jueves, 12 de enero de 2012

¡Qué cutre!

Os comentaba hace tiempo que tengo un compañero de trabajo con más cara que espalda (para el que no lo recuerde o quiera refrescar la memoria, aquí os dejo enlazada aquella entrada). Pues bien, ahora os contaré su última fechoría.

El año pasado -poco antes del Sorteo Extraordinario de Navidad- apareció por el despacho una clienta para regalarnos dos participaciones para ese sorteo. Al parecer el número resultó agraciado con uno de los premios menores y poco después volvió a presentarse la clienta, recogió las participaciones y nos entregó 10 euros. Como 10 euros a repartir entre 5 personas no daba para nada (sí, ya sé que son 2 euros por persona, pero ya me entendéis), se decidió que con ese dinero compraríamos unos cupones de la ONCE para compartirlos entre todos. El problema fue que este "compañero" fue quien cogió el dinero.

Pasaban los días y no decía nada. Al final uno le preguntó si ya había comprado los cupones, contestándole él que no, que no se había acordado. Se hizo alguna broma al respecto, pero ahí quedó la cosa. Fue necesario volver a recordarle que estábamos a la espera de que comprara los cupones, ofreciéndose uno de nosotros para comprarlos y pidiéndole por tanto que le entregara los 10 euros. Como no los llevaba encima, insistió en que los compraría él.

El lunes pasado entregó a la secretaria 3 cupones de la ONCE del sorteo del viernes 6 de enero de 2012 y le dijo que comprobara si habían sido premiados. Me imagino la cara que debió poner la secretaria porque su reacción fue decirle "Déjalo, ya lo miro yo". A mediodía oí cierto revuelo en el despacho y fue cuando nos enteramos de esto. Él había salido a hacer unas gestiones y la secretaria aprovechó para contarnos lo sucedido. En su papelera encontramos los 3 cupones rotos porque, al parecer, no resultaron premiados. Sorprendidos comentamos el asunto e hicimos algunas bromas y por la tarde intentamos que nuestro "compañero" nos diera alguna explicación al respecto. No solo no lo hizo, sino que se rió en nuestras caras.

Intentamos hacerle entender que los cupones debería haberlos traído antes de la celebración del sorteo, más que nada para no levantar ninguna suspicacia. Él, lejos de pedirnos perdón o darnos alguna explicación, no paraba de reírse.

Sé que es una tontería (además no hemos notado un considerable aumento de su tren de vida, no ha cambiado de casa ni de coche), pero me fastidia que una persona sea así y, lo peor, que siempre se salga con la suya.

No pensamos que nos ha engañado, ni que se ha gastado el (poco) dinero en chupitos (acostumbra a ir a un bar al salir del trabajo), pero ... Este tío puede habernos engañado tranquilamente. Es muy posible que se haya gastado los 10 euros de todos en chupitos y después del sorteo haya conseguido 3 cupones no premiados y nos los ha traído pensando en que nos lo creeremos. Me fastidia que nos tome el pelo de esa manera. Es como si un compañero de trabajo comprara un cupón cada viernes y yo le dijera que vamos a medias, pero no se lo pago. Si un día resulta premiado, le digo que íbamos a medias y es entonces cuando le pago la mitad del precio del cupón.

Esta es una de las actitudes que no soporto y más que por el engaño que representa, por lo cutre que es. No entiendo cómo es capaz de quedar mal (él no es consciente de lo mal que ha sentado entre el resto de compañeros) por ... por ... ¡por 10 euros!

Ya sé que la BSO que quizá pegaría en una entrada como la de hoy sería la de una película como "Torrente" (ni siquiera sé si tiene Banda Sonora), pero no me pondré a su altura y colgaré la de una saga de películas y que ya ha pasado a formar parte de la historia del cine. Os dejo con uno de los temas de la BSO de "El Padrino"


11 comentarios:

  1. Bueno, eso no es de ser caradura, o cutre, sino sencillamente ser un tramposo y una persona de la que no hay que fiarse en absoluto. Me parece a mí que os ha "tangado" los 10 euros. Y si eso lo hace por 10 euros, y con personas a las que ve cada día... cuidado, mucho cuidado con él, Pater.
    (¡gracias por dejar el enlace a la anterior entrada!)

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    1. Efectivamente. No me fío de él ni un pelo.
      Por cierto, estoy un poco mosca con esto de las horas (al parecer solo afecta a los comentarios, no a las entradas) y he comprobado en el blog de Tomae que a él le pasa lo mismo

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  2. Es penoso que alguien quede mal por diez euros. El que falla en lo pequeño falla también en lo grande. Un beso.

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    1. ¡Por eso decía que me parecía muy cutre! ¿Qué gana con esto? ¡¿10 euros?!, pues que con su pan se lo coma.

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  3. Tu enfado está totalmente justificado, Páterfamilias. Aprended la lección y no volváis a fiaros nunca de él, ni en los temas serios ni en los otros.

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  4. Uf, a mí esas cosas también me ponen de los nervios! Y sí, me parece de ser un cutre de narices!
    QUedar mal por 10 eur? Y encima reírse? Yo le habría dicho 4 cositas... no me contengo frente a caraduras, lo siento. Me puede la mala leche.

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    1. Ya le he dicho yo algo, pero los demás compañeros me dicen que no insista, que se enfadará. ¡Encima! Aunque pensándolo bien, no vale la pena enfadarse por 10 euros. Él ha quedado retratado.

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  5. Me pasa como a MadreYMas, que me puede la mala leche en estes casos e igual no me contenía. Que no os tome por gili******!!!. En fin, aunque sean sólo 10 euros,el tío es bastante jeta y le deberíais de poner bien clarito que cuando se hace uno cargo de esas cosas, que menos, hacer una copia del décimo/s en cuestión y mostrarlo a los compañeros antes del sorteo. Y que si quiere tomar a alguien por tonto, que se vaya a su casa y pruebe suerte, que igual encuentra algún espejo.

    Bueno, hoy estoy cabreada por culpa de un visitador médico que me trae mosca... así que, lo siento, Pater, pero acabo de descargar en tu blog....
    Biquiños

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    1. Lo que dices es de cajón y lo entiende todo el mundo ... menos él.

      No te enfades, no vale la pena (y menos por culpa de un visitador médico)

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  6. Pues sí que estamos buenos, Pater... Si escribo lo que pienso, arde la pantalla. Una buena amiga cuenta que una de las cosas que aprendió de su padre -un crack de las finanzas- es que quien roba un céntimo es capaz de robar un millón. Aunque la cuantía diste mucho de ser equiparable, la actitud y la inmoralidad es la misma. Un ladronzuelo en tu despacho ... bfffffffff...

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