars cada vez que ves un partido del Madrid ... ;-)
EliminarNosotros somos once hermanos. El mayor también se ha ido a Fátima y el resto estamos en casa, así que de vacía nada.
ResponderEliminarJajajajaja. Estoy seguro que en un caso como el vuestro, tampoco vería la casa vacía
EliminarEsperro que os lo esteis pasando genial.
ResponderEliminarDisfrutad y descansad.
Yo la tentación siempre la relacioné con el mar.
Besazo
Muchas gracias Dolega.
Eliminar¿Tú también la asociabas al mar?
Feliz Pascua!
ResponderEliminarGenial S.
Muchas gracias, Marta. Igualmente, feliz Pascua
EliminarEspero que los días de descanso los hayas pasado bien y con toda tu trupe.
ResponderEliminarYo la tentación la relacionaba con el desierto. El Freud con un servidor tendría trabajo pa jartarse.
Un abrazo y a por las 200.000.
¡¿Con el desierto?!
Eliminarojú!, tendía trabajo para escribir varios tratados.